Travesía Septiembre 2021: Carros de Fuego, crónica y fotos.
CARROS DE FUEGO. TRAVESÍA.
FOTOS de la Travesía.
Ya hace tiempo que deseaba realizar este recorrido circular por el Parque Nacional de Aigüestortes y lago de San Mauricio, ubicado en medio de la cordillera de los Pirineos, con crestas y picos cuyas altitudes oscilan entre los 1.200 y los 3.000 metros, formado por un conjunto espectacular de picos afilados y crestas vertiginosas, bosques frondosos y prados verdes, donde el agua, con más de 200 lagos (150 perpetuos) y numerosos ríos, barrancos y zonas húmedas es la protagonista.
Un simple comentario con Carlos Follos y su interés también por el trayecto, encendió la llama que permitió formar un pequeño grupo. El número de participantes no se pudo concretar definitivamente hasta que se consiguió casar el máximo de plazas que podíamos disponer en cada refugio.
La idea inicial de salida por la Restanca, el refugio más occidental del recorrido, hubo que desecharla por no poder encontrar plazas suficientes en el resto de refugios necesarios, y así otras varias. Al final nos pudimos hacer con 10 plazas en Blanc, Saboredo y Ventosa, y por favor, ya que en el más pequeño de todos, Saboredo, solo había 9, pero con el compromiso firme de asignarnos la primera vacante si se produjera, como así fue.
La salida para el inicio del recorrido nos obligaba a hacerlo desde Val de Boi, recurriendo al servicio de taxis para la entrada y salida del parque. Ocho primeros y últimos kms que realizaremos en furgoneta/taxi.
Cinco miembros de Andarines y cinco de Javieres, al final por dos bajas del grupo de los zaragozanos hizo que los Oscenses fuésemos mayoría : M. Dolores, Andrés, C. Abadía, A. Mur, Toni, Manolo y Antonio por parte de los "fatos" y C. Follos, Jesús y Paco por los "almendrones". La composición del grupo resultó excelente, aunque para los que somos discutidores algún debate echamos en falta 😀.
1.día.
El dia anterior, miércoles, el grupo de Zaragoza y M. Dolores, Andrés, Tony y Manolo se desplazan a Val de Boi, donde cogeremos los taxis al día siguiente, para pernoctar y evitar el madrugón (Hotel Fondevila, 185 € los siete) . No solamente acuden a dormir, también se dan un homenaje con una buena cena en previsión de que puedan pasar hambre en el recorrido.
Carlos, Ángel y Antonio madrugan, 3,30h.se sale de Huesca para llegar con tiempo suficiente a la parada de taxis. Habíamos concretado que los cogeríamos a las 6 h., fuera del horario general que tienen establecido, el único requisito es pagar los dos taxis/furgonetas como si fueran completas, 45 € (8 plazas) cada uno. Para la vuelta el horario es interrumpido hasta las 19h., por 5,25€ persona.
Desde Barbastro, en el recorrido de Huesca a Boi, nos comienza a llover, solo cuatro gotas, pero desde Viacamp arrecia y nos cae un buen chaparrón, hasta el punto que dificulta circular, menos mal que no hay tránsito, solo adelantamos un camión de piensos en todo el recorrido.
El hotel está situado a la entrada a Val de Boi, al llegar encontramos fuera a Tony y Andrés recogiendo material del coche. Seguimos hacia el parking de la localidad, a escasos 200 m., y después de cargar las mochilas vamos al hotel. Están terminando de desayunar, hacemos las presentaciones con Paco y Jesús, que Ángel y Carlos no conocían, y aprovechamos a tomar un café con todos, a las 5,45h a quién no le apetece.
Perfectamente pertrechados y preparados para las jornadas que nos esperan, seguramente, a priori, con mochilas sobredimensionadas, siempre ocurre lo mismo, al final nos daremos cuenta de que cargamos cosas que luego no utilizamos, nos dirigimos a la parasa de taxis, situada a pocos metros encima de la bonita iglesia románica lombarda de la localidad, bello exponente, y posiblemente la mas bonita, de todas las construidas en el valle ( https://www.centreromanic.com/es/el-rom%C3%A1nico).
