Los Infiernos - 2 de noviembre 2016
PICOS DEL INFIERNO - 2-11-2016
FOTOS de la Jornada.
7,30 H. M.Dolores, Toni y Antonio. Balneario de Panticosa. 1.637 m. altitud. Mañana fresca, 5 grados marca el termómetro del coche. Salimos abrigados, casi con todo el equipo puesto, guantes incluidos.
Tomamos la senda a la derecha del Balneario. El paisaje de la ascensión, no por conocido, nos hace realizar constantes paradas para disfrutar de las instantáneas que nos ofrecen las cascadas del rio Caldarés y el colorido otoñal de los árboles. Aún así el ritmo de subida es rápido, superamos con relativa facilidad la "cuesta del fraile" y llegamos al refugio de Bachimaña (2.197 m. altitud) noventa minutos después, son las 9,30 h. No entramos al refugio y debíamos haberlo hecho para preguntar las condiciones en la cima y la necesidad de utilizar crampones o piolet.
Seguimos hacia el Ibón Alto de Bachimaña, no está lleno pero presenta un buen aspecto, con unas aguas de color azul verdoso que señalan la frialdad de las mismas con sus distintas tonalidades. Mientras avanzamos observándolo desde lo alto recibimos los primeros rayos de sol, que agradecemos, nos aportan unos grados más de calor que aprovechamos para quitarnos una capa de abrigo.
Son las 9,35 h cuando la senda gira hacia el sur dejando el ibón a nuestra espalda. Desde esta orientación se aprecia con claridad nuestro objetivo final. Seguimos por una zona herbácea que asciende suavemente, dejando a nuestra derecha el arroyo que proviene de los ibones azules. observamos la desviación al Gr-T-24 a nuestra derecha que nos llevaría al Bachimaña entre otros destinos. 2.237 m. altitud en este punto.
Tras superar una pequeña cascada por su izda (hay otra senda a la dcha que nos llevaría al mismo punto), llegamos a un tramo de pastos que nos aproxima a una zona que se alterna con otros pedregosos, superamos el desnivel con suaves zig-zag hasta el eboque del primer ibón azul (2.306 m.), lo cruzamos con la ayuda de varias piedras, y seguimos los distintos mojones que nos llevan a una zona de grandes cantos sueltos que superamos con algún pequeño destrepe para llegar al segundo Ibón a las 10.10 h. (2.429 m.), un poco más pequeño pero más vistoso, lo que nos permite realizar unas bonitas fotos con los infiernos y su glaciar de fondo.
Bordeamos el ibón por su derecha, seguimos el arroyo que lo alimenta, pasamos por encima de unas surgencias justo debajo del Pico Piedrafita y llegando a un pequeño plano soleado debajo del Pico Marmoleras paramos a almorzar, son las 10,20 h. y después del madrugón vemos necesario recuperar fuerzas. Diez minutos cortos pero imprescindibles.
Al reanudar la marcha nos encontramos con una barranquera con agua helada alimentada por el pequeño nevero a los pies del Garmo Blanco que nos obliga a tomar precauciones para no resbarlar, sobretodo en las zonas más sombrías y al cruzarlo una vez superada la barranquera. 2.579 m.
El último tramo antes del collado se empina muy en serio, nos lo tomamos con tranquilidad, subimos con calma pensando todavía en el desnivel que nos falta por superar cuando lo alcancemos. A las 11,10 h . tenemos a la vista el Ibón de Tebarrai y el pico que le da nombre (2.893 m.), nosotros en el collado estamos a 2.765 m. Dejamos la senda a la dcha que nos llevaría a su cima y al refugio de Respumoso entre otros destinos y nos encaminamos a nuestro primer obstáculo, el Garmo Blanco.
Tras unas lazadas iniciales la senda deviene en su parte final en una diagonal ascendente hasta la cresta sur del Garmo para poder superarla y situarnos en la vertiente sur. Enseguida nos damos cuenta que la nieve que observamos en abundancia en esta cara sombría está cada vez mas helada a medida que vamos ganando altura. Mal panorama.
