Peña Montañesa - 20 de noviembre de 2016

lunes, noviembre 14, 2016 0 Comentarios



FOTOS de la Jornada.

A las 8,20 h. llegamos a la localidad de Oncins. Después de dejar los coches bien aparcados y pertrecharnos adecuadamente para la ascensión, comenzamos la marcha a las 8,30 h.
Tomamos una senda en el mismo pueblo que nos conduce, después de pasar por el depósito de agua de la localidad, a una camino que cruza la pista que sale del pueblo y que conduce a los pies de Faixa Mula, la cruzamos y seguimos hasta el final del mismo. En este punto parten dos sendas, enfrente y a la derecha, seguimos la primera que enseguida gira a la izda. y asciende muy en vertical dirección al oeste, pensamos que nos conducirá debajo de la Faja Toro y podremos adelantar en tiempo y en distancia. Los hitos no ofrecen ninguna duda, pero cuando llevamos ascendidos aproximadamente 300 ms. terminan las marcas justo debajo de Picón d,a Corba, a escasos metros del barranco que forman sus paredes. Imposible seguir, así que no nos queda otro remedio que deshacer el tramo hecho y volver al final del camino y seguir por la senda de la derecha, nuestro gozo en un pozo, hemos perdido 60 minutos. Al terminar la jornada  nos indicarán en el pueblo que se trata de una senda realizada por escaladores.
Esta traza atraviesa un depósito donde parte una tubería que seguramente conduce hasta el monasterio, su mal estado encharca la senda en bastantes puntos. La abandonamos para subir en vertical, sorteando bojes, hasta enlazar con el camino  que parte de San Victorián.
El día a esta hora de la mañana es agradable, la ascensión se hace bastante llevadera desde que nos hemos incorporado a la senda tradicional. Se percibe la humedad del ambiente, que sufrimos al rozar los bojes y vegetación, mojándonos botas y pantalones. Algunas gotas nos caen, pero son tan escasas que no es necesario cubrirnos. Todavía tenemos visibilidad en el horizonte para poder divisar el valle y la presa de mediano.
A 1550 m. altitud aprox. nos encontramos con el desvío a Faja Toro, marcado con unos débiles trazos en rojo, giramos a nuestra izda. dirección al picón d,a corba. Una pendiente fuerte cubierta de hierba nos sitúa encima del mismo, lamentablemente  tenemos que descender de nuevo para buscar el comienzo de la Faja del Toro. Son las 10,40 h.
Después de una descenso complicado, que nos obliga a prestar atención y ayudarnos con las manos para agarrarnos en algún boj, estamos debajo de las primeras paredes. No tendremos que bajar la guardia hasta abandonar la faja y nos incorporemos  de nuevo a la senda tradicional. En este punto casi estamos justo encima de la senda equivocada que hemos tenido que dejar esta mañana.  Después de un descenso por un terreno pedregoso giramos a la dcha. para comenzar una ascensión por una pendiente pronunciada de cantos sueltos que nos vuelve a situar justo debajo de las verticales paredes. Un poco antes de abandonar la zona de piedras realizamos una parada para almorzar (11,25 h.) y descansar de la dureza de este tramo. Todavía podemos disfrutar de las vistas, pero tenemos que precipitar  la toma del café porque comienza un sirimiri que, intermitentemente, no dejaremos casi hasta la cima. Reanudamos la marcha tan apenas 15 minutos después.
Nuestro amigo Nico está realizando un esfuerzo adicional para superar el vértigo. La senda discurre por una zona expuesta, que en algunos tramos exige prestar bastante atención y asegurar bien los pasos para evitar tropezones, sobretodo en las zonas menos protegidas. La pared y los bojes ofrecen en ocasiones un apoyo necesario.
A medida que la faja gira hacia el norte la niebla se hace más espesa, subiendo desde el fondo del valle. Lástima porque nos impide ver, ya no solo el horizonte, sino tan siquiera el fondo del valle, incluida la faja de la mula.  Un pequeño plano, a las 13 h., nos permite reagruparnos y realizar algunas fotos del camino recorrido, observando la verticalidad de las paredes que nos hemos encontrado, tanto por encima como por debajo.
A las 13,30 llegamos a la canal mayor, por donde ascenderemos en vertical por un primer tramo de piedras sueltas hasta alcanzar media hora después  la senda de San Victorián. En este momento, debido al cansancio, M.Carmen, Ignacio y Marcos, acompañados por Miguel Almárcegui, que se brinda generosamente a descender con ellos, deciden volver. La senda bien marcada no ofrece dificultad, no obstante les dejamos un walki y un GPS por si encuentran algún problema y poder comunicar. El resto decidimos, pese al tiempo, subir a la cima, nos quedan todavía 300 ms.
Al llegar al llano de Os Planes, abandonamos la senda, y subimos en vertical para ganar tiempo, el frio ya se hace notar más, la sensación todavía es mayor al juntarse niebla, sirimiri y aire. Andrés, Rubén, Rául y Lolo siguen por la senda y tienen que retornar en nuestra búsqueda, un ligero desconcierto superado sin problemas que les hace recorrer unos metros más. La niebla es tan intensa en los últimos metros que llegamos a la cima (Picón d,o Libro), 2.295 ms., sin enterarnos.  Son las 14,40 h.
No apetece estar en la cima, seguramente está helando, en mi caso y alguno más casi no tenemos sensibilidad en las manos, el frio es intenso, vamos mojados y  además no hay visibilidad que nos haga disfrutar de las vistas. Así que comemos algo, buen trago de vino los mayores,  foto de familia con nuestra bandera  y quince minutos después iniciamos el rápido descenso.
Bajamos por la pedrera de la cara sur recordando la vieja Guara hasta llegar de nuevo a la senda. A partir de aquí bajamos en dos grupos pero sin perdernos de vista, por atrás Cristina, Nico , Luichi y yo bajamos más despacio. El estado de la  rodilla de Luichi le hace tomar más precauciones. Antes de llegar de nuevo al desvío de Faja Toro nos reagrupamos, pero enseguida vuelven a hacerse los dos grupos, se nos une a nosotros Héctor, cansado también de este largo descenso. En la bajada comunicamos, tras varios intentos, con Miguel, indicándonos primero que están bien y después avisándonos de su llegada a los coches.
Un poco antes de las 17 h. dejamos la senda y tomamos un desvío a ntra. dcha. marcado por mojones que desciende por el barranco "ronazo". Previamente el grupo delantero nos había dejado unas señales para evitar confusiones a la hora de tomar el desvío. La senda abandona el barranco adentrándose  en diagonal en una zona boscosa que tras unas pronunciadas y verticales lazadas nos deja en la senda "correcta" de esta mañana, justo en el depósito de agua. A partir de aquí se trata de volver por el mismo recorrido hasta la entrada en Oncins, a donde llegamos a las 17,15 h.
Nos cambiamos de ropa y calzado, degustamos unas cervezas y sin más dilación coches y a Huesqueta. En cuanto abandonamos la población la niebla se hace más intensa, obligándonos a usar antinieblas. El viaje de retorno sin incidencias.
Pese al mal tiempo final que no nos ha dejado disfrutar de las vistas. Excelente jornada. Se ha cumplido el horario previsto y hemos terminado sin incidencias. Bravo Nico, otra jornada más como ésta y adiós vértigo.
Datos Técnicos:
 Hora inicio 8,30 H. Hora final..17,13 h. ; Tiempo en mvto. 6 h., Tiempo ascenso 4:48 h., Tiempo en descenso 3:56 h.; Altitud acumulada....1.500 m., Altitud máxima 2295 m.


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Los Infiernos - 2 de noviembre 2016

miércoles, noviembre 02, 2016 0 Comentarios



PICOS DEL INFIERNO - 2-11-2016

FOTOS de la Jornada. 

