Romería a San Úrbez
Fotos de la Jornada
CRÓNICA ROMERIA SAN URBEZ 26-junio-2016
5,30 h. Salesianos.
Después de saludos y más saludos, una vez ubicados en los 7 coches los 28 Javieres , a las 5,40 h., con un ligero retraso, partimos los 7 vehículos uno detrás de otro sin perdernos de vista, dirección al puerto de Monrepós. En el descenso por la cara norte, en el km 609,3, tomaremos un desvío que nos llevará a Belarre, nuestro punto de partida de la travesía lineal elegida para esta ocasión. La pista en buen estado, nos evita tomar el acceso desde la guargera, ahorrándonos unos kms y unos minutos de tiempo. Su estado de conservación es bueno, permitiéndonos descender sin apenas dificultad hasta converger con la carretera. Desde aquí tan apenas 3 kms de vía estrecha, pero bien asfaltada, nos separan de la entrada al municipio.
Una vez aparcados los coches en el poco terreno disponible a la entrada, diez minutos para tomar café y preparar mochilas. Son las 6,35 h. cuando comenzamos la marcha con una excelente temperatura, 13º marca el coche, tan apenas 2 grados menos que Huesca. El cielo está ligeramente cubierto, las nubes no nos impiden observar el amanecer pero evitarán seguramente nos lleguen los rayos de sol con toda su intensidad.
Seguimos el Gr-16 dirección este, sus marcas, aún estando dispersas, difuminadas, y haber perdido la nitidez del color, permiten seguir los tramos iniciales sin generar dudas, no obstante nos fiamos más del GPS de Cru y su saber hacer que cualquier señal identificativa, además, como es normal en nuestras andadas, en ocasiones seguiremos trazados distintos.
Tan apenas media hora de marcha y parada obligatoria para quitarse ropa. Con lo primeros rayos del sol y el buen paso que llevamos sobra indumentaria.
Un hermoso roble centenario, imponente, repleto de vitalidad, nos saluda desde una lado del camino. Muchas gracias a los propietarios por mantenerlo vivo para admiración de todos. Unos metros más adelante, abandonada la sombra de tan espléndido ejemplar, observamos en el horizonte una estructura de hormigón de una obra inacabada que destaca de mala manera en Yéspola. Localidad que por otra parte derrocha encanto en el resto de sus construcciones, haciendo de su pequeña plaza con la fuente adosada a la pared de una vivienda un espacio singular. Para entrar debemos desplazar una barrera que seguramente estará para preservar la entrada de animales. En el otro extremo hacemos exactamente lo mismo para poder observar su cementerio y los restos de su iglesia. A todos nos sorprende este pequeño pueblo, tan apenas "cuatro casas" bien restauradas lo mantienen con vida.
Diez minutos después, son las 7,26 h., cuando reiniciamos la marcha. Continuamos el GR. que como discurre paralelo a la calzada, decidimos ir por ésta para ir un poco más rápido hasta la siguiente localidad de nuestro recorrido, Grasa. En el camino, una pequeña borda derruida nos sorprende con sus colmenas "viejas" en desuso, todavía alineadas, dando paso a las actuales colocadas en desorden y con un cartel de aviso que dice "abejas trabajando". Seguimos andando por la carretera, nos recuerdan jornadas de preparación de la Javierada.
La primera construcción de Grasa que atisbamos es su Ermita, situada en un pequeño cerro a tan apenas 200 m. de la localidad. La altura de trigos y cebadas nos impresionan por su altura, no podemos evitar invadir los campos para realizar fotos con la estampa tan bonita que se consigue con la ermita de fondo y los contrastes de color ( dorados del cereal con los verdes de arbustos y matorrales y los grises/azules del cielo). En 25 minutos estamos en esta otra pequeña población de tan apenas media docena de casas en pie, localidad que, después de una pequeña parada técnica de 2 minutos, atravesamos para seguir por una senda muy poblada que nos obliga a abandonarla, continuando bordeando campos de cereal que procuramos hoyar lo menos posible. Otro roble espectacular nos observa mientras descendemos a un campo de cebada que debemos atravesar, eso sí, uno detrás de otro para efectuar el menos daño posible.
Remontamos unos metros, al final del campo de cereal, para salvar un pequeño collado, pero nuevamente es inevitable cruzar un trigal con espigas tan altas que casi nos superan a algunos. Hacía muchísimos años que no veíamos espigas tan altas, superándonos en altura a algunos miembros del grupo. Un pequeño descenso nos lleva al barranco de "manatuero". Sus badinas invitan a un chapuzón. Para poder superar el desnivel, además de utilizar las manos, se necesita la colaboración de voluntarios, que se prestan enseguida, para poder superar los aprox. 6 metros de desnivel. Ascendemos, ya todos juntos, por un pequeño collado, y van diez, de piedra.