PRIMER GRAN ERROR. Seguimos adelante, pero decidimos subir en vertical buscando una canal que baja de la cima apoyándonos en las piedras, pero para ello es imprescindible crear huella con las botas para poder pisar con seguridad, hincamos talón y puntera para poder hacerlo hasta que ya no se puede debido a la dureza del hielo. En este punto, yo que voy más descolgado, debido al grave riesgo y pese a la dificultad que supone hacerlo, decido descender e insisto a M. Dolores y a Toni para que lo hagan conmigo.
SEGUNDO GRAN ERROR. Toni, que marca el camino a M.Dolores, está a unos 50 m. de la cresta, deciden seguir ante la dificultad añadida de descender, aseguran que les resulta más fácil subir que bajar.
Yo desciendo con mucha precaución, buscando los mismos puntos de apoyo de la ascensión, y aún así me llevo algún susto, una caída hubiese sido, con la pendiente y el hielo, de consecuencias muy graves. Uffff., mejor no pensarlo, todavía se me pone la piel de gallina.
Al final llego de nuevo al collado sin poder comunicarme con ninguno de los dos, circunstancia que me genera mucha intranquilidad. Decido cruzar el ibón en paralelo buscando la cresta sur y subir desde allí a la cima, intuyo, como así es, que por esta parte al darle el sol no habrá casi nieve. Consigo ascender sin apenas dificultad situándome en la otra vertiente, las vistas son extraordinarias, con Argualas y Garmo Blanco enfrete, pero es en lo que menos pienso, sigo sin poder comunicar lo que incrementa mi inquietud, sigo ascendiendo por una pared casi en vertical apoyándome en las piedras buscando la cima del Garmo Blanco. Cuando llego a ella veo también la dificultad de avanzar, así que decido no tomar riesgos y desciendo unos a metros a buscar una traza que en diagonal asciende hacia la cima, sigo intentando comunicar sin éxito. En este tramo sigo apoyándome en las piedras, pero con mucho cuidado y asegurando no me quede con alguna en la mano, hay muchas sueltas. Paso un tramo de nieve helada con mucho cuidado, estoy justo en la marmolera, una caída me precipitaría a los ibones de Pondiellos. Una vez superado este tramo vuelvo a marcar y POR FIN me coge Toni, ya respiro, me dice que han pasado la cresta de los infiernos y que están bien. Yo no puedo seguir, imposible avanzar por la vertical helada, así que les indico el camino que tienen que tomar y vuelvo por mis pasos. Les indico que ante cualquier dificultad o duda que me llamen. El deshacer la zona helada me lleva mucho tiempo, tengo que buscar piedras seguras y estirarme como nunca para asegurar los pies, en algún momento arrastras por encima del hielo. Una vez superado desciendo con precaución, de nuevo estoy en el collado a las 15,18 h.
Desde aquí decido bajar corriendo hasta Panticosa, tomando aire en algún tramo, pensando que puedan perderse, hacerse deñoche o tengan dificultades al encontrar el camino. Así en apenas 1 hora estoy de nuevo en el refugio, en el descenso solo he encontrado un pareja, justo unos metros antes de llegar. Sigo el descenso con la misma rapidez, corriendo cuando puedo. A las 17, cuando tan apenas me quedan 10 minutos para llegar al punto de partida, comunico con Toni indicándome su posición, están viendo Panticosa, pero intuyo por lo que me explica que todavía tienen un buen tramo de descenso. Es una buena noticia que me reconforta muy gratamente. Todavía queda tiempo para que anochezca. Les indico el camino a seguir y sigo hasta el coche, donde llego a las 17,10 h.
Los datos del GPS marcan: 1652 m. acumulados; 23,83 km.; tiempo en mvto. 6:29 h. y parado 3:12 h. ; promedio en mvto. 3.7 kmh. y promedio total 2,5 h.
Aproximadamente 1, 15 h. más tarde llegan, en el tiempo de espera he aprovechado para comer algo y ponerme ropa seca. Empieza a hacer frio. Han tardado más porque han pasado, intuyo, por Collado Saretas en lugar de Collado Pondiellos y han descendido hasta el Ibón deros Arnals, es igual, lo importante es que estamos los tres sanos y salvos, gracias, hoy más que nunca, a la Divina Providencia y a alguien más.
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