7,30 H. M.Dolores, Toni y Antonio.  Balneario de Panticosa. 1.637 m. altitud.  Mañana fresca, 5 grados marca el termómetro del coche. Salimos abrigados, casi con todo el equipo puesto, guantes incluidos.
Tomamos la senda a la derecha del Balneario. El paisaje de la ascensión, no por conocido, nos hace realizar constantes paradas para disfrutar de las instantáneas que nos ofrecen las cascadas del rio Caldarés y el colorido otoñal de los árboles. Aún así el ritmo de subida es rápido, superamos con relativa facilidad la "cuesta del fraile" y llegamos al refugio de Bachimaña (2.197 m. altitud) noventa minutos después, son las 9,30 h. No entramos al refugio y debíamos haberlo hecho para preguntar las condiciones en la cima y la necesidad de utilizar crampones o piolet.
Seguimos hacia el Ibón Alto de Bachimaña, no está lleno pero presenta un buen aspecto, con unas aguas de color azul verdoso que señalan la frialdad de las mismas con sus distintas tonalidades. Mientras avanzamos observándolo desde lo alto recibimos los primeros rayos de sol, que agradecemos, nos aportan unos grados más de calor que aprovechamos para quitarnos una capa de abrigo.
Son las 9,35 h cuando la senda gira hacia el sur dejando el ibón a nuestra espalda. Desde esta orientación se aprecia con claridad nuestro objetivo final. Seguimos por una zona herbácea que asciende suavemente, dejando a nuestra derecha el arroyo que proviene de los ibones azules. observamos la desviación al Gr-T-24 a nuestra derecha que nos llevaría al Bachimaña entre otros destinos. 2.237 m. altitud en este punto.
Tras superar una pequeña cascada por su izda (hay otra senda a la dcha que nos llevaría al mismo punto), llegamos a un tramo de pastos que nos aproxima a una zona que se alterna con otros pedregosos, superamos el desnivel con suaves zig-zag  hasta el eboque del primer ibón azul (2.306 m.), lo cruzamos con la ayuda de varias piedras, y seguimos los distintos mojones que nos llevan a una zona de grandes cantos sueltos que superamos con algún pequeño destrepe para llegar al segundo Ibón a las 10.10 h. (2.429 m.), un poco más pequeño pero más vistoso, lo que nos permite realizar unas bonitas fotos con los infiernos y su glaciar de fondo.
Bordeamos el ibón por su derecha, seguimos el arroyo que lo alimenta, pasamos por encima de unas surgencias justo debajo del Pico Piedrafita y llegando a un pequeño plano soleado debajo del Pico Marmoleras paramos a almorzar, son las 10,20 h. y después del madrugón vemos necesario recuperar fuerzas. Diez minutos cortos pero imprescindibles.
Al reanudar la marcha nos encontramos con una barranquera con agua helada alimentada por el pequeño nevero a los pies del Garmo Blanco que nos obliga a tomar precauciones para no resbarlar, sobretodo en las zonas más sombrías y al cruzarlo una vez superada la barranquera. 2.579 m.
El último tramo antes del collado se empina muy en serio, nos lo tomamos con tranquilidad, subimos con calma pensando todavía en el desnivel que nos falta por superar cuando lo alcancemos. A las 11,10 h . tenemos a la vista el Ibón de Tebarrai y el pico que le da nombre (2.893 m.), nosotros en el collado estamos a  2.765 m. Dejamos la senda a la dcha que nos llevaría a su cima y al refugio de Respumoso entre otros destinos y nos encaminamos a nuestro primer obstáculo, el Garmo Blanco.
Tras unas lazadas iniciales la senda deviene en su parte final en una diagonal ascendente hasta la cresta sur del Garmo para poder superarla y situarnos en la vertiente sur. Enseguida nos damos cuenta que la nieve que observamos en abundancia en esta cara sombría está cada vez mas helada a medida que vamos ganando altura. Mal panorama.
PRIMER GRAN ERROR. Seguimos adelante, pero decidimos subir en vertical buscando una canal que baja de la cima apoyándonos en las piedras, pero para ello es imprescindible crear huella con las botas para poder pisar con seguridad, hincamos talón y puntera para poder hacerlo hasta que ya no se puede debido a la dureza del hielo. En este punto, yo que voy más descolgado, debido al grave riesgo y pese a la dificultad que supone hacerlo,  decido descender  e insisto a M. Dolores y a Toni para que lo hagan conmigo.
SEGUNDO GRAN ERROR.  Toni, que marca el camino a M.Dolores, está a unos 50 m. de la cresta, deciden seguir ante la dificultad añadida de descender, aseguran que les resulta más fácil subir que bajar.
Yo desciendo con mucha precaución, buscando los mismos puntos de apoyo de la ascensión, y aún así me llevo algún susto, una caída hubiese sido, con la pendiente y el hielo, de consecuencias muy  graves. Uffff., mejor no pensarlo, todavía se me pone la piel de gallina.
Al final llego de nuevo al collado sin poder comunicarme con ninguno de los dos, circunstancia que me genera mucha intranquilidad. Decido cruzar el ibón en paralelo buscando la cresta sur y subir desde allí a la cima, intuyo, como así es, que por esta parte al darle el sol no habrá casi nieve. Consigo ascender sin apenas dificultad situándome en la otra vertiente, las vistas son extraordinarias, con Argualas y Garmo Blanco enfrete, pero es en lo que menos pienso, sigo sin poder comunicar lo que incrementa mi inquietud, sigo ascendiendo por una pared casi en vertical apoyándome en las piedras buscando la cima del Garmo Blanco. Cuando llego a ella veo también la dificultad de avanzar, así que decido no tomar riesgos y desciendo unos a metros  a buscar una traza que en diagonal asciende hacia la cima, sigo intentando comunicar sin éxito. En este tramo sigo apoyándome en las piedras, pero con mucho cuidado y asegurando no me quede con alguna en la mano, hay muchas sueltas. Paso un tramo de nieve helada con mucho cuidado, estoy justo en la marmolera, una caída me precipitaría a los ibones de Pondiellos.  Una vez superado este tramo vuelvo a marcar y POR FIN  me coge Toni, ya respiro, me dice que han pasado la cresta de los infiernos y que están bien. Yo no puedo seguir, imposible avanzar por la vertical helada, así que les indico el camino que tienen que tomar y vuelvo por mis pasos. Les indico que ante cualquier dificultad o duda que me llamen. El deshacer la zona helada me lleva mucho tiempo, tengo que buscar piedras seguras y estirarme como nunca para asegurar los pies, en algún momento arrastras por encima del hielo. Una vez superado desciendo con precaución, de nuevo estoy en el collado a las 15,18 h.
Desde aquí decido bajar corriendo hasta Panticosa, tomando aire en algún tramo, pensando que puedan perderse, hacerse deñoche  o tengan dificultades al encontrar el camino. Así en apenas 1 hora estoy de nuevo en el refugio, en el descenso solo he encontrado un pareja, justo unos metros antes de llegar. Sigo el descenso con la misma rapidez, corriendo cuando puedo. A las 17, cuando tan apenas me quedan 10 minutos para llegar al punto de partida, comunico con Toni indicándome su posición, están viendo Panticosa, pero intuyo por lo que me explica que todavía tienen un buen tramo de descenso. Es una buena noticia que me reconforta muy gratamente. Todavía queda tiempo para que anochezca. Les indico el camino a seguir y sigo hasta el coche, donde llego a las 17,10 h.
Los datos del GPS marcan: 1652 m. acumulados; 23,83 km.; tiempo en mvto. 6:29 h. y parado 3:12 h. ; promedio en mvto. 3.7 kmh. y promedio total 2,5 h.
Aproximadamente 1, 15 h. más tarde llegan, en el tiempo de espera he aprovechado para comer algo y ponerme ropa seca. Empieza a hacer frio. Han tardado más porque han pasado, intuyo, por Collado Saretas en lugar de Collado Pondiellos y han descendido hasta el Ibón deros Arnals, es igual, lo importante es que estamos los tres sanos y salvos, gracias, hoy más que nunca, a la Divina Providencia y a alguien más.

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Circular a Bara, Nasarre, San Hipólito, Alastruey, Miz y Bara - 1 de noviembre de 2016

martes, noviembre 01, 2016 0 Comentarios



Huesca profunda.  Bara-Nasarre-San Hipólito-Pardina Ballabriga-Alastruey-Miz-Bara.  24,62 km. 6,50 h., 5,26 h. en mvto.

FOTOS de la jornada

A las 9,20 h iniciábamos la marcha desde Bara,  después de recorrer el Valle de Nocito, terreno espectacular en cualquier época del año, para mi infravalorado por muchos comentarios favorables que haya, la entrada desde La Pardina de Orlato, despues de dejar el Valle de Belsué, otro desconocido por sus encantos en el pequeño diámetro que lo contiene (río, badinas, barranco, pueblos abandonados, monumentos....), es un libro de sensaciones, lástima de los postes de luz que nos  lagrimean   e hieren  la vista   hasta Bara. Una pena que siempre achacaré a los políticos, aunque entienda que la civilización y las comodidades es derecho de todos.

Atravesamos el pueblo y llegamos al puente del río, arrastrado por las riadas de hace 3 años nos obliga a cruzarlo por encima de las piedras. Encarna, guiada por Felipe, pisa aquí y allí, pierde el equilibrio y da con el trasero en sus frías aguas, sobre todo  a esta hora de la mañana. Le dejamos calcetines y ropa de abrigo e iniciamos la ascensión al pueblo abandonado de Nasarre, son las 9,30 h.
La senda discurre por una zona boscosa, siguiendo el trazado del camino antiguo de unión de los pueblos. Apurados llegamos al cruce de sendas hacia las gorgas negras, nos quedamos con las ganas, para otra ocasión. Desde aquí, por un recorrido empinado, pero no exento de belleza,  en 10 m. estamos en Nasarre. A las 10,25 después de atravesarlo con mucha nostalgia, comenzamos a almorzar al abrigo de una de las varias casas que todavía resisten con varias paredes en pié, rodeadas de matas de arañones. 20 minutos despues levantamos el  campamento hacia la ermita de San Andrés, que al contrario del pueblo está dignamente conservada, todavía con unas pocas lápidas donde se pueden leer las inscripciones.  Antes,  en una de las fachadas del pueblo, nos hemos detenido a observar su pórtico con un grabado de 1770.
Seguimos camino hacia San Hipólito, siguiente pueblo abandonado de nuestra ruta. Llegamos a las 11,25 h. al desvío que indica Otín, pero tomamos la senda, abandonado el camino, dirección MIZ/ALASTRUEY, por la senda hasta el collado del viento, por donde podríamos bajar por mojones mal señalizados hasta Bara, lejos de nuestra intención, así que continuamos dejando la senda que crestea hacia el collado de Miz y bajamos a ntra izda por otra, bien señalizada por mojones que nos lleva de nuevo a la pista que proviene de Nasarre y que sin dejarla nos lleva al siguiente pueblo abandonado, San Hipólito. Antes hemos dejado a ntra dcha caminos con señalizaciones a Otín y a Las Bellostas y Bagueste.

Son las 12,25 h. cuando estamos aprovechándonos de las sombras de las paredes. La iglesia mas deteriorada que la ermita San Andrés nos permite realizar fotos de la misma y de sus lápidas abandonadas. Toni aún se atreve a subir a lo mas alto de la mejor casa que se mantiene medio en pié, ufffff.

Seguimos por una senda que atraviesa una barranquera , que tras varias lazadas y disfrutando de un bonito paisaje otoñal, nos lleva hasta Pardina Ballabriga, son las 12,50 h. Reanudamos la marcha, después de fotos de grupo, hacia el siguiente destino, Alastruey. Camino y senda, ligeramente ascendente, hacia una pequeña pardina de pastos con un bosque coloreado a ntra izda que nos obliga a parar y sacar moviles para realizar fotos.
13,15 h.  Cruzamos el barranco que nace en las inmediaciones de Alastruey y procedemos a ascenderlo zigzageando por una zona boscosa llena de carrascales. Dejamos el cruce con la senda de MIZ (13,20 h) y después de cruzar de nuevo el barranco por la parte superior a las 13,30 h estamos en las primeras ruinas del pueblo. Como en los pueblos anteriores  la iglesia/ermita es la unica edificación bien conservada, mantiene todavía la policromía de algunas pinturas. Recorremos las ruinas y 20 minutos después iniciamos el retorno via Miz.
Deshacemos una parte del camino recorrido hasta el desvío a Miz, que hemos dejado en la ascensión a ntra izda, tomándolo  ahora a ntra dcha. En ascensión suave pero constante atravesamos un carrascal repleto de hojarasca hasta salir a una zona de marga ausente de matorral que nos encamina hacia el collado de Miz. La traza no muy bien marcada por los mojones existentes, nos desvía a la derecha perdiendo la senda original. Rectificamos girando a la izda y después de un pequeño destrepe recuperamos la senda que nos lleva a la señal que indica el cruce a Nasarre y a Miz, nuestro próximo destino. Un ligero suspense para animar la marcha. Son las 14,40 h.cuando comenzamos el descenso, por una traza que discurre a la derecha del barranco, primera por encima de piedra firme y seguidamente por una senda bien hoyada.
Quince minutos después, antes de entrar al pueblo abandonado, al que no perdemos de vista en todo descenso, un nuevo cruce nos indica la dirección hacia Bibán y la fuente. Nosotros giramos a la izda hacía Miz, entramos por la pequeña iglesia/cementerio, donde esperamos para reagruparnos; un hermoso ejemplar caballar nos da la bienvenida, pasta a sus anchas.  Aprovechamos la espera para realizar fotos de las 4 paredes en pié y observar lo que pudo ser la herrería.

A las 15,10 retomamos el descenso, seguimos por la dcha del barranco, cada vez mas estrecho después de abandonar la plana de Miz y sus bancales, repletos ahora  de hierba y arbustos, también destacan algunos ejemplares de chopo viejo por su colorido otoñal.

Una bajada rápida nos sitúa en poco mas de 30 minutos en el paso del Alcanadre, un poco antes hemos avistado el antiguo molino, ahora restaurado, a la otra orilla del rio. Lo pasamos con precaución por encima de unas piedras situadas al efecto para no volver a capuzar.  Nos entretenemos un poco en la badina que encontramos tan apenas unos metros mas abajo recordando el baño de la ultima excursion que tanto agradecimos.
Enseguida avistamos la torre de la iglesia, tan apenas 5 minutos para las 16 h. Media docena de jinetes con sus  caballos, que descansan junto a la ermita, nos dejan pasar antes de reanudar su marcha.

Junto a los coches, a la entrada, a la sombra de la vieja escuela, comemos. Buena hora, además las tripas empezaban a protestar. Después de compartir queso de whisky, tortillas y demas viandas, además de disfrutar de unas cervezas frescas que Niko nos guardaba en su coche, volvemos a Huesca.