Puntuales, son las 5,58h cuando llevan las dos furgonetas /taxis de 8 plazas, hacemos dos grupos de cuatro. Nos quieren cobrar 60€ por taxi, hacemos valer el precio acordado en la reserva, 45 €, que aceptan sin problemas.
A las 6,45h estamos en la entrada al parque, todavía de noche, encendemos frontales y sin más dilación comenzamos nuestra gesta con una gran expectación e ilusión.
Pista ancha y sin obstáculos que nos permite caminar, pese a la oscuridad, a buen ritmo.
La noche no permite observar el paisaje en este primer tramo, la vuelta, prevista para primeras horas de la tarde, nos ofrecerá la oportunidad de hacerlo. La oscuridad no nos deja ver, pero escuchamos el discurrir de las aguas cuando rompen al saltar los desniveles del barranco. A nuestra derecha, al fondo, a un centenar de metros dos puntos rojos nos miran, los ojos de un oso? Los hay por el parque, pero más verosímil que sea un zorro 🦊 observador.
Al llegar a la zona más plana del valle, donde convergen distintas barranqueras formando cursos de agua que divagan por el mismo hasta encauzarse con naturalidad, el parque ha preparado unos puentes y accesos de madera que permiten pasar sin mojarte. Aquí, ya vamos sin frontales, el amanecer civil ya es firme y nos ilumina, aunque el sol ☀ no hace apto de presencia.
En 15' estamos en el refugio de LLONG. Te lo encuentras, después de una suave pendiente, casi de repente. Realizamos unas fotos con el de fondo y continuamos la marcha. Nos pasamos del desvío, seguramente por la velocidad que llevamos 😉😀, pero como no hay mal que por bien no venga, nos sirve para contemplar el primer estany o ibón de los incontables que veremos en nuestro recorrido.
Volvemos sobre nuestros pasos, 200 m., hasta el refugio, donde ahora sí cogemos el desvío hacia el refugio de COLOMINA, situado en nuestro trayecto hacia Blanc.
Comienza la ascensión, encabezan Andrés y Carlos y cierran Antonio y Carlos. China, chano, pole, pole, no hay prisa, con llegar a la hora de cenar (19 h) es suficiente.
Pasado el Bosque de Corticelles, donde predomina el pino negre, nos encontramos los primeros bloques de granito, rocas que encontraremos mayoritariamente, alternando con calizas y cobaltos, en todos los días de la marcha. Un primer rebeco aparece fugazmente entre rocas, desaparece rápidamente, no todos podemos verlo.
Encima de los ibones Delluis, donde converge un PR que nace aproximadamente a doscientos metros del parking de los taxis de San Esperit, nos caen las primeras gotas. Chubasqueros y paraguas ☔ nos acompañarán intermitente hasta poco antes de la collada Dellui (2575m), primer obstáculo del día.
Una pequeña parada en la cima, ya sin la suave lluvia, donde podemos apreciar entre brumas y nieblas, los ibones que hemos dejado en la parte inferior del pequeño circo, 3 grandes y 2 pequeños.
Nos adelantan montañeros y nos cruzamos en el descenso con otros. Con algunos nos iremos alternando en algún tramo del recorrido.
10,45h en el primer lugar del descenso, con piedra caliza seca para sentarnos, paramos a almorzar.
Sigue pasando gente en ambos sentidos, sin duda no estamos solos.
11 h. Tras la breve pero necesaria parada proseguimos el empinado descenso hacia el Ibón de Cubieso (2350 m.). Un promontorio nos permite tomar bonitas fotos "posando" del ibón con el pico Tort al fondo (2881m), solo cuando lo permite la niebla.
Dejamos este ibón y enseguida nos encontramos con otro, Mariolo, jocoso nombre para un accidente de la naturaleza, que curiosamente alimenta al mayor ibón de los tres, el de Tort, al que bordeamos hasta alcanzar la orilla más occidental.
A Mariolo lo cruzamos por la pequeña presa de contención y desagüe, unos por abajo y otros por lo alto de la presa. Por debajo, a 600 m. menos (1735m.), se atisba el pantano/ibón de Sallente y las instalaciones de la central hidroeléctrica.
En la cola del ibón de Tort nos sorprenden los restos de una vieja vía de vagonetas que se utilizarían para la construcción de los diques de contención y ampliación de los ibones.