Tras subir otro pequeño collado de piedra, con inmensos brotes de "pelo lobo" que decoran la ascensión, ya en la parte alta se atisba el núcleo de Gésera, localidad a la que llegamos después de un campo a través a las 8.45 h. Hemos dejado el núcleo de la población a nuestras espaldas, dirigiéndonos a la zona que alberga las "Tumbas Antropomorfas" excavadas en roca , situadas en una pequeña plaza formada por un entorno paradisíaco, casa de piedra propiedad de "Casa Tejedor", la iglesia/abadía en el mismo plano, un edificio en un lateral, pegado a la iglesia, derruido, y en el otro lateral la fuente, el pozo y una mesa con sus bancos de madera y forja de principios de siglo que enseguida ocupamos por estar situados debajo de la sombra de un hermosos carrascal. En definitiva un espacio acogedor que aprovechamos para almorzar, ya son las 8,45 h. y después del madrugón apetece echar un bocado.
Intercambio de viandas como viene siendo habitual para el almuerzo, degustación popular. No llega a la 1/2 hora cuando se moviliza al personal para continuar la marcha. Volvemos unos pasos atrás para atravesar el pueblo y tomar una senda, bien marcada para BTT, pero que al inicio está muy vestida, debemos utilizar los palos para separar las hiervas y arbustos. Descendemos hasta el barranco del pueblo, chésera en fabla, y continuamos camino hacia un pequeño collado que una vez superado nos acerca a San Esteban de Guarga, última población que visitamos en nuestro recorrido antes del Santuario.
Un edificio derruido que alberga una vieja fragua, el dintel de piedra de la puerta indica 1894, nos anuncia la entrada a la localidad. Situada a 890 m. de altitud y, como en las poblaciones anteriores, tan apenas media docena de casas levantadas. No vemos a nadie, tampoco en todo el trayecto recorrido. Son las 9.45 h cuando abandonamos el pueblo pasando junto a una casa restaurada que nos hace pensar destinan a turismo rural, tenemos que agachar el espinazo para pasar por debajo de una barrera reciclada formada con una viejo poste de iluminación.
Nada mas salir tomamos una vieja pista a nuestra derecha, muy vestida con bojes, pinos y arizones, un detalle de su poco uso. Hay que adivinar la trama para poder seguirla. Empezamos realmente la subida, hasta ahora prácticamente hemos ido subiendo y bajando collados pero sin tan apenas ganar en altitud, hemos salido a 830 m en Belarra y estamos a 890 m. en San Esteban. Las flores amarillas de los arizones, en su apogeo, dan al paisaje un colorido de contrastes muy vistoso y llamativo. Ahora entendemos la recomendación de llevar pantalón largo para la excursión. Cada vez la vegetación se cierra mas, aliagas y arizones invaden el recorrido.
Hasta aquí nuestra dirección, con pequeños cambios, siempre ha sido dirección este, disfrutando de las vistas de Guargera y de todos los pueblos (Castillo de Guarga, Artosilla, Cerésola, Gillue, Laguartya...) situados a la otra orillla del Guarga, rio que da nombre al valle y que nace en la Sierra de Gabardón, término de Laguarta,. También atisbamos sin dificultad Peña Cancias, Peña Oroel y la cima del Oturia.
Vamos ascendiendo, piano, piano, paralelos al barranco del morisco, dirección al Picardiello (1348 m), cima que definitivamente no ascendemos debido al tiempo que disponemos para llegar a destino en el horario previsto. La vamos bordeando, dejándola a nuestra derecha. ASí, a las 11 h., llegamos al collado que se junta con el camino que parte del collado de Sierrahún dirección a Iberque y que nos llevará, dirección este, al Dolmen de Ibirque (Caseta d'as bruxas o Dolmen de Lasaosa), último de nuestros objetivos antes de San Urbez.
Estamos aprox. a 1300 m., desde aquí ya no hay dudas de nuestra situación, las vistas de Guara nos ubican perfectamente. Cuando llegamos al "dolmen" algunos ya han realizado sus instantáneas, incluso debajo del dintel, en contra de las recomendaciones de los lugareños supersticiosos por las leyendas de brujas. Foto de grupo y comenzamos el descenso a San Urbez. Abandonamos el camino, y como no, ladera a través vamos a buscar la intersección con la carretera que viene de Molino de Villobas. Media hora de calzada y tomamos la senda a la izda. que nos llevará hasta las puertas del Santuario.
Son las 12,20 h. cuando las últimas unidades del grupo llegamos a las primeras construcciones. Un poco tarde para la misa y nos hemos perdido la procesión, San Urbez lo entenderá.
El equipo de logística nos ha preparado unos refrescos, totalmente necesarios. Después de una buena hidratación los chóferes de los 7 vehículos y Amadeo, que pone a nuestra disposición su Vito para llevarnos al punto de partida, Belarra, partimos raudos para poder volver a tiempo del vermut y del arroz "javieres" que nos han preparado cocineros y ayudantes.
Por cuello Bail, molino de Villobas y después de atravesar el Guarga por una badina bien cimentada, llegamos a Belarra. El retorno se hace por el mismo recorrido, en caravana para llegar todos juntos de nuevo a San Urbez. Son las 14,15 h, vermut y super arroz preparados que degustamos todos los comensales, chapó.
Para rematar el día, ya de vuelta, Espe, Rosa, Cristina, Lolo, Alex, Cru y Antonio deciden realizar, como estaba inicialmente previsto para voluntarios, el barranco de Lusera (Estrechos de la Carruaca).
Fin de otra jornada excelente.
Felicidades a todos los participantes.¡ Viva San Urbez!.
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