24,60 km. Y 6,50 h. de excursión (5,26 h en mvto. 1,24 h. Parados)

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Bisaurin - 26 octubre 2016

jueves, octubre 27, 2016 0 Comentarios


Galería de FOTOS

8,40 h. Lizara. 1520 m. altitud. Después de un recorrido espectacular por la vistosidad de la vegetación con sus contrastes de colores tan marcados por esta época del año, llegamos por una estrecha pero bien asfaltada calzada que discurre paralela al rio Osia hasta el parking del Refugio de Lizara, inicio y final de nuestra ascensión circular al Bisaurín.
En el mismo refugio cogemos el GR-11.1 que discurre por una pista en dirección al Ref. de Gabardito, siguiendo la Senda  de Camille (www.lasendadecamille.com),  tan apenas 400 m porque enseguida nos desviamos tomando la senda que parte a ntra dcha hacia el barranco de Bernera.
La traza, que discurre entre la zona baja del Plano d'as Festas y por encima del Plano Lizara, donde se ubica en época invernal la pista de esquí de fondo, cruza un pequeño pinar hasta llegar a la rampa que nos acerca al ref. de Ordelca, pequeña construcción totalmente de piedra de forma alargada y con techo ovalado que se conserva en buen estado.   Nos detenemos a quitarnos alguna capa de abrigo y a realizar, como no, alguna foto del lugar.
Continuamos la ascensión por encima del barranco siguiéndolo, tranquilos hasta que un jabalí nos sorprende con un descenso vertiginoso desde la la ladera d'as Fetas, situada a nuestra izda., cruza la senda, llega al cauce del barranco y se pierde de vista subiendo por la ladera contraria, debajo de los cortados de Napazal.
El barranco, alimentado por las últimas lluvias, rompe con el sonido de las cascadas el silencio que encontramos en la ascensión. Unas piedras dispuestas como si de un trono real se tratara no da pié para realizar unas cuantas fotos más, como si el paisaje no fuese suficiente.
Unos metros antes de llegar al ref. de Bernera o de Los Forestales, como así consta un cartel en la entrada, observamos de reojo los escasos restos que los carroñeros han dejado de un pobre ternero que todavía conserva el crotal que lo identifica, núm. 1767.
10,10 h. dejamos el refugio de piedra, construido de forma que nos recuerda a una pagoda, continuando hasta la Paúl de Bernera  (1984 m. altitud). Aquí abandonamos la senda que sigue con mejor trazado hacia el este, cruzando el barranco, y que se dirige hacia el Ibón de Estanés, pasando por el bonito Valle de los Sarrios. Nosotros, girando prácticamente 90 grados,  seguimos hacia el oeste por la senda, bien señalizada por mojones, que nos acercan al barranco que forman el puntal de Sescún y el Alto de Fetás.  Un corzo, seguramente alterado por nuestra presencia, cruza la Paúl y el cauce del barranco de un solo salto, desapareciendo rápidamente dirección al Puerto de Bernera.
Después de llanear  unos metros por encima de  la Paúl, volvemos a ascender siguiendo el cauce del barranco, pero antes, aprovechando unas improvisadas mesas que nos proporcionan las rocas y los primeros rayos de sol, paramos a almorzar  debajo del Alto de Fetás, son las 10.45 h. Hemos acertado, porque a partir de este punto la senda se empina, la pendiente adquiere mayor verticalidad. La superficie herbácea predomina entre piedras y cantos sueltos.
Mientras ascendemos, en lo alto del falso collado, observamos como un sarrio nos mira impertérrito con atención, permanece inmóvil mientras nos acercamos, pero en un momento, sin apenas darnos cuentas cambia su posición ascendiendo a las crestas de Fetás. Superado este tramo llegamos a un pequeño plazo donde las aguas casi estancadas del barranco quieren formar un pequeño ibón. Estamos casi a la altura de lo más alto de Sierra Bernera, situación que nos empieza a proporcionar mejores vistas, no solo de toda la Paúl, sino también de las cimas más altas del Pirineo Oriental.
Dejamos una pequeña traza que  sigue recta hacia el collado de Secús y seguimos   los distintos hitos que nos dirigen por  una zona de grandes bloques a una chimenea con bastante piedra suelta. Antes hemos tenido que superar una zona rocosa bastantes escarpada que nos obliga a utilizar las manos, pero sin apenas dificultad. La chimenea es una zona bastante sombría, manteniendo todavía restos de nieve vieja. Una vez superada esta tachuela nos encontramos a 2.400 m., dejamos a ntra. izda. el Alto de Fetás y la Collada de Bastes y seguimos la ascensión, de nuevo bastante empinada, por unos marcados escalones,  horadados en la tierra y el césped por las pisadas y la erosión, hasta mitad ladera, donde giramos a la izda. para recuperar la senda que prosigue más suave  en diagonal hasta situarnos justo debajo del Bisaurín. Solo nos resta otra pequeña chimenea que superamos en varias lazadas y nos sitúa en la cresta.
Son las 12.20 h. cuando tenemos a nuestro alcance las imágenes que nos proporciona la cara sur, refugio de Lizara incluido. Solo nos resta crestear unos minutos para llegar a nuestro objetivo, al que llegamos con paradas intermedias para las fotos a las 12,30 h. Aprovechamos la suerte que hemos tenido con el día, después de una semana intermitente de lluvias, para disfrutar de la cima, donde permaneceremos hasta las 13.15 h.
M. Dolores echa en falta la chaqueta del Club, ha subido con ella sujeta al lateral de la mochila desde la parada del almuerzo, desprendiéndose en algún punto del trayecto intermedio. Con el fin de intentar recuperarla nos dividimos para realizar el descenso. Andrés y Toni retornarán por el mismo sitio y M. Dolores y yo lo haremos por Lo Foratón, realizando la circular como habíamos previsto desde el principio.
Un descenso suave en diagonal, dirección oeste, nos acerca a las paredes verticales de las Tucas de Lo Foratón, proporcionándonos unas vistas inmejorables del barranco de Secús y las cimas del Puntal d'Aguerri, Costatiza y Secús. Seguimos el descenso por una zona escarpada y pedregosa, con mucha piedra suelta, donde los mojones no faltan para indicarnos el camino correcto. Se desciende rápido, bajamos corriendo casi obligados por la verticalidad de este tramo, sobretodo hasta llegar a la zona de pastos, donde la senda continua siguiendo casi la loma divisoria entre valles.
Las vacas pastan a sus anchas, en cambio un caballo relincha y trota nervioso, sube y baja a lo largo de este tramo de recorrido. La senda enlaza con el Gr-11.1 en el Cuello de la Foratón, continua a la dcha. hacia Gabardito, pero nosotros giramos al este, dirección a Lizara. Justo en el collado, donde se comienza el descenso del mismo hacia el barranco de Espelungueta l'Onso, un grupo de militares levantan un pequeño punto de observación. Los pastos consolidados nos permitan sortear la senda descendiendo en vertical, ganando tiempo evitando sus lazadas. Así superamos, dejando atrás, a un par de militares que descienden lentamente con sus pesadas mochilas.
Dejamos a ntra. izda. el ref. de Fetás y llegamos a un plano con una fuente abrevadero que utilizamos para refrescarnos. Recuperamos el GR en el Plano d'as Fetás, donde apenas unos metros más adelante la senda deviene en camino que continuará hasta las puertas del refugio.
Son las 14,40 h. cuando llegamos al desvío, esta vez a ntra. izda., que marca dirección al Ibón de Estanés, justo en el mismo momento que llegan al camino Toni y Andrés. Han realizado un descenso rápido habida cuenta que su recorrido era mayor y  nosotros también hemos bajado al trote cuando se ha podido y recortando camino. Desgraciadamente no han tenido éxito con la cazadora. Los últimos metros los hacemos juntos, como hemos empezado. Atravesamos saludando el campamento que una cincuentena de  militares han improvisado junto al refugio.
14,50 h. Es hora de degustar unas merecidas cañas en el bien conservado refugio.

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Gabardip y vuelta por el Garmo de Izas - 22 de octubre

jueves, octubre 27, 2016 0 Comentarios


Galeria de FOTOS

Salimos de Huesca a las 6 de la mañana, JAVIER Cruchaga,Iván, Raúl, Héctor, Mari, Aurora, María Dolores y Carlos Abadía. En Gabardito tras una breve pausa, desayuno, se unen María Jesús, Enrique, Toni y Carlos Monclus.
Nos dirigimos al parking de Col de Ladrones, pero en Villanua!!!Alto!!! control de la Guardia Civil, pueden continuar. A las 8  comenzamos a caminar por la canal de Izas, chispea levemente, vamos subiendo hasta llegar a una cabaña , arrecia la lluvia y ante la imposibilidad de resguardarnos para almorzar por el mal estado en que se encuentra proseguimos hasta la cabaña de Arroyetas. Almorzamos y tomamos una infusión de tomillo con miel que nos calienta un poco el cuerpo.
Ante la persistente lluvia, se decide variar la ruta y nos dirigimos yendo hacia el W hacia Chinipres y la caseta del mismo nombre,  desde donde divisamos Rioseta, Candanchu, La Raca y nieve en La Moleta.
Descendemos hasta Canal Roya y seguimos hasta su área recreativa, enlazamos con el camino De Santiago y en el Hospital de Santa Cristina lo abandonamos para ir al parking , son las 15 horas.
Nos dirigimos de nuevo a Gabardito donde nos esperan con la ensalada y la fenomenal paella que nos ha preparado el Chef Pichetas y sus ayudantes.
Mejor colofón imposible , para un día de lluvia.