A 100 m. de la collada de la Portella (2297m), un desvío a la izda nos indica el refugio de Colomina. No son muchos metros, pero la senda, bien empedrada, se las trae.
CARROS DE FUEGO. TRAVESÍA. 2.parte
13.h. COLOMINA (2395 M.) llegan delante C. Abadía, Jesús, Ángel y Antonio, con sol, todavía pueden disfrutar de las vistas del ibón que da nombre al refugio, pero la niebla sube por momentos del fondo del valle e invade refugio e ibón, así cuando llegan el resto del grupo está totalmente cubierto.
La temperatura desciende también al mismo tiempo que hace acto de presencia de nuevo la lluvia. Comemos algo rápido, algunos toman alguna cerveza, y después de pedir que nos hagan una foto de grupo con el refugio de fondo retomamos la marcha.
El guardia del refugio, sabiendo nuestro destino, avisa por teléfono de nuestro paso confirmando la reserva.
Bordeamos el Ibón, nos encontramos con nuevos bloques graníticos, algunos invaden o casi bloquean la senda, seguramente precipitados no hace mucho tiempo. Ascendemos a uno nuevo, ibón Del Mar, ligeramente superior al anterior, al que retroalimenta. Lo bordeamos también hasta situarnos debajo de la collada que tenemos que superar con un par de zigzag y varios escalones artificiales colocados con buen criterio para poder superar sin muchas dificultades, pese a la verticalidad, la angosta chimenea, especialmente en su tramo final.
Una vez superada por todos esta dificultad que nos hace sudar, aprovechamos el descanso, dada la hora 14,30 para comer. Estamos en un cruce de caminos que también permite llegar al refugio de Mallafré (4 h.) y a los pies de un nuevo ibón, de Saburó.
Comemos tranquilos, dando buena cuenta de la bota, que queda casi seca. Media hora de relax.
15h. Nuevamente en marcha, nos espera un nuevo collado, el último. El tiempo, despejado de nieblas, pero sin sol, nos ha permitido disfrutar del descanso. Por encima del ibón se perciben trazas y marcas, aunque los hitos indican varios caminos todos terminan en los bloques graníticos que debemos superar al mismo tiempo que vamos ganando altura. No tiene ninguna dificultad técnica aparte de la física de la inclinación. Vamos llegando en minigrupos al collado de Saburó, 2667 m., llegamos todos (15,30h). Se aprovecha la espera para hacer fotos y divisar el espléndido paisaje que un horizonte medio despejado permite, especialmente hacia el fondo de los valles y barrancos.
Un poco antes de emprender la marcha intercambiamos saludos con un grupo de Jerezanos que llega al collado desde la localidad de Espot, con Nico como mayor exponente verbal. Van a pernoctar al refugio de Restanca😱, muchos kms.., esperamos tengan suerte.
En el descenso del collado, alcanzamos un nuevo ibón, Cap del Port (2525 m), donde apreciamos con más precisión unas boyas blancas que ya habíamos visto en Dellui, que servirán para controlar el nivel del agua, y una barca en un extremo.
Una pequeña surgencia nos sirve para repostar y llenar los depósitos de agua, externos (botellines) e internos (barriga). Está buenísima y bien filtrada.
Una pequeña loma para seguir bajando hasta el Ibón de La Llastra. Aquí hay un desvío a la izda que nos llevaría al refugio de Mallafré, nosotros, después de sacar de nuevo chubasqueros y abrir paraguas, seguimos por la derecha sobre una zona plana de superficie herbosa y tierra blanda. Superamos un par de desagües de dos pequeños ibones sin nombre y después de realizar una pequeña remontada podemos observar, veinticinco metros mas abajo, el Ibón entre tinieblas de la Coveta.
Un pequeño collado nos permite observar, desde lo alto, los ibones de Negre de Peguera y Tort de Peguera, y entre ambos, situados a nuestra dcha e izda respectivamente, el idílico refugio de Blanc.
Un descenso pronunciado, donde encontramos apoyos para las manos y unos escalones colocados a propósito para minimizar el riesgo, nos sitúan en la presa del ibón Negre. Unas ardillas nos dan la bienvenida alocadamente, correteando delante de nosotros.
