Circular a Bara, Nasarre, San Hipólito, Alastruey, Miz y Bara - 1 de noviembre de 2016

martes, noviembre 01, 2016 0 Comentarios



Huesca profunda.  Bara-Nasarre-San Hipólito-Pardina Ballabriga-Alastruey-Miz-Bara.  24,62 km. 6,50 h., 5,26 h. en mvto.

FOTOS de la jornada

A las 9,20 h iniciábamos la marcha desde Bara,  después de recorrer el Valle de Nocito, terreno espectacular en cualquier época del año, para mi infravalorado por muchos comentarios favorables que haya, la entrada desde La Pardina de Orlato, despues de dejar el Valle de Belsué, otro desconocido por sus encantos en el pequeño diámetro que lo contiene (río, badinas, barranco, pueblos abandonados, monumentos....), es un libro de sensaciones, lástima de los postes de luz que nos  lagrimean   e hieren  la vista   hasta Bara. Una pena que siempre achacaré a los políticos, aunque entienda que la civilización y las comodidades es derecho de todos.

Atravesamos el pueblo y llegamos al puente del río, arrastrado por las riadas de hace 3 años nos obliga a cruzarlo por encima de las piedras. Encarna, guiada por Felipe, pisa aquí y allí, pierde el equilibrio y da con el trasero en sus frías aguas, sobre todo  a esta hora de la mañana. Le dejamos calcetines y ropa de abrigo e iniciamos la ascensión al pueblo abandonado de Nasarre, son las 9,30 h.
La senda discurre por una zona boscosa, siguiendo el trazado del camino antiguo de unión de los pueblos. Apurados llegamos al cruce de sendas hacia las gorgas negras, nos quedamos con las ganas, para otra ocasión. Desde aquí, por un recorrido empinado, pero no exento de belleza,  en 10 m. estamos en Nasarre. A las 10,25 después de atravesarlo con mucha nostalgia, comenzamos a almorzar al abrigo de una de las varias casas que todavía resisten con varias paredes en pié, rodeadas de matas de arañones. 20 minutos despues levantamos el  campamento hacia la ermita de San Andrés, que al contrario del pueblo está dignamente conservada, todavía con unas pocas lápidas donde se pueden leer las inscripciones.  Antes,  en una de las fachadas del pueblo, nos hemos detenido a observar su pórtico con un grabado de 1770.
Seguimos camino hacia San Hipólito, siguiente pueblo abandonado de nuestra ruta. Llegamos a las 11,25 h. al desvío que indica Otín, pero tomamos la senda, abandonado el camino, dirección MIZ/ALASTRUEY, por la senda hasta el collado del viento, por donde podríamos bajar por mojones mal señalizados hasta Bara, lejos de nuestra intención, así que continuamos dejando la senda que crestea hacia el collado de Miz y bajamos a ntra izda por otra, bien señalizada por mojones que nos lleva de nuevo a la pista que proviene de Nasarre y que sin dejarla nos lleva al siguiente pueblo abandonado, San Hipólito. Antes hemos dejado a ntra dcha caminos con señalizaciones a Otín y a Las Bellostas y Bagueste.

Son las 12,25 h. cuando estamos aprovechándonos de las sombras de las paredes. La iglesia mas deteriorada que la ermita San Andrés nos permite realizar fotos de la misma y de sus lápidas abandonadas. Toni aún se atreve a subir a lo mas alto de la mejor casa que se mantiene medio en pié, ufffff.

Seguimos por una senda que atraviesa una barranquera , que tras varias lazadas y disfrutando de un bonito paisaje otoñal, nos lleva hasta Pardina Ballabriga, son las 12,50 h. Reanudamos la marcha, después de fotos de grupo, hacia el siguiente destino, Alastruey. Camino y senda, ligeramente ascendente, hacia una pequeña pardina de pastos con un bosque coloreado a ntra izda que nos obliga a parar y sacar moviles para realizar fotos.
13,15 h.  Cruzamos el barranco que nace en las inmediaciones de Alastruey y procedemos a ascenderlo zigzageando por una zona boscosa llena de carrascales. Dejamos el cruce con la senda de MIZ (13,20 h) y después de cruzar de nuevo el barranco por la parte superior a las 13,30 h estamos en las primeras ruinas del pueblo. Como en los pueblos anteriores  la iglesia/ermita es la unica edificación bien conservada, mantiene todavía la policromía de algunas pinturas. Recorremos las ruinas y 20 minutos después iniciamos el retorno via Miz.
Deshacemos una parte del camino recorrido hasta el desvío a Miz, que hemos dejado en la ascensión a ntra izda, tomándolo  ahora a ntra dcha. En ascensión suave pero constante atravesamos un carrascal repleto de hojarasca hasta salir a una zona de marga ausente de matorral que nos encamina hacia el collado de Miz. La traza no muy bien marcada por los mojones existentes, nos desvía a la derecha perdiendo la senda original. Rectificamos girando a la izda y después de un pequeño destrepe recuperamos la senda que nos lleva a la señal que indica el cruce a Nasarre y a Miz, nuestro próximo destino. Un ligero suspense para animar la marcha. Son las 14,40 h.cuando comenzamos el descenso, por una traza que discurre a la derecha del barranco, primera por encima de piedra firme y seguidamente por una senda bien hoyada.
Quince minutos después, antes de entrar al pueblo abandonado, al que no perdemos de vista en todo descenso, un nuevo cruce nos indica la dirección hacia Bibán y la fuente. Nosotros giramos a la izda hacía Miz, entramos por la pequeña iglesia/cementerio, donde esperamos para reagruparnos; un hermoso ejemplar caballar nos da la bienvenida, pasta a sus anchas.  Aprovechamos la espera para realizar fotos de las 4 paredes en pié y observar lo que pudo ser la herrería.

A las 15,10 retomamos el descenso, seguimos por la dcha del barranco, cada vez mas estrecho después de abandonar la plana de Miz y sus bancales, repletos ahora  de hierba y arbustos, también destacan algunos ejemplares de chopo viejo por su colorido otoñal.

Una bajada rápida nos sitúa en poco mas de 30 minutos en el paso del Alcanadre, un poco antes hemos avistado el antiguo molino, ahora restaurado, a la otra orilla del rio. Lo pasamos con precaución por encima de unas piedras situadas al efecto para no volver a capuzar.  Nos entretenemos un poco en la badina que encontramos tan apenas unos metros mas abajo recordando el baño de la ultima excursion que tanto agradecimos.
Enseguida avistamos la torre de la iglesia, tan apenas 5 minutos para las 16 h. Media docena de jinetes con sus  caballos, que descansan junto a la ermita, nos dejan pasar antes de reanudar su marcha.

Junto a los coches, a la entrada, a la sombra de la vieja escuela, comemos. Buena hora, además las tripas empezaban a protestar. Después de compartir queso de whisky, tortillas y demas viandas, además de disfrutar de unas cervezas frescas que Niko nos guardaba en su coche, volvemos a Huesca.

24,60 km. Y 6,50 h. de excursión (5,26 h en mvto. 1,24 h. Parados)

Javieres de Huesca

Club de Montaña Javieres de Huesca.

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