JORNADA DE SETAS
 
Nos espera un fin de semana intenso a los voluntarios que partimos a las 7,30 h. desde Salesianos dirección a la Colonia Salesiana en Gabardip (Villanua).
El programa se ha realizado de la siguiente manera:
-sábado, llegada a Gabardip para apertura del campamento y dejar los alimentos adquiridos para el fin de semana, especialmente los perecederos, y salida hacia el monte de Borau para búsqueda de setas.
--Regreso por la tarde para comenzar con las tareas de voluntariado en la mejora de la estructura del centro. Previsto para el fin de semana las siguientes:
a)Recogida tierra y matorral del hall de entrada principal, principalmente junto al seto. OK
b)Cambio fundas colchones, hasta donde lleguen. OK
c)Saneamiento fachada celebración eucaristía y creación de una zona fina de aproximadamente 2x2 para pintado posterior por Luis Toro de imagen de San Juan Bosco. OK
d)pintado hasta donde lleguen las existencias. Al final se pueden terminar las siguientes acciones: Puertas y ventanas interiores cocina casa principal, Pintado puertas y ventanas comedor niños, Lijado y barnizado repisas ventanas cocina y comedor, Lijado y barnizado hall entrada casa, Pintado interior puerta entrada casa y limpieza entrada, lijando y barnizando apoya manos. OK
e)terminar de pintar soportes todo comedor de verano. No se puede realizar porque la pintura no es la misma a la existente.
f)limpieza fundas de colchones planta última. No se puede realizar por falta de tiempo.
--Domingo.
a)Continuar con las tareas indicadas anteriormente para los que permanecemos en el centro.
b)Excursión circular por Canal de Izas a Anayet y regreso por Canal Roya.
c)Comida todos juntos en el centro, paella popular, y regreso a Huesca.
Sábado, Jornada de Setas.
Pichetas, María Pardo, Javi (junior), M. Jesús y Enrique, Josico, Toni, Andrés, Carlos Monclús, Ignacio y Antonio. (3 vehículos: Pichetas, Enrique y Andrés).
10 h.Después de dejar los enseres y viandas en el centro, partimos hacia el monte de Borau en un par de coches. Llegamos al collado una vez superado Aratorés, aparcando a la izda en un pequeño parking junto a una pequeña construcción improvisado como refugio, a la dcha. está el desvío hacia el Monte de la Madalena y refugio López Huici. Ya tenemos un mal presagio porque bajan de la parte alta un par de buscadores con el cesto vacio. Aún así decidimos subir por la pista e ir mirando, nos separamos para después juntarnos a almorzar en el parking sobre las 11,30 h.
Toni y yo subimos hasta el final de la pista, junto al repetidor, los demás se van quedando por el camino adentrándose en el pinar. Ni olerlas, además creemos que, pese a las últimas lluvias, el terreno todavía no está preparado. La humedad tan apenas existe, el terreno está demasiado seco. Había mucha necesidad del líquido mágico y se ha evaporado sin apenas mojar la tierra. Decidimos regresar y anticipar un poco la hora del almuerzo, ya va siendo hora.
Compartimos viandas y vino y sobre todo las excelentes tortillas que unos y otros han preparado. Decidimos regresar al campamento por el camino de Santiago tomando el desvío a  la izda. de la calzada, una vez pasado Aratores, y que discurre junto a una pequeña canal que alimenta de agua a los pueblos de la zona. Pichetas, María, Javi y Toni decidan explorar el monte ascendiendo un poco más por la pista del refugio López Huici, el resto hacemos lo comentado anteriormente. Andrés y Enrique nos dejan en el punto indicado y ellos vendrán a nuestro encuentro en sentido contrario una vez dejen los vehículos en el centro.
El camino no ofrece ninguna dificultad, prácticamente llano. El día no es malo para caminar, entre sol y sombra, disfrutando de los colores del otoño que nos proporcionan bonitas vistas del fondo del valle. Una vez reunidos decidimos seguir caminando por la pista, así llegaremos hasta el final de la misma, antes hemos dejado a nuestra dcha. desvíos que descienden hasta Gabardip, y hemos atravesado la tubería que nos lleva el agua a los depósitos del centro. En este punto sale una senda, bien marcada, por donde continuamos llevándonos a la primera urbanización existente un km. antes de Villanúa. La recorremos circularmente observando las construcciones, las casas en venta, y los chalets y descendemos hasta la carretera, cruzándola y dirigiéndonos ya de nuevo por la pista del "camino Santiago" hasta la entrada de Villanúa.
Regresamos por el mismo camino, donde observamos con atención el centro de recreo en construcción casi en frente del desvío a Gabardip, encontrándonos en este punto con los últimos recogedores de setas, Pichetas y compañía, que regresan sin éxito. De aquí al Centro tan apenas 10 m. de caminata.
Preparamos comida que compartimos, y después de un buen café "descafeinado" comenzamos con la faena.
Desde las 16 h hasta las 21 h. cada uno tuvimos nuestra faena, unos fuera, de albañiles, y otros dentro, pintando, cambiando fundas de colchón y limpiando, trabajo que interrumpimos en un par de ocasiones para tomar algún refresco. Javier y Tony tienen que bajar a Jaca a comprar alguna provisión.
Después de la cena, que preparamos entre todos  de mil amores, tomamos café y alargamos la velada muy gratamente con las canciones que nos deleitaron Pichetas y María Pardo, acompañados por unos suaves gin-tonic.
Domingo.  II Jornada en Gabadip
A las 7 se levantan los compañeros que van a la excursión programada a Anayet. También lo hago yo para prepararlas un café caliente.....apetece, el día amanece frío y lluvioso (la crónica de la excursión la cuenta Carlos Abadía). Después de tomar ese café caliente con pastas, parten todos dirección a Canal de Izas.
El resto, Josico, Andrés, Ignacio, Pichetas, María y servidor seguimos con el trabajo de campo, terminando lo iniciado el día anterior. Al final queda todo el trabajo hecho: Pintado de puertas y ventanas (parte interior) de la cocina, hall, comedor, incluido el lijado y pintado de las repisas de las ventanas y el barnizado de la puertas del hall. Pichetas y María mientras ultimamos los trabajos nos preparan una paella exquisita que degustaremos todos juntos, excursionistas y currantes.
Son las 15,45 h., un poco tarde por la espera de los andarines y por tener que asearse y ponerse ropa seca, cuando comenzamos a degustar la paella y ensaladas. Gracias cocineros. Café, trenzas de postre, pacharán casero y canciones de este dúo que forman Javier y María para terminar.
A las 18,30 h., el grupo empieza a desfilar, quedándonos 60 minutos más  M.Jesús, Enrique, Ignacio, Carlos Monclús para recoger el campamento y dejarlo en perfecto estado de revista.
Jornada micológica para el recuerdo. Lástima de la falta de setas y de un mejor tiempo en la excursión, aún así inmejorable e inolvidable. Muchas gracias a todos.





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Perdiguero - 5 de octubre de 2016

viernes, octubre 14, 2016 0 Comentarios



FOTOS de la jornada.


7,20 H. Después del madrugón (5,30 h salida de Huesca) y una leve parada en Graus a tomar café, a las 7,20 h. iniciamos el recorrido a 1650 m. altitud desde un pequeño parking situado unos pocos metros antes del puente que cruza el barranco de Lliterola, punto final también de nuestro recorrido circular.
La luz de la luna nos facilita la visión sin tener que encender los frontales al caminar por la calzada hasta el final de la A-139, justo encima de los Llanos del hospital. Una vez en el parking, casi al inicio, a ntra. izda., parte la senda, bien señalizada, que nos llevará a nuestro objetivo por el barranco de Remuñé.
Son las 7,50 h. cuando comenzamos la ascensión. La senda comienza en zig-zag tomando enseguida altura, después superada la primera pendiente continua en diagonal, siempre a la derecha del barranco, orientada a nuestro objetivo. Bien señalizada por la propia huella del camino y por los hitos continuos que encontramos no tendría pérdida por lo previsible del trazado.
La senda se aplana a la altura de la Pleta d'es Capellans, donde se alterna con ligeras subidas sin apenas dificultad. Así llegamos, encorriéndonos la niebla por la espalda que asciende desde el valle, hasta el desvío que se dirige, cruzando el rio por un "nuevo" puente de madera, al Ibons de Remuñé. Nosotros continuamos la senda rectos, por un pequeño prado donde las pisadas han marcado pasillo en la superficie herbácea.  Atravesamos una zona de cantos sueltos de color terroso que alternan con otros blancos, creando unos bonitos contrastes con el todavía verde de los pastos. Antes de abandonar  la "pleta" unas piedras de buen tamaño con unas inscripciones señalan un desvío hacia el"Boon" y la "plana", nosotros seguimos sin desviarnos, firmes hacía nuestro objetivo, ya superados los primeros 400 m. de desnivel.  Otra inscripción  de color azul  en una piedra nos marca nuestro camino hacia el "portal". Unos metros más adelante otro puente de madera sirve para cruzar el barranco a la senda que retorna de los Ibons de Remuñé.
A las 9,30 h. comenzamos a superar el salto que forma  el barranco por una zona que discurre encajonado, obligándonos  a cruzarlo y alternándolo a dcha. e izda. para poder salvar el mayor desnivel, ayudándonos en algún momento con las manos. Superada esta pequeña dificultad nos encontramos con las bonitas vistas que nos proporciona la "forca de ramuñé", un pequeño prado que recoge las primeras correntías que forman el barranco nos da la bienvenida. El color verde de la hierba se alternan con otros corros que amarillean, seguramente por la  falta de precipitaciones, que mezclados con el blanco de las rocas del circo, el azul de las aguas casi estancadas y los bancos de niebla que se acumulan en las cimas nos proporcionan unas muy bonitas imágenes que intentamos plasmar en los móviles.
Dejamos el barranco a ntra. derecha y proseguimos la ascensión que, a partir de este punto, se hace mucho más dura, con mayor verticalidad. La senda avanza con continuas lazadas por terreno muy pedregoso, superando en pocos metros 300 m. de desnivel. Dejamos a ntra. izda. la Tuca de Ramuñé,  llamándonos la atención los colores verdosos que cubren en una buena parte su pared vertical.
10,30 h. Paramos a almorzar aprovechando que la niebla alta nos da un respiro y nos deja disfrutar de los rayos de sol. Sigue la verticalidad de la ascensión que discurre por bloques enormes de piedra caliza erosionados por el agua que las recorrerán torrencialmente cuando haya precipitaciones. Tenemos que esforzarnos y realizar alguna parada intermedia para tomar aire. Cuando se suaviza este tramo, estamos aproximadamente a 2800 m. altitud, nos encontramos con una pareja, Luca y José Luís, que nos acompañarán durante el resto del recorrido, cambiando nuestra intención inicial de afrontar solamente la cima del Perdiguero.
Nuestro objetivo ya hace rato que lo tenemos a la vista, mostrándonos la verticalidad de su cara norte. Mucho más visible cuando superamos el paso elevado que forman la Tuca y el Tusse de Ramuñé, contemplando también sorpresivos por su belleza la foto de cuadro que crean el Ibón de Lliterola y el circo que forman Perdiguero, Picos de Crabiules y Tusse de Ramuñé.
Dejamos el ibón a ntra. izda. y ligeramente elevados sobre el mismo, sin llegar a descender a su nivel, nos dirigimos  por los ibones superiores, cruzándolos, hacia la Collada de Lliterola, punto elegido para, cresteando por los tres miles que forman parte del circo, llegar hasta nuestro objetivo final, el Perdiguero.
A las 12,30 h. hemos superado el collado (2981 m.), excelente punto de observación del "lac del Portillón". A medida que vamos ganando más altura, ascendiendo por las crestas, las vistas van siendo más espectaculares, ampliando nuestro horizonte y surgiendo nuevos objetivos, así podemos observar con total precisión el refugio  francés situado junto al lago.
Tenemos que prestar mucha atención, utilizando las manos casi continuamente por necesidad y  para una mayor seguridad, utilizando el trasero en algún punto por su verticalidad a ambas caras de la cresta y mayor grado de dificultad.
Superadas la Agua de Lliterola (3028 m.), Punta de Lliterola (3132 m.), Pico Royo (3121 m.) con  la piedra de color rojizo que señala su nombre, y la Tuca de Lliterola (3095 m.) como penúltima dificultad, estamos a las 14,30 h. a los pies de nuestro objetivo, solo 169 m. de desnivel nos separan de la cima. Para superarlos seguimos el trazado de cantos sueltos bastante vertical que discurre por la dcha. de la cresta, obligándonos su pendiente  a realizar ligeras paradas que aprovechamos para observar el paisaje, especialmente el más cercano como el pequeño glaciar que forman La Tuca del Portillón de O, Sellán de la Baca y Pic de Audoubert, que tenemos casi en frente. Los cantos rodados nos obligan también a utilizar las manos en algún momento y prestar atención a nuestros pasos para esquivar las piedras sueltas y evitar caídas o desprendimientos.
15h. OBJETIVO CUMPLIDO. Después de felicitarnos los cinco  por el logro conseguido, cima inédita para todos, aprovechamos la suerte del día hasta ahora para dar gusto a los sentidos y disfrutar del panorama que tenemos por los cuatro costados. La presencia de una montañero francés nos permite realizar instantáneas del grupo. Los Javieres nos hacemos también varias fotos junto a una piedra inscrita con el nombre de TINO, rindiéndole  homenaje a nuestro amigo y compañero, deseándole también una rápida recuperación.
15,35 h. La niebla asciende deprisa  desde la cara sur, moviéndose con rapidez y ocultando al sol, circunstancia que hace bajar la temperatura varios grados y haciendo desagradable la permanencia en la cima.  Hemos tenido tiempo suficiente para disfrutarla, así que, con buen criterio, decidimos iniciar el descenso dirección al barranco de Lliterola, pero antes aún hoyamos de nuevo el último 3000 de nuestro recorrido, la Fita de Perdiguero (3171 m.).
Después de crestear durante unos cientos de metros, el descenso prosigue  muy en vertical por una superficie de losas y cantos de piedra degradados, así hasta prácticamente el inicio del barranco, por cuyo trazado decidimos continuar el barranco, dejando a nuestra derecha el trazado más transitado. La falta de marcas en algún caso o la presencia de varias que marcan distintas alternativas hacen que seamos anárquicos y nos rijamos por nuestra intuición, por otra parte previsible y sin lugar a confusión.
Una vez alcanzado el barrando de nuevo los hitos hacen acto de presencia, reafirmando lo acertado de nuestra elección. Todavía vemos nieve que evitamos pisar  en una zona sombría del barranco, llamándonos también la atención varias formaciones rocosas por sus formas y una franja de mármol que recorre incrustada durante unos metros los bloques de granito, recordándonos las líneas blancas del asfalto.
Varios destrepes nos obligan a ayudarnos con manos y trasero hasta alcanzar la Pleta del Ibonet de Lliterola (2390 m. ). Aquí las rocas han dejado paso a pastos que alternan con piedras sueltas que alguien ha aprovechado para unos improvisados vivac. Hemos descendido 830 m. en apenas hora y media. El reflejo de la luz, con sus destellos en la superficie del ibón, permite realizar unas bonitas instantáneas. Superamos el Ibón por ntra. izda., salvando una pequeña cota que nos lleva de nuevo a los 2500 m, reanudando, desde este punto,  un continuo descenso que discurre a la izda. del barranco por superficie herbácea. Ricos pastos que habrán servido de alimento estos últimos meses. La senda  bien señalizada por marcas y por la traza abierta entre los pastos  no permite ninguna confusión.
El barranco, seco por momentos, desciende con más verticalidad que nuestro camino por las continuas lazadas hasta la altura de la  Plana de la Cabaña del Forcallo, que podemos observar desde lo alto de nuestro recorrido. Sobrepasado este tramo de nuevo el descenso aumenta en inclinación, ayudando los zig-zag obligados de la senda  a superar el L'Amorriadó.
A las 18,30 h. llegamos a la Cabaña del Llosero, adentrándonos para finalizar nuestro descenso en una zona boscosa de pinos y abeto viejo, llamándonos la atención el primero que encontramos, totalmente seco salvo en una de sus ramas, como si ésta nos quisiera señalar el camino. Unas suaves lazadas más nos llevan al asfalto, punto final de nuestro recorrido. Son las 18,45 h.
22 km. de recorrido y aprox. 2000 m. de desnivel acumulado.
 