17,30 h. Llegamos al idílico refugio, no cansados, pero con ganas de saborear unas merecidas cervezas y cambiarnos de ropa, no sé en qué orden de prioridad.
Después de preguntar por el protocolo y conocer horarios nos ubicamos colocándonos todos juntos en una de las habitaciones de los 4 compartimentos de que dispone.
Nos aseamos, cada cual como puede, y a las 19 h. a cenar. Sopa, ensalada y albóndigas, regado con un par de botellas de vino "carros de foc", regulero y a 12 €., pero no hay otra cosa.
A las 9,30h C. Abadía, Tony y Antonio son los últimos del grupo que se acuestan.
Jornada amena, muchas experiencias nuevas, un paisaje que nos ha sorprendido gratamente superando las expectativas.
CARROS DE FOC. TRAVESÍA. 3.PARTE
2.Día
6,30h. Diana. Un poco antes de las 7 h. Desayuno bastante completo. En la mesa jamón de york y queso, tomate, café, leche, zumo, pan (hay tostadora) y pastas, más que suficiente. El picnic es aceptable.
7,35h. Con una mañana húmeda, brumosa, con nubes, pero sin frío, comenzamos la ruta de hoy. Unos franceses nos hacen la foto de grupo.
El día anterior, tal como habíamos pensado, un guardia del refugio nos confirma la alternativa para no volver por nuestros pasos de ayer hasta tomar el desvío hacía el Ibón de San Maurio y refugio de Monfradé, evitando de esta manera la zona escarpada de la llegada.
A la salida nos dirigimos por la pista, dirección Espot, aproximadamente 300 m. , en la cola del ibón giramos a la izda por una trocha sin señalizar, no obstante no ofrece dificultad su seguimiento, está bastante hoyada y no se echan en falta la poca presencia de hitos.
Ascendemos superado el Ibón Tort de Peguera y alcanzado un pequeño collado, vamos dejando al fondo, a nuestra derecha, el Ibón de Cabana (2390m). La senda, con un poco de intuición, permite ascender sin puntos de decisión.
Alcanzamos un nuevo collado (2300ml), encima del ibon de la Cobeta, donde predominan pastos y matojos entre unos pocos por ejemplares de pino negro, giramos de nuevo a la derecha siguiendo intuitivamente la hoyada senda.
800 metros nos quedan para converger con la senda principal de Carros de Fuego. Seguimos ascendiendo sin grandes desniveles, solo algún tramo nos exige esfuerzo de los cuádriceps. Avanzamos por la derecha de dos pequeños ibones con sus aguas salpicadas de macrófitos, es el momento de niebla más tupida.
Una vez enlazamos con la senda natural, ahora sí, comienza una empinada ascensión que avanza por la derecha del barranco, alterna pequeños tramos de senda de hierba y tierra con bloques de piedra granítica que tenemos que superar hasta el Coll de Monestero.
El circo que forman Saburó, Peguera y Monestero, con los ibones de Peguera en el fondo, lo vamos superando en diagonal hasta el puerto.
9,30h cuando alcanzamos el collado, situado a 2710 m, entre Monestero y Peguero, las vistas de un nuevo y profundo valle se nos abre a nuestros pies, rodeado también de encrespadas laderas montañeras a izda y derecha.
A nuestra derecha el Pico Monestero (2877), que da nombre al valle y a su río, y a nuestra izda el todopoderoso Pico de Peguera (2979 m), el más alto del Parque, que también da nombre a los últimos ibones que hemos visto en la ascensión.
El descenso, con más verticalidad que la ascensión, lo realizamos con precaución por la senda de tierra suelta, húmeda y grumosa por la lluvia del día anterior nos beneficia, su deslizamiento es menor y nos evita culetazos.
Reagrupamos cuando recuperamos cierta horizontalidad y proseguimos por la senda que sigue a la izda por una zona pedregosa, dejamos a la derecha otra trocha que desciende más rápidamente pero que mas adelante tiende a converger con la principal.