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Posets - 28 de septiembre

lunes, octubre 10, 2016 0 Comentarios



POSETS - 28-septiembre-2016 Andrés y Antonio

FOTOS de la Jornada

A las 5,05 h. me recoge Andrés en la Plaza Santa Clara. Partimos hacia Eriste, Carretera de Benasque. La mañana despejada anticipa un día muy bueno de temperatura, aún cuando el termómetro vaya bajando a medida que nos acercamos a nuestro punto de partida. Al pasar por Graus, donde paramos a tomar una café, ha descendido hasta los 10º.
Nada más pasar Eriste tomamos un desvío a la izda., pista asfaltada en un primer tramo que combina con tramos de tierra después y cemento al final. Aproximadamente 5 k. nos separan del parking de Espigantosa, muy cerca de la cascada del mismo nombre. Cuando llegamos, 7,25 h.,  todavía es de noche, pero empieza a amanecer, no consideramos necesario pese a dominar la luna nueva coger los frontales,  5,5º de temperatura. Nos ponemos algo de abrigo, cargamos mochilas y cinco minutos más tarde comenzamos a caminar.
7,30 h. 1.520 m. altitud. Un panel y unas señales al inicio del parking nos indican la dirección al refugio de A.Orús, 1,30 h. indica. Aprox. 100 metros de pista nos conducen a la vista de la cascada, a la vuelta la apreciaremos mejor, con la oscuridad nos se aprecia la magnitud de la misma. A partir de aquí ya caminamos por una senda bien marcada que no confunde a error. Cruzamos el rio Eriste y comenzamos una ligera ascensión con continuos giros que nos sitúan rápidamente en los 1750 m. que iremos manteniendo con ligera oscilación durante una buena parte del recorrido mientras la senda discurre por una zona boscosa por la margen izda de la Ball de Grist.
Un nuevo repecho que discurre entre cantos de granito bien sujetos y entre abundante vegetación nos hace ganar de nuevo altura. Nos entretenemos, aprovechando que ya ha amanecido, observando los hongos que encontramos en el camino y los Serbal de los cazadores (Sorbus aucuparia, arbol de frutos rojos) que están en su pleno apogeo con sus frutos rojos, ofreciendo un contraste muy bonito con el verde del bosque. De nuevo la pendiente disminuye hasta un pequeño prado donde unas surgencias de agua invaden la senda. A nuestra derecha una caseta de piedra, posiblemente refugio de pastores. A partir de aquí, la senda nuevamente se empina hasta el refugio, que aparece casi de repente al final del bosque, en lo alto, son las 8.45 h.
Lo dejamos a nuestra derecha y no nos entretenemos, pararemos si tenemos tiempo a la vuelta. Unas vacas pardas nos dan la bienvenida, pacen tranquilas alrededor del refugio, no les perturba nuestra presencia. Una vez superado el refugio la senda supera una zona rocosa, un poste con varias señales indica todos los recorridos posibles, desde aquí la ruta del GR 11.2 está bien marcada, siendo constantemente visible las marcas roja y blanca que van indicando el recorrido.
Un falso llano nos acerca a una zona de granito que vamos superando sin dificultad utilizando las manos en algún momento para salvar los desniveles. Un pequeño congosto, casi debajo de la "Agulla del Forcau", nos lleva, una vez superado, al enlace del GR 11.2, que une los refugios de Biados y Estós. Son las 9,25 h. y estamos en cota 2.370 m. Continuamos dirección a Biadós.
Unos nuevos bloques graníticos marcan el camino, debemos esforzarnos para superar una gran mole, continuando la senda a la izda del barranco "Aigueta de Grist" hasta que procedemos a su cruce por un puente metálico partido en dos, seguramente por las avalanchas, pero que todavía sobrevive.
La senda sigue bien marcada por los colores típicos del GR, pero al superar una pequeña cascada que forma la barranqueta se alterna con mojones, posiblemente esto nos despista y no vemos el desvío que queda a nuestra dcha para encarar directamente la Canal Fonda, paso formado entre el Tucón del Diente de Llardana (3094 m) y las Tucas de Canal Fonda (2910 m.), así que seguimos por el GR. dirección a la Collada de la Forqueta y a Biadós. Cuando llevamos unos cientos de metros y a 2.600 m. de cota nos cruzamos con una pareja de asturianos que descienden de la Forqueta y nos indican el camino correcto, así que giramos a nuestra dcha y continuamos una traza, no muy marcada pero previsible, que nos acerca a la senda correcta. Tan apenas hemos perdido metros de altitud.
La senda por la Canal, salvo algún pequeño tramo, es muy vertical, así que dada la hora decimos avanzar hasta la cota 2.800 m. y parar a almorzar y descansar un poco de la subida tan rápida que hemos realizado. A mí se me nota el catarro que arrastro desde hace varios días. Paramos justo debajo del muro del Diente de Llardana, en una zona al abrigo de la brisa y donde se agradecen los rayos de sol. Son las 10,20 h., llevamos 2,45 h. desde el parking de ascensión, hemos subido 1.300 m de cota, sin descontar el tiempo perdido en hacer fotos y disfrutar de las vistas.....y alguna que otra necesidad fisiológica.
Veinticinco minutos después reanudamos la ascensión, son las 10,45 h. Pasos cortos para superar la verticalidad de los últimos metros de la canal, que discurre por una senda de piedra suelta y en constantes lazadas que ayudan y mucho a superarla. Son las 11,10 cuando superamos el collado del "diente", cota 3015 m. Hace rato que tenemos a la vista nuestro objetivo, desde este punto observamos también a montañeros que bajan de la cima, nos quedan los últimos 350 m.
Excelente vista desde aquí del circo que forman Posets, Tuqueta Roya (3273 m.) y L'es Espades d' Llardaneta (3332 m.), donde todavía se puede observar nieve en el fondo. Seguimos a nuestra derecha la senda bien indicada por mojones que nos orientan para salvar una pared con una buena verticalidad, utilizamos las manos pero se supera sin dificultad. A partir de aquí la senda sigue su ascensión por una pedrera con continuos zig-zag, sin homogeneidad en sus giros, pero muy empinada, obligándonos además la piedra suelta a prestar atención para no resbalar y evitar el paso adelante y dos atrás. En este tramo nos vamos cruzando ya con montañeros a los que les pedimos amablemente nos hagan fotos juntos.
Enseguida. a las 11,40 h,  nos situamos en la cresta del Posets, lo que nos permite disfrutar de las vistas del Perdiguero, nuestro próximo objetivo, y sus comparsas, además de los ibones situados en la cara norte (Ibones Negro, D'abaixo, D'el Mich, De Grist) y los restos del Glaciar del Posets.
La cresta se estrecha en los últimos metros, obligándonos a asegurar bien los pasos y apoyarnos en las manos en algún tramo para superar la dificultad. La arista es lo suficientemente ancha para caminar con seguridad, eso sí sin descuidar la atención en los pasos y no tropezar con las piedras.
11,55 h. CIMA. Espectaculares las vistas. A las ya descritas tenemos a nuestra izda Monte Perdido y sus vecinos, y por supuesto la Sierra de las Madaletas y al Rey Aneto. El día totalmente despejado nos permite girar constantemente a nuestro alrededor para disfrutar del infinito. Prestamos atención en situar a los Culfredas, visitados el año pasado. A la cima hemos llegado al mismo tiempo que un montañero catatán que ha subido por la cresta desde la Collada de la Paúl.
12,35 h. Comenzamos el descenso los tres. El catalán nos invita a ascender con él  "Diente Llardana", eludimos el compromiso, no era nuestra intención hacerlo, así que nos seperamos y seguimos nuestro camino de descenso. En algunos tramos lo hacemos corriendo, así superamos a varios grupos que nos hemos encontrado descendido el Posets cuando nosotros subíamos.
14 h. Estamos tomando una cerveza en el refugio, el aspecto exterior es espléndido pero observamos le falta un poco de mantenimiento en la entrada donde están ubicadas las taquillas, pese a todo las notas en el libro de bienvenida son todas elevadas con comentarios muy favorables. Las cervezas a 3,50 €.
14,20 h. abandonamos el refugio con el permiso de las vacas que merodean la puerta de entrada. Bajamos más despacio observando los níscalos por el camino, especialmente cuando llegamos a un pequeño prado, después de descender aprox. 200 de cota, junto a la "aigueta de Grist" y una pequeña mayata que serviría de refugio para ganaderos o cazadores. Desde aquí la senda discurre casi en horizontal un buen tramo, nos desviamos  descendiendo unos metros hasta el cauce del arroyo cruzándolo por encima de las piedras para no mojarnos, decidimos continuar la pequeña traza que discurre por un pequeño prado, intuimos que nos llevará de nuevo a la senda. Así es, tan apenas 500 m. más adelante volvemos a cruzarlo, esta vez por un puente que nos proporciona una buena vista del cauce de la "Aigueta", divisando también, al fondo a lo alto, el refugio A. Orús (El Forcau). Enseguida oímos el ruido de la impresionante cascada de "espigantosa", un huella que sigo intuitivamente me acerca al fondo de la misma. Digna de una pequeña excursión dada su accesibilidad. Perdemos más de 5 minutos haciendo fotos.
15:45 h. Llegamos al parking. Buen día y generosa ascensión, una de las más bonitas realizadas hasta ahora.


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Guara: último domingo de septiembre

martes, septiembre 27, 2016 0 Comentarios




 FOTOS de la ascensión

GUARA - 25-septiembre-2016
Lolo. Raúl, Andrés, Carlos Abadia, Carlos Monclús, Alfredo, Oscar, Ana, Jose Antonio, Felipe Munuera, Héctor, Cru y Antonio. M. Dolores es baja de última hora por culpa del despertador.
Coches: Carlos Abadía, Felipe (desde Salesianos) y Andrés (desde Barluenga, pasando por Siétamo para recoger a Cru).

Salida a las 7,15 h. desde Salesianos, un poco más tarde de lo previsto por intentar contactar con M.Dolores. Salimos dirección a la presa de Calcón, cuando llegamos ya estaban esperándonos Andrés y Cru que se nos habían adelantado.
Después de los saludos de rigor, a las 7,50 h. comenzamos la travesía, que a priori sabemos será dura y larga, aunque desconozcamos una buena parte del trazado inicial.


Cruzamos la presa inaugurada en Enero de 1996, así lo indica la placa situada al otro lado de la misma. Saltamos la valla que impide el paso y comenzamos la ascensión al muro que sirve de vaso contenedor  al este de la presa (La Bastida). No hay trazas y además está muy vestida de bojes y zarzas, unos suben en línea recta y otros lo hacemos por el rastro que hoyan las cabras, intentando evitar agarrones y pinchazos. Una vez en la cima descendemos, ya orientados hacia Guara, buscando la senda que viene de Panzano. La encontramos sin dificultad y precisión gracias a la orientación de Cru. Seguiremos por ella unos metros hasta llegar al camino que proviene de Tejerías y que lleva a Santa Cilia de Panzano. Antes nos encontramos unos antiguos polvorines utilizados para la construcción de la presa, son las 8,55 h. Después de unas explicaciones de Cru sobre la finalidad de los mismos, proseguimos la marcha por la pista.
Nos desviamos ligeramente del camino y cogemos una pista que discurre  en paralelo y casi en horizontal para acercarnos al punto de trasvase de aguas del Formiga al Calcón, justo en el barranco que forma la peña el "O Molar". Desde aquí saldremos nuevamente al camino que bordea la peña, este ya sigue una trayectoria ascendente, dirección Casa A Fueba (territorio de la Duquesa Vallermosa), a donde llegamos a las 10:15 h., buena hora para almorzar.
El día nos acompaña, el frescor de por la mañana y la ligera brisa que soplaba en Calcón ha desaparecido, y el cielo  ligeramente cubierto por nubes que no permanecen estáticas nos  evitan pasar calor.
Tan apenas 15 minutos de descanso y reprendemos la marcha, abandonamos la pista, flanqueada por zarzamoras y arañones, y tomamos la senda a nuestra izda., justo después de pasar los resto de  una vivienda, encaminándose casi en línea recta a los pies de los muros de Sierra Guara, a la Izda de la zona denominada "As Pauletas". Dejamos a nuestra izda una señal que indica dirección a "fuente salada", situada en el barranco que forman el Arnabón y Punta o Matal.
Los pinos y zarzas nos van encerrando cada vez más, tenemos que ir sorteándolos por viejos bancales construidos seguramente para repoblar, caminamos dirección oeste hacía el barranco que tomaremos para ascender  casi en vertical y poder  superar un primer tramo que nos llama la atención por el caos producido por un antiguo desprendimiento. Entre piedras y cantos sueltos una surgencia nos sirve para rellenar botellines de agua.
A las 11:25 h. todos hemos superado este escollo, duro pero sin ninguna dificultad adicional además de la verticalidad que hemos ido superando con improvisados zigzag, que nos sitúa a 1.600 m. Solo mencionar un pequeño traspiés de Ana en la ascensión sin importancia, estando muy atento Andrés para ayudarla.
Para evitar una zona muy vestida de erizones y eludir el barranco que Punta Ballemona forma  a nuestra izda, seguimos en linea recta sorteando la maleza y buscando una zona más pedregosa, así, después de realizar una pequeña trepada para sortear una zona rocosa, llegamos a la cresta que nos permite divisar el pozo de hielo de Ballemona y toda la cara este de la Sierra que hasta ahora ha permanecido oculta durante toda la ascensión. Ya estamos a 1700 m. Toda la pequeña loma está repleta de rocas fosilizadas y sedimentos.
Son las 12:26 h. Nos dirigimos ahora hacia Punta Ballemona, enseguida enlazamos con la senda que viene de Los llanos de Cupierlo y Santa Cilia, a partir de aquí el camino es viejo conocido, retomamos las sendas tradicionales. Mientras seguimos nuestra ascensión observamos en la cima del Tozal movimientos de personas, pensamos que son de Peña Guara.
A las 13:10 h. nos enfrentamos con el último tramo de la ascensión, recordamos nuestro punto de acampada de la nocturna. Unas docenas de cabras, que no se inmutan con nuestra presencia, se sitúan a izda y dcha de la senda, el olor a choto es inconfundible. Nos cruzamos con las personas que veíamos a lo lejos, el grupo más numeroso son montañeros franceses.
13:25 h. Objetivo cumplido. Entre el grupo no hay esta vez ningún novato. Hemos llegado todos prácticamente a la vez. El tiempo en la cima es fresco, al norte totalmente despejado, observándose con toda claridad el Valle de Nocito, en cambio al sur la boira hace acto de presencia, ascendiendo desde el fondo y moviéndose con rapidez, lo que origina que solo podamos ver intermitentemente nuestro punto de partida, el embalse de Calcón. Dejamos nuestra impronta en el libro y después de realizar la foto de grupo, aprovechando la presencia de un corredor de running, iniciamos el descenso.
Son las 14 h. cuando decimos adiós al Tozal, la niebla que ameraba los rayos de sol ha desaparecido dejando paso a una tarde calurosa. Comenzamos el descenso de la pedrera con la prudencia inicial que enseguida da paso a un trote rápido que nos hace disfrutar. A las 14,30 hemos superado los dos tramos más marcados de pedrera que nos sitúan al inicio del barranco. Seguimos descendiendo sin parar hasta el cruce del barranco, junto al cauce del torrente, donde nos aprovisionamos de agua y continuamos por el sendero de la "muarra" hasta el cruce de caminos con Tejería,  Collado de Petreñales y embalse de Calcón, justo al final de los huertos de Fabana y en el cruce de barrancos. Son las 16:05, buena hora para comer.
Sentados a la sombra, encima del cesped, aprovechamos para descansar del rápido descenso y reponer fuerzas con lo que queda de las viandas. Media hora más tarde, tiempo más que suficiente, seguimos para afrontar los aproximadamente últimos 4 km. que nos restan. Pista hasta la caseta situada en la cola de la presa, donde la abandonamos para iniciar el camino hacia la casa de cazadores de "estebañón", justo  al lado de una pequeña  fuente y un diminuto  prado con pinos altos y una hermosa mesa de piedra, que ahora comentamos que de haberlo sabido hubiese sido un buen lugar para comer. Este tramo de recorrido es muy bonito, siempre a la derecha de la presa, a la que bordea sin atajos siguiendo sus meandros y rodeados de mucha vegetación. Después de dejar la presa a nuestra izda., un último repecho nos acerca al collado desde donde divisamos las construcciones de la C.H.E. , un poco más allá, tras un suave descenso nos encontramos con  la casa de estebañón, son  las 17:25 h.
Pista hasta el inicio de la finca de C.H.E y tomamos un último atajo para evitar llegar a la rotonda. Realizamos un pequeño destrepe para salvar los pocos más de 10 metros de desnivel que nos acercan a la carretera, por la que seguiremos hasta llegar al aparcamiento, punto de partida. Son las 17,50 h., hemos cumplido el horario previsto (18 h.).
Salvados en 23 km. los 1650 m. de desnivel. Punto de partida y llegada inéditos en todas las ascensiones realizadas al Tozal de Guara por los Javieres.
Degustamos unos refrescos que hemos dejado en el coche, apetecen porque todavía permanecen fríos y volvemos para Huesca.

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Tuca de Mulleres - 11 de septiembre

miércoles, septiembre 14, 2016 0 Comentarios




FOTOS de la ascensión.