Una pequeña parada para juntarnos nuevamente antes de iniciar otro tramo con más inclinación. Si el anterior ha sido un descenso recto, este, hasta llegar a pie de valle, se hace en diagonal, alternando terreno de bloques mas o menos graníticos, muchas veces dispuestos artificialmente de forma escalonada. Rodeados de arañones, nos entretenemos picoteandolos. Lo haremos también con las frambuesas, unos y otros serán constantes acompañantes a partir de ahora en una buena parte del camino.
10,50h. Alcanzado el fondo del valle, junto al rio Monestero, es hora de almorzar.
El tiempo hasta ahora ha sido aceptable, semicubierto al comenzar, nieblas en el segundo tramo de la ascensión y lluvia fina intermitente hasta el collado.
11,10h. Repuestas las fuerzas, tras un breve descanso (dan aguas fuertes por la tarde y preferimos que nos sobre tiempo al final) seguimos el descenso por el bonito y amplio valle, surcado por el río que lo atraviesa de izda a derecha y que tenemos que cruzar por un pequeño puente de madera. El río alimenta un pequeño ibón, su cauce desaparece, ocultándose para volver a surgir con mas fuerza metros más abajo aflorando entre un derrubio de grandes piedras.
Otro prado nos adentra en un bosque espeso, donde predominan pinos y abedules, el descenso es mucho más agradable caminando junto al curso del río y escuchando como música de fondo el sonido de sus cascadas.
Un nuevo llano, surcado por un río remansado, se atraviesa una buena parte por pasarelas de madera colocadas estratégicamente para evitar el terreno empantanado en la época de lluvias o período otoñal. Las setas que se atisban en el recorrido, buenas o malas, auguran una buena próxima campaña. Manolo, buen micólogo, y Tony se entretienen con ellas.
Nos dispersamos en el descenso y nos reagrupamos en la pista que nos acercará al ibón de San Mauricio, justo en el punto donde se desvía artificialmente el cauce del río para alimentar la presa.
12,30h. No llegamos al refugio de Mallafré, bordeamos el ibón y seguimos, ahora en continua ascensión hacia la cascada de Ratera( 13h.). Una vez alcanzada y realizadas las fotos de rigor, seguimos desde aquí con lo una pendiente mayor hasta enlazar con el GR-11.
El trazado de Carros de Fuego y GR 11 discurren juntos hasta el final del Ibón de Raterá. Nos desviamos del GR, momentáneamente, para seguir la pista principal, armoniosamente empedrada, hasta el remodelado refugio de Amitges. Una fuente, antes de las últimas rampas, nos sirve de refresco y acopio.
14,20h. Refugio (2365m). Que mejor lugar para comer, por la hora y por las vistas que su terraza nos ofrece. El tiempo sigue siendo muy bueno, nos aprovechamos del lugar para estar unos minutos más, incluso tomamos café del refugio.
Las vistas desde aquí nos permiten ver el tramo recorrido desde el collado Monestero con todas sus crestas.
13 h. No apetece volver a caminar, las piernas pesan y el sol nos hace agradable la estancia, pero aún nos queda una buena ascensión hasta el último collado del día, hay que vencer la pereza. Cuesta movernos pero arrancamos después de una foto de grupo en un marco difícilmente superable.
Dejamos a la derecha el ibón "grande d'Amitges" y las homónimas y casi gemelas agujas de Amitges (2652 y 2662m). La pista termina unos metros más adelante, justo encima de dos nuevos ibones, Barbs y Munyidera. Avanzamos, ya por senda, entre los dos, sorteando también una serie de pequeños bloques y continuando la ascensión por una trocha que están arreglando y que nos sitúa en una pequeña loma con unas, como no, impresionantes vistas, ibones, refugio, agujas, etc... y la senda del GR-11 que asciende, casi en línea recta, por el barranco del Río Ratera.
Seguimos en una diagonal con suave pendiente, avanzando por pequeños bloques graníticos, hasta converger de nuevo con el GR; lo hacemos a la altura del ibón, casi colmatado, del "port de Ratera", son las 16 h.
16,35.Puerto de la Ratera. Aprovechamos que hay cobertura para ponernos al día y realizar algunas llamadas. Estamos en un paraje singular, un llano situado debajo del Colomers (2864m) a ntra izda y el impresionante circo de Saboredo a nuestra derecha, donde destaca su puntal con 2768 m.
16,40h. Cuando iniciamos el descenso hacia el refugio de Saboredo el cielo se cierra, caen las primeras gotas y las nubes se tornan cada vez más negras. La lluvia poco a poco irá a más, se cumplen las previsiones. El grupo partido en dos avanza a distinto ritmo. Por detrás, cerrando, Paco, Carlos y Antonio.
La lluvia cae con intensidad, el agua corre por las sendas y correntías y hace que la piedra sea peligrosa. Hay que cuidar no pisarla o hacerlo con seguridad para evitar resbalones y culetazos.
17,45 h. El grupo de atrás llega al refugio, todavía con lluvia. En la antesala de entrada al mismo, nos aseamos y cambiamos de ropa. Ocupamos literas dispuestas en una sola habitación y a las 19,30h cenamos.
Sin sobremesa, por el poco espacio disponible, a dormir.
CARROS DE FOC. TRAVESÍA. 4.PARTE
3.DÍA
Al igual que el día anterior, 6,30h diana y 7 desayuno. Este es bastante aceptable, como novedad queso fresco para untar.
Carlos Abadía y Antonio compran una camiseta con el logo de Saboredo.
A las 7,30h estamos todos preparados para comenzar la jornada en un día fresco pero despejado y que presume será espectacular. Al querer realizar el pago de los servicios del Refugio con tarjeta, problemas con la comunicación nos retrasa unos 30'. Una vez solucionado y realizar la foto de grupo, prestándose como fotógrafo un asiduo del refugio, nos dice que entre otras cosas porque dan "ensalada", iniciamos la marcha, son las 8 h.
Ni rastro de charcos de las lluvias de ayer, la pendiente ha hecho que las correntías desplazasen el agua hacia ibones y barrancos.
Ayer, en el descenso del puerto al refugio, por la lluvia no pudimos apreciar los ibones Naut y Deth Miei, ni los más altos y alejados Lac Naut y Major de Saboredo que quedaban en un segundo plano debajo del circo. Hoy el ibón de Baish nos permite captar los reflejos de los primeros rayos del sol.
Cruzamos el comienzo del barranco, el arriu de Saboredo, hacia el Col de la Tuca Grande de Sendrosa, situado a 2461 m. Una suave pendiente nos situa en el collado que divide los dos valles, Saboredo y Aiguamóc.
Comenzamos el descenso hasta el ibón de Colomers, situado a 2118 m.. La bajada es bastante cómoda, al igual que la subida, sin grandes descensos, predomina la superficie herbosa y unos pocos pinos salteados.
Consumado la mayor parte del descenso nos encontramos con una vieja mina y los restos de vías para carretillas. Un centenar de metros más adelante el ibón de Clóto de Naut, uno de los más de 20 que rodean el lac de Colomers. Una rampeta para superar el vaso del ibón nos sitúa de nuevo en la senda del GR-11. Los últimos metros antes de llegar a la presa coinciden con su trayecto.
El ir y venir de personas es constante, se nota que se puede llegar prácticamente en coche. Una pista asfaltada que parte desde Tredos te permite acceder hasta un centenar de metros antes del lago y comienzo del arriu D'Aiguamóc, que da nombre a valle y barranco.
Bordeamos el lago por encima de la presa hasta el antiguo refugio de Colomers (actualmente en desuso), donde disfrutamos de unas vistas únicas del lago y valle.
Son las 10,35h, buena hora y excelente lugar para almorzar. El picnic de Saboredo no es malo, escaseó el pan en la cena pero no ha faltado para el bocata.
11,15h.Con una buena mañana que nos obliga a aligerar ropa retomamos con nuevas energías la marcha. Coinciden GR-11 y Carros de Foc, obviamos acercarnos al nuevo refugio de Colomers, hemos hecho la foto de grupo desde el lugar del almuerzo.
La senda, ascendente hasta el collado de Caldes (2560m), con algún inapreciable descansillo, discurre hasta el último tercio final del puerto paralelo a un pequeño torrente que se nutre de aguas del ibón de Port de Caldes.
Sorprendentemente, cuando falta 1/3 para coronar, nos encontramos con los amigos Jerezanos de la 1a. jornada. Nos saludamos y nos contamos recíprocamente las anécdotas del camino.