PICO MULLERES - 3.010 M. - 11 SEPTIEMBRE 2016

5,10 H. Salida desde Salesianos, un poco mas tarde de lo previsto por el recorrido de recogida del bus. Acuden a despedirnos los jóvenes Javi y Alex, que no pueden acompañarnos por distintos motivos. Bajas de última hora reducen el grupo a 23 Javieres.
La mañana fresca pero sin ausencia de nubes anticipa el buen día que nos espera. Orión destaca en el oeste como augurio de la llegada del frio.
Parada en Siétamo para recoger a Cru y autovía hasta Barbastro, donde cogeremos la crta. hasta a Graus, donde nos desviaremos por la A-1605 que recorre el Valle de Isábena, pasando por el Monasterio de Obarra y Bonansa, hasta la N-260, aquí giraremos a la dcha para que,  en  tan apenas 1 km.,  nos acerque a la N-230, por donde circularemso los últimos 25 km. que nos llevan hasta la entrada del túnel viejo de Viella, donde nos deja Boyan, conductor del microbús de Autobuses Sierra de Guara. Son las 7,45 h.
Cargamos mochilas, nos abrigamos, y sin mas dilación, a las 7,53 h. ya estamos caminando por la senda que atraviesa una amplia val. El rio que forma los desagües del barranco de Molieres discurre paralelo a nuestra izda., un poco más abajo, junto con el barranco de Espitán, forman el Noguera-Ribagorza, frontera entre Aragón y Cataluña en buena parte de su recorrido. Superamos unos torrentes por unas pasarelas de madera, que por su buena conservación deducimos no están colocados de hace mucho tiempo, para adentrarnos, una vez superado el plan de la Espona, en una zona boscosa, primero pinos y después un hayedo nos acerca al "salto de molieres", bonita cascada que superamos en varias lazadas para situarnos en el llano del "plan de la rasa". Son las 8,20 h.
Este pequeño valle que forma el barranco hace presumir que la senda discurra por el mismo, junto al rio y su manto herboso, pero sigue desde la cascada un trazo ascendente por la parte dcha. marcada con hitos de madera. Superamos un primer caos de bloques de granito y árboles caidos que nos acercan a un pequeño torrente que recoge aguas de la sierra Pletanaua y que inunda por momentos la senda. Atravesado éste desaparece definitivamente la zona arbórea. Desde aquí la senda discurre por zona de pastos, siempre a la izda del barranco, unas veces en diagonal y otras en lazadas que sirven para avanzar en altura con menos dificultad. Un nuevo salto donde el agua se precipita dando lugar a otra bonita cascada nos detiene, debemos superarla pegados a ella y ayudanos por las manos por su verticalidad.
Una vez superada nos encontramos de nuevo con bloques de granito que ralentizan la marcha, afortunadamente son consistentes y están lo suficientemente encajados de forma natural para no generar inseguridad en la pisada. En diez minutos lo hemos atravesado todos. Nuevamente nos encontramos con una zona herbosa que hace más llevadero el ascenso, así, alternando con una zona de cantos rodados, nos aproximamos a otra dificuiltad rocosa que nos obliga a esforzarnos y volver a utilizar las manos, las nuestras y las de los demás.
Mientras vamos subiendo es imposible dejar de mirar, volver la cabeza sobre nuestros pasos nos va proporcionando una vista espectacular del valle, cada vez más envolvente a medida que vamos ganando en altura. A nuestra izda cada vez vemos más cercanas las tucas y cimas que encajonan el barranco,  Tuca el Santet, Tozal de la fontana de Viella,  Pico de la Tallada y la Tuca y Pico Feixant (2954 m), y a nuestra dcha., en lo alto de la ladera por donde discurre la senda, la Tuca Garbosa y su Sierra.
Recuperada la senda, ésta continúa en repetidas  lazadas que van evitando poco a poco  promontorios rocosos. Alguna parada para tomar aire es inevitable. Un primer grupo, con Cru, Rául y Lolo, y los más fuertes han tomado una ligera ventaja al resto, se adelantan para buscar el mejor lugar para almorzar. El resto seguimos a otro ritmo, unos por la dificultad y otros por acompañar, animar y prestar ayuda en los tramos con más verticalidad. El madrugón y el sofocón hacen que a más de uno se le manifiesten los duendes del estómago. Tenemos un pequeño respiro poco antes de llegar al primer ibón, la pendiente se suaviza y nos ayuda a tomar con más aire los últimos metros antes de la parada obligatoria.
Son las 10,25 h. Excelente el punto elegido para recuperar fuerzas. Un pequeño promontorio de piedra justo antes del ibón, a los pies del refugio, nos sirva a todos como posadera. Desde aquí se divisa perfectamente nuestro objetivo, flanqueado por la Tuca de la Feixa y el Cap de Toro, y el collado por donde pasaremos a la cara sur. Siguen sorprendiendo las vistas por todos los lados, destacando  a nuestras espaldas, al fondo del valle,  detrás de nuestro punto de partida, las cumbres de Aiguestortes y los picos del sector Comaloforno con sus tres miles. No hemos superado el tiempo que indicaba la señal de partida hasta este punto, 2,30 h. de recorrido.
A las 11 h. retomamos la marcha bordeando el ibón por la dcha. Un primer trazo suave da paso casi de inmediato a una zona pedregosa con fuertes y grandes bloques de granito, alternando con cantos sueltos, por donde se abre camino la senda en suave diagonal. Siempre  paralela   al segundo  y  tercer ibón, éste último de forma ovalada  es  el más grande de todos, se convierte, una vez superados estos en una desafiante traza que con continuos zig-zag nos hacen esforzarnos para superar una fuerte pendiente. El color de las mejillas y los suspiros delatan el cansancio de unos, aprovechando otros las paradas necesarias para realizar fotos del paisaje que vamos dejando atrás y lo que nos espera delante.
Media hora nos cuesta, al pelotón de cola, superar esta exigente dificultad que nos deja en otra no mucho mejor, con elevada pendiente y cantos sueltos de piedra blanca que nos obligan a asegurar los pasos. Tan suelta está que en algunos momentos nos desliza hacia atrás como si estuviésemos subiendo por una pedrera, prestando también atención a no precipitar ninguna piedra.
En un momento de la ascensión debemos de acarrear alguna mochila para aliviarles el peso. También las pastillas de glucosa de Carlos hacen milagros. Las diferencias en este último tramo se han hecho amplias entre la cabeza del grupo y los  últimos, los distintos ritmos marcan diferencias. Son las 13 h. cuando hacen cima los primeros. Cru retrocede y toma posición en el "collado de mulleres" para ayudar e indicar los apoyos al resto y poder superarlo con mayor seguridad debido a su verticalidad y vertiginosidad.
Son las 13.30 h. cuando todos hemos superado esta exigente dificultad que nos permite disfrutar de las imágenes que la cara sur nos descubre, El Rey Aneto, las Madaletas y sus glaciares, que se confunden con las moles de piedra blanca erosionada que han aflorado con el deshielo exagerado de las últimas décadas. Desde aquí un último esfuerzo nos queda  para superar los 100 m. de desnivel que nos separan de la cima. Tramo que realizamos cresteando por la cara sur, sin sensaciones aéreas, pero superando piedras sueltas que casi de repente nos sitúan en la cima. Un mojón alto y un punto geodésico nos dan la bienvenida al MULLERES.
ENHORABUENA  a los novatos; Para Sandra, Merche. Ana y Jorge es su primer 3.000, y nuestra felicitación especial para Susana y Eloy por el gran esfuerzo realizado.
La ausencia de niebla, que hemos visto cubría la cima en muchos momentos de la ascensión, y la presencia casi constante del  sol hacen nuestra estancia muy agradable, disfrutamos de las sensaciones que se siente en cualquier tres mil, haciéndonos olvidar enseguida  los malos ratos pasados y devolviéndonos la fortaleza y las ganas para poder afrontar el siguiente. Las crestas que envuelven el barranco, desde aquí parecen pequeñas y accesibles al observarlas por "encima del hombro", en cambio el Aneto, que no se deja ver por retener a la niebla en lo más alto, todavía nos parece, aún oculto a nuestra mirada,  lo que es, el Rey .
Después de dar cuenta de las viandas, uno más que otros, darle unos apretones a las botas de vino y realizar un sinfín de fotos, además de la de grupo, levantamos el campamento para realizar el descenso que se prevé duro para las rodillas por la cantidad de tramos con bloques de piedra y cantos rodados sueltos que hemos superado en la ascensión.
14,30 h. A esta hora las últimas unidades que cierran el  grupo estamos superando el collado. Si en la subida hemos sido prudentes ahora en el descenso se requiere el máximo de atención y concentración para no resbalar o tropezar. Los más avanzados, capitaneados por Cru, nos esperan unos metros más abajo, en la primera zona de bloques de granito, para ir adelantando al ceremonia del bautismo por su primer tres mil a los novatos. La nieve necesaria la ha recogido Oscar en el nevero existente en el Cap de Toro.
La dificultad del descenso y la diferencia de fuerzas hacen desde la reanudación que el grupo se disperse. Las rodillas van acusando el fuerte descenso y el esfuerzo de la subida, no obstante nos reagrupamos en el mismo punto del almuerzo, junto al primer ibón. Hasta que llegamos los últimos algunos han aprovechado para refrescase los píes en las frías aguas. Unos minutos de descanso que aprovechamos para comer algo y degustar las últimas existencias de café, galletas y chocolate. Continuamos  la marcha después de una última foto de grupo, debemos de hacerlo rápido si queremos llegar a la hora prevista al bus (18,30 h.). para poder llegar a Huesca antes de las 21 h. Tarea complicada porque son las 4,10 h., subir nos ha costado 2,30 h. y el retorno se augura será lento en general.
Nuevamente el grupo se alarga, la diferencia de ritmo de bajada es muy diferente y origina que vayamos dispersos formando varios subgrupos. Por delante los jóvenes con Cru se adelantan, deben buscar una zona de cobertura y poder avisar a Boyan, conductor del microbús, del punto de nuestra llegada, le habíamos dejado entrever que según como fuese el grupo era factible poder cambiar el punto de retorno, pensábamos poder llegar a la cara norte del túnel de Viella. Hace rato que hemos descartado esta posibilidad, volvemos al punto de partida.
Cerramos el grupo Eloy, Susana, Oscar y Antonio, un poco más avanzados caminan María, M. Dolores, M. Carmen Sandra y Ana, les preceden Andrés, Merche, Carlos y Miguel, y más adelante el resto. Ni el cansancio ni las ganas de llegar nos impiden prestar atención a las marmotas, impertérritas ante nuestra presencia, dejándose observar muy cerca de nosotros.
Cuando llegan los primeros al bus, aprox. a las 18 h., al resto todavía nos quedan varios kilómetros, unos van en ese momento por la cascada, otros la han superado ya, y los de cola todavía estamos superando la última pedrera. Las paradas para recuperar energía hacen imposible cumplir el horario previsto, pero lo importante es que vamos descendiendo sin complicaciones, chino chano. Las comunicaciones con los walkis son constantes para comunicar nuestras posiciones, Cru, Andrés y Antonio son los portadores de los 3 equipos.
Cuando llegamos Susana, Oscar y servidor al bus, todos están en sus asientos, antes han disfrutado de los refrescos que hemos dejado en el maletero, nosotros lo haremos una vez el vehículo esté en marcha. La botella de cava que ha traido Merche para celebrar su 3000 la dejamos para otra ocasión, que no mejor. El tiempo apremia y hay que partir de inmediato para intentar llegar lo antes posible. Son las 19,15 h. cuando abandonamos el lugar de partida-llegada. El retorno se realiza por el mismo sitio. Después de dejar a Cru en Siétamo, la entrada en Huesca la hacemos a las 21,30 h.
ENHORABUENA, debemos  felicitarnos todos por haber alcanzado los 23 el objetivo. Chapó a "las mulleres",  mi reconocimiento a Susana y Eloy por el sobreesfuerzo realizado y también a los que de una manera u otra habéis echado una mano ayudando a los demás, somos geniales.

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Aneto - 7 de septiembre

jueves, septiembre 08, 2016 0 Comentarios

ANETO - 7 DE SEPTIEMBRE DE 2016. ANDRÉS y ANTONIO





FOTOS de la JORNADA.