12,50h. En la cima nos tenemos que abrigar en la breve parada que realizamos, sopla ligeramente el aire ascendente del valle y en los intervalos que las nubes ocultan al sol hace casi frio, además vamos sudados.
En el collado parten las dos sendas que se dirigen al refugio de La Restanca y al de Ventosa. Nosotros tomamos el de la izda., no tiene pérdida. Nos detenemos brevemente en un altozano para disfrutar de las vistas que nos ofrecen los 2500 m. del fondo del valle y el circo que forma la sierra y tuca de Caldes. Nuevos ibones se divisan en su integridad, el de Caldes el primero, el más cercano, justo debajo de la Tuca de su mismo nombre. El de Les Mangades y Des Monges casi en paralelo pero a distinto nivel nutren de caudal a otros mas pequeños y estos a su vez al de Travessani, el más grande del valle, que recibe el nombre de las crestas y aguja de Travessani.
Nuestro descenso, desde lo alto del puerto, lo realizamos por una trocha que alterna superficie herbosa con terrado de piedra caliza, resbaladiza en algún tramo, tanto que a alguno no puede evitar algún culetazo. No nos falta agua en el descenso, o bien porque se escapa de los ibones que vamos dejando atrás o la que proviene de los torrentes de las laderas de Travessani.
Son las 14 h. , acampados a la orilla de un ibón nos relajamos, la cercanía del refugio y el buen tiempo nos lo permite. Nos mojamos, alguno más que los pies, aprovechamos para comer y tomar el sol.
15,15 h. con cierta calma retomamos el camino, seguimos descendiendo, la senda sigue alternando hierba y bloques de distinto tamaño de piedra caliza. Unas vacas se cruzan en el camino, hay que azuzarlas para que se aparten. La senda sigue prominente a la izda del ibón de Travessani, ligeramente unos metros por encima. Una vez alcanzada la escorrentía del ibón caminaremos en paralelo unos metros para después girar a la izda y dirigirnos al refugio.
15,5o h. Refugio de Ventosa, situado a 2218 m. Tiene una vista panorámica impresionante, tanto del ibón Negre, situado justo debajo, a 100 m. menos de desnivel, como de sus tresmiles e importantes crestas de Comaloformo, Pan de Sucre y Besiberris, que se pueden recorrer visualmente con tranquilidad desde su terraza, sentados y con una cerveza de lata fresca.
Hay que dejar mochilas fuera en unos compartimentos habilitados para ello. Nos acomodamos, cambiamos de ropa y ocupamos literas en una única sala en la planta superior.
Antes de cenar, a las 19 h., un helicóptero de rescate de la Generalitat (Bomberos) nos ameniza la espera con un par de aterrizajes por un rescate "no grave" en las laderas de los Besiberris. Todavía hay tiempo para echar un guiñote, con cartas de poker, Tony y Antonio, contra Manolo y Ángel.
Consomé, Ensalada y pollo con puré de patatas, hay quién repite, acabamos con todo. Con una corta sobremesa a dormir.
CARROS DE FOC. 5. PARTE
4.DÍA.
Último día, mismo horario. 6,30h arriba, no hace falta despertador porque parece ser que casi todo el mundo se levanta a la misma hora.
Antes de las 7h ya estamos sentados en la mesa que nos asignaron ayer para cena y desayuno.
Autoservicio para coger mermeladas, mantequilla, embutidos y queso y chocolate cremosos para untar en los crepés.
7,35 h. Después de realizar la foto de grupo, con una mañana fresca (10°) pero que promete ser muy agradable, nos alejamos del refugio en busca del punto crítico de la jornada y quizás de toda la travesía, el collado de Contraix (2750m), no por la altitud, que también, sino por la dificultad que ofrece en la mitad del trayecto y especialmente en el tramo intermedio con su gran cantidad de grandes bloques de piedra sueltos, en muchos casos mal encajados, que obligan a realizar pequeñas trepadas y prestar mucha atención para no pisar en vacío o resbalar y evitar caer entre ellos. Y para postre, en la parte final, una chimenea vertical con cantos más pequeños y piedra fina que obliga a zigzaguear para salvar el fuerte desnivel.
En el primer tramo, después de un leve descenso, vamos ganando poco a poco altura hasta el ibón de Colieto, atravesando barraqueras, pequeños pinares y zonas de pastos donde ya pacen las vacas.
Bonitas fotos con los primeros rayos de sol que iluminan los cresteríos y a medida que vamos ascendiendo lo hace en los ibones. Nosotros seguiremos una buena parte del recorrido por la zona de sombra, sin ver al sol. Afortunadamente, solo en algún pequeño tramo del caos de piedras nos pega de lleno. La altitud del puerto es un hándicap para que el sol ilumine toda la chimenea, no lo conseguirá hasta bien avanzada la tarde. Es evidente por la frialdad de las piedras, es inevitable tocarlas cuando se atraviesan los bloques grandes.
Por la diferencia de ritmo se forman dos grupos, por detrás van los dos Carlos y Antonio.
Una vez alcanzado el collado, situado a 2700m, 11,24 h., necesitamos echar un bocado y descansar, buscamos un abrigo y el sol, que nos da de lleno situándonos a la cara este del collado. Un grupo de chicas llegan a continuación y hacen lo propio, terminan en el refugio de Llong. Aprovechamos su presencia para que nos hagan fotos de grupo.
Ahora toca descender, casi sin parar, hasta los 1920 m. de la parte más alta del valle, a los pies del refugio.
A nuestra izda la Creu de Colomers (2884m) y el pequeño circo que forma en su cara sur-este., en su base el ibón de Contraix.
Retomamos la marcha con una temperatura excelente, calor, pero una ligera brisa que asciende del valle nos refrigera, disminuyendo agradablemente la sensación térmica. Nuevamente cantos y bloques de piedra hasta el ibón. Después de un breve descanso en su orilla, seguimos el descenso, esta vez por terreno mas limpio, con la senda que traza su recorrido con continuas lazadas sobre tramos de piedra y hierba. El descenso sigue siendo vertical, menos que el ascenso, pero con rampas pronunciadas que no ofrecen dificultad. El agua del barranco lo hace en cambio precipitadamente y en caída vertical formando una sonora cascada. Así hasta los primeros prados (13,30h) donde el barranco de Contraix abandona su verticalidad para seguir con un descenso suave que no evita pequeños saltos donde se escucha el sonido rítmico y constante del romper de las aguas con las piedras del cauce.
Vacas pastando nos ofrecen una singular perspectiva del valle, cómo han llegado hasta allí? Quedan 300 m todavía de descenso hasta el valle.
La senda discurre paralela al barranco hasta su tramo final, donde se encuentra con el barranco de Llong firmando el río Sant Nicolau.
El fuerte descenso se hace ameno con la vistosidad del paisaje, barranco, soto bosque de pino y el verdor de los pastos, contribuyen a ello.
Nuevamente la mayor agilidad de unos y otros, forman dos grupos, cierran Carlos Follos, Ángel, M. Dolores y Antonio. Antes de llegar al Valle esperan al último grupo, echando un tentempié, Manolo y Paco. Juntos descendemos los últimos metros hasta el primer pinar que nos encontramos en el valle, junto al río (14,45h).
A la sombra de pinos viejos, sobre un manto de pastos, hoyado por vacas ahora ausentes, comemos. Damos buena cuenta del "delicatessen" picnic del refugio de Ventosa, el mejor de todos.
Poco más de 15 m para retomar la marcha volviendo por nuestros pasos del inicio de la travesía. Ahora disfrutando del paisaje que la oscuridad de la noche nos privó al comienzo.
La pista amplia, rodeada de pinares altos que nos dan sombra intermitentemente, con el río a nuestra derecha, hace que caminemos a buen paso. Una breve parada en la fuente de madera del "Pas del Planell Grand" para refrescarnos y en un abrir y cerrar de ojos recorremos los 800 m que nos separan del mirador de San Esperit, parada de los taxis.
Casualidad que uno de los taxistas es el mismo que nos trajo a la ida. No esperamos ni 5 minutos en partir.
Bueno, esto llega a su fin. Cuatro jornadas inolvidables, disfrutando de un excelente paisaje, donde cabe destacar la cantidad de ibones y cimas encrestadas, con sus circos y verdes valles, la ubicación de los refugios con sus grandes perspectivas y por supuesto la compañía.
Nos vemos en la próxima.
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