A las 6,30 h. estábamos en Benasque para poder coger el bus que nos acercase a La Besurta. En estas fechas, concretamente hasta el día 11 de este mes, es el único medio móvil para poder acceder, salvo que quieras ir a pie desde los Llanos de Hospital. Como no partía hasta las 7,30 h. aprovechamos para echar un bocado en uno de los pocos bares que abren pronto.
El ligero retraso en la salida y las paradas del trayecto hizo que iniciáramos el ascenso más tarde de lo previsto. A las 8,20 horas comenzábamos la marcha. La mañana fresca nos obliga a abrigarnos, será momentáneamente porque el día se presume caluroso. Iniciamos el paso suave, calentando, disfrutando del paisaje que nos ofrece uno de los más bonitos, a mi gusto, valles del Pirineo. Las vistas van cambiando a medida que vamos ganando altura y por los distintos puntos de observación que el camino zigzagueante nos va ofreciendo, también los rayos de sol, que poco a poco van superando las cimas, nos van ofreciendo una perspectiva diferente.
En apenas 25 minutos llegamos al refugio. No queremos entrar para no poder tiempo, pero tenemos que hacerlo porque no encontramos ningún cartel marcado que nos indique con seguridad la dirección correcta. Amablemente nos lo indican.
A las 8,45 h comenzamos la verdadera ascensión. Un pequeño prado inicial da paso a una senda con continuas lazadas que discurre inicialmente por terreno herboso, dividiéndose en varios trazados paralelos que pueden confundir pero que van convergiendo poco a poco. Este tramo inicial asciende por la izda paralelo al barranco de la Madaleta. Las marmotas, como no podía ser de otra manera, difícilmente se dejan ver pero advierten de nuestra presencia.
Después de pasar un pequeño torrente, donde se pierde la traza bien marcada, debemos seguir los distintos hitos de piedra existentes que nos van confirmando la dirección correcta y que nos acercarán a una zona rocosa de piedras sueltas que en varias ocasiones tenemos que superar con ayuda de las manos. Desde este punto, salvo en algún pequeño tramo menos vertical donde aprovechamos para tomar aire, la subida gana en inclinación. Ya hace rato que nos hemos bajado manguitos y recogido la capa de abrigo que llevábamos.
Los mojones no faltan, marcan caminos distintos, hacia los portillones o hacía el barranco, pueden generar confusión. Nos inclinamos por la que nos acerca al portillón, situándonos casi  por debajo de la cresta. Antes de llegar a un falso llano, donde hay ubicados unos pequeños vivac, nos tropezamos con un italiano madrugador que desciende con su perro, vuelve enfadado consigo mismo por no llevar crampones ni piolet y no haber podido culminar la ascensión. Nos alivia el pensar que hemos sido previsores habiendo alquilado sendos materiales. Aquí son las 9,40 h, buena hora para parar a echar un bocado y deleitarnos con las excelentes vistas que nos depara la sierra de la Madaleta con su glaciar hacía el sur-este, la amplitud del valle al fondo,  iluminado por el sol casi en su totalidad, por donde discurre el disminuido todavía cauce del Esera, y a nuestra dcha., al otro extremo del valle, el Salbaguardia y el paso del Portillón. Tiramos de mapa para poner nombre a las cimas que nos rodean. Todavía no vemos el Aneto, la cresta de los Portillones nos lo impide.
Estamos tan a gusto y el tiempo es tan agradable que cuando nos damos cuenta son las 10.30 h., hemos estado entre almuerzo y observaciones 50 minutos, más tiempo del previsto, no nos arrepentimos, ha valido la pena disfrutar de tanta belleza, además con toda seguridad que a la bajada no nos detendremos.
Al reanudar la marcha, unos hitos situados detrás del vivac nos despistan, los seguimos y nos elevan a la cresta. Otra marca descendía hacía el barranco, esta es la que deberíamos haber tomado para ascender después siguiendo el mismo hasta el paso del portillón superior. Pero como retroceder dice Cru que es de cobardes, seguimos por la cresta hasta el paso, nos sirve como entreno para el paso de "Mahoma". Después de varios destrepes llegamos al paso del collado a las 11 en punto. Es aquí donde tenemos ya a la vista  el Aneto y el glaciar, nos sorprende gratamente, seguramente uno de los mejores puntos de observación  del rey del pirineo. Observamos también a varios grupos que están atravesando el glaciar, unos de ida y otros volviendo, todos siguiendo la misma traza.
Realizamos un destrepe para descender el collado, siguiendo el ascenso por una senda que sigue la ladera de las Madaletas, buscando el collado maldito. Distintos hitos marcan varias rutas, decidimos seguir nuestra intuición y continuar en diagonal hacia el acceso a la traza del glaciar. Tenemos que ir sorteando enormes bloques de granito hasta llegar a los pies del glaciar. Los mojones nos van indicando ascendemos correctamente, no obstante no hay confusión alguna porque se ve claramente nuestro objetivo.
Al llegar al glaciar tenemos que sortear varios torrentes del deshielo exagerado que se está produciendo por las altas temperaturas de los últimos días, el de hoy incluido. Ascendemos unos cientos de metros casi en paralelo al glaciar hasta llegar al punto donde tenemos que iniciar el paso del mismo. Estamos en la vertical del Pico del Medio, ligeramente al oeste del collado coronas, a 3100 m. de altitud. Calculamos que desde donde estamos a la parte más alta del glaciar, escasamente habrá 200 metros.
El hielo del glaciar tiene el color tintado marrón de la tierra, el agua baja turbia. Son las 12.10 h. cuando después de colocarnos crampones comenzamos la travesía. El hielo en bastantes puntos de nuestro recorrido parece granizado, tenemos que evitar también las canaleras con agua del deshielo que se forman en la parte superior del glaciar. Menos mal que llevamos botas de goretex. La senda discurre en diagonal hasta aprox. 100 m. del collado coronas, girando a la izda casi en horizontal para cruzar una zona rocosa de aprox. 50 m.  que  una vez superada nos sitúa de nuevo en el glaciar justo debajo de Punta Oliveras. Desde aquí el último tramo del glaciar lo ascendemos casi en vertical por una fuerte pendiente con el hielo bastante degradado por el agua, hay que prestar atención para buscar puntos donde agarren bien los crampones. Una ligera lazada a derecha e izda en la parte final nos acerca a la única zona donde pisamos nieve, ya en los últimos metros del glaciar, aquí nos cruzamos con unos montañeros que descienden con un perro con gestos de asustado.  Estamos justo debajo de nuestro objetivo, a 3250 m. Han sido 40 minutos el tiempo invertido para superar el glaciar.
Recogemos crampones y piolet, y después de utilizar las manos para superar una pequeña pared rocosa sin dificultad, nos disponemos a afrontar los últimos metros de  ascensión. Nos cruzamos en los primeros metros con un grupo de aprox. 15 personas, y con varias parejas antes del paso de Mahoma.
Antes de iniciar el paso tan esperado aprovechamos para disfrutar de las vistas que nuestra posición y un día tan despejado nos proporcionan, así damos tiempo también a que tres montañeros franceses hagan el paso sin agobios, van encordados. Entiendo porqué el nombre de "paso de Mahoma". El primer obstáculo del paso a superar es una piedra en forma de mesa de aprox. 1 m2. que nos obliga a superarla en nuestro caso sentados, después, ya en posición vertical, el siguiente tramo no se hace complicado por los distintos puntos de apoyo para pies y manos que ayudan a afrontarlo con seguridad, eso sí concentrado y asegurando cada punto de agarre.
Objetivo cumplido, después de 10 minutos de vértigo, a las 13.25 h. hacemos cima. La sensación de satisfacción por haber coronado al Rey del Pirineo es indescriptible. Pensar que desde el Sur de España (Mulhacén) y hasta los Alpes todo está a tus pies es inimaginable. Observamos con atención e intentamos poner nombre a las cimas que sobresalen en el horizonte, por los cuatro costados hay montañas que destacan unas sobre otras. Impresionantes las más cercanas que nos rodean,  los tres miles que forman junto con Aneto los Montes Malditos (Gran de Llosas, Cabo Barrancs, Russell, Tuca d'el medio, Pico Maldito, Las Madaletas y Tuca d' Alba), Salbaguardia y Tuca de la Mina con el paso a Francia en medio de los dos del  Portillón, Pico Mulleres, Cap de Toro y Tuca Salenques. Y a nuestros pies, bajando la vista, los casi desaparecidos glaciares de Barrancs, Tempestades y Corones, y en parte inferior sus ibones, corones y barrancs, y como no el Foro de Aiguallut. Tarea difícil y complicada poder plasmar sin omitir ninguno todos los puntos que nos llaman la atención.
Aprovechamos la presencia en la cima de los 3 franceses, con quien nos entendemos perfectamente, para que nos hagan fotos juntos. Estaríamos mucho tiempo, la temperatura no inferior a los 15º y la ausencia de aire invitan a ello, pero son las 13.40 h. y consideramos que es hora de descender por ver si es posible coger el bus de las 17 h. en la Besurta.
Los franceses se nos han anticipado y han iniciado el descenso, están en el paso de mahoma de nuevo, les pedimos nos dejen pasar, a lo que acceden. Siguen encordados y nos habrían hecho perder tiempo. El paso de vuelta, en descenso, parece menos complicado. Recogemos las mochilas que hemos dejado aparcadas antes del paso y enseguida estamos de nuevo colocándonos los crampones. Intentamos variar la ruta del primer tramo de retorno  del glaciar por evitar la zona de hielo con excesiva agua, pero desistimos porque tendríamos que descender por una tramo largo de piedras. Volvemos por el mismo sitio, prestando si cabe un poco más de atención y asegurando mucho más los pasos en evitación de resbalones por el poco agarre de los crampones en una zona con hielo desecho y con bastante agua.
Son las 14.50 h. cuando hemos terminado el paso y volvemos a recoger definitivamente los crampones. Coincidimos en este punto con cuatro personas, dos se tienen que volver abortando la ascensión por no llevar material adecuado. En el descenso, ya más tranquilos, vamos observando con atención las moles de granito, erosionadas y pulidas por el paso del tiempo por el hielo. Las correntías del deshielo forman badinas singulares que invitan a un remojón. Volvemos a sortear los bloques de granito realizando en algún caso malabarismo para superarlos. En el descenso más que guiarnos por los mojones seguimos nuestro instinto orientados por las agujas del paso del Portillón, que nos van marcando el trayecto.
Adelantamos antes de afrontar el paso a los dos montañeros que se han vuelto desde el inicio del glaciar y a una pareja que descienden más despacio. Superado el collado, y después de compartir Andrés su agua con uno de los montañeros, continuamos el descenso por la barranquera seca que forma el paso del portillón superior y que discurre más vertical que la ruta que hemos tomado en la subida, evitando las crestas de los portillones. Pisamos un poco de nieve en una zona sombría del barranco en el tramo inicial. Los mojones dispersos, al igual que en la subida, nos hacen perder tiempo en la elección del camino más directo. Descendemos, aún así, bastante rápido, sin paradas, salvo las necesarias para buscar los hitos que nos confirmen vamos por la traza correcta.
A las 16,45 h. tenemos a la vista La Renclusa y a las 17 h. estamos tomando unas cervezas en el refugio, caras pero precisas, a 3 € la lata. Nos han faltado 15 minutos para poder llegar en hora a la Besurta. Como el siguiente bus parte a las 19 h decidimos echar un bocado sentados tranquilamente en la puerta del refugio, tenemos tiempo de sobra. Compartimos la comida con media docena de gatos que nos rodean.
En la Besurta, punto de partida, estamos a las 18,15 h., aprovechamos la espera para volver a refrescarnos nuevamente con un par de cervezas, esta vez a 1.50 h. A las 18.30 h. nos subimos al bus que nos acerca a los Llanos, donde esperaremos hasta las 19 h. para iniciar el retorno a Benasque. En este  trayecto  nos sorprenden la cantidad de marmotas que campan a sus anchas por el prado, sin inmutarse del paso del Bus, por cierto bien gordas. Ya en la capital del Valle, no nos entretenemos en la localidad, son cerca de las 20 h. y hay que volver a casa.
Jornada excelente.

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