Vallibierna, 23 de Agosto 2017

jueves, agosto 24, 2017 0 Comentarios


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VALLIBIERNA - Paso del Caballo- TUCA CULEBRES. 23-agosto-2017

Andrés, Rubén, Tony y Antonio
Madrugón, a las 5 h. salida de Huesca con parada en Siétamo a recoger a Andrés y en Barbastro a Rubén, cambiamos de coche ante la posibilidad de que el mío, mucho más bajo, genere problemas en la pista desde Aneto.
Los kms. de carretera se hacen largos, pero no tanto los 8 km aprox. que nos separan del desvío de la nacional (Km.143) hasta la presa de Llauset.
Pasado Aneto enseguida vamos cogiendo altura, la pista, no en muy buenas condiciones, serpentea  con algunos tramos casi rectos que nos dejan observar el valle del Noguera- ribagorzana por el que discurre la N-230 . También atisbamos a lo alto, cuando nos lo permiten las curvas, la presa a donde tenemos que llegar.
Después de dejar atrás un aprisco de ganado lanar y caprino, un par de curvas sitúan la pista encarada hacia una pequeña recta, sin superficie arbórea, que nos permitir observar un par de túneles paralelos que nos llaman la atención.
Al llegar a los mismos nos sorprende la obra tan original; casi al final hay que abandonar la pista dentro del primer túnel y girar a la izda. bruscamente para enlazar con el segundo y girar de sentido.
La pista sigue en diagonal ascendiendo  ya encarada hacia nuestro destino. Eso sí, todavía nos llevaremos una sorpresa al llegar al túnel, tétrico, tenebroso, de aprox. 800 ms que tenemos que cruzar hasta la presa.Prohibido parar en el interior, así lo indican unas señales, pero la curiosidad es tanta que no podemos evitarlo. Fotos.

El túnel termina en la presa. 7,35 h. Llegada. Caen gotas. No dan tormentas hasta partir del mediodía. Nos ponemos chubasqueros y a las 7,50 h. comenzamos la marcha.
Seguimos las indicaciones del GR-11.

Pasamos un pequeño túnel donde revolotean unos pequeños murciélagos y seguimos bordeando la presa por la dcha., ascendemos suavemente, cruzamos una zona de rocas de granito que nos dejan en una zona herbácea que nos acompañará hasta el cruce con la senda que indica collado de Llauset, por aquí volveremos, así que giramos a la dcha. dirección al refugio de Cap de Llauset.

El terreno ya se complica, hasta aquí prácticamente hemos planeado circunvalando la presa. La senda ya toma elevación hasta superar el collado del pequeño ibón (Estany de Botornés) que encontramos a ntra. izda. El reflejo en sus aguas del pico de Vallibierna permiten realizar buenas fotos.

Antes de llegar al refugio nos cruzamos con varios montañeros que descienden.
Las obras de ampliación deslucen la foto, pero las hacemos. Soy el único que tomo un café de puchero (2,50€). cogemos agua y continuamos.
Cruzamos el barranco del ibón de Estany de Cap de Llauset (debajo de la Tuca de Anglios), que a medida que vayamos ganando altura veremos en su totalidad, y comenzamos una dura pendiente, bien marcada con hitos, que nos lleva a un nuevo cruce de sendas, a la izda. la ruta más corta y normal para llegar al Vallibierna, pasa por uan par de ibones pequeños antes de llegar al Ibón Chelat, dejándonos en los últimos metros de la ascensión,  y a la dcha. el GR-11 dirección del refugio Coronas pasando por la Collada de Vallibierna.

Un error de cálculo afortunado nos hace tomar el de la dcha., seguimos la dura ascensión hasta la collada, donde coincidimos con unos montañeros vascos que nos sacan de dudas. Hay dos opciones,  crestear hacía el sur-oeste desde el collado o bajar hasta el primer ibón de Vallibierna. Al final, con algunas dudas, descendemos, asumiendo que tenemos que volver a subir al collado Vallibierba para enlazar con la senda directa ya casi en su tramo final, añadiendo 200 metros  más de D+ a nuestro recorrido.

La subida desde el ibón es casi vertical, con algunas lazadas que ameran la pendiente. Terreno pedregoso pero con piedras asentadas que no generan inseguridad. Estamos deseando llegar al collado para almorzar. Nos alegramos al conseguirlo. Parada obligada antes de afrontar los últimos metros. Una comadreja nos rodea, manteniendo la distancia, mientras echamos un bocado.

Nuestro primer objetivo está a la vista. El tiempo nos acompaña, pero queremos darnos prisa ante las previsiones. Tan apenas unos minutos y estamos de nuevo de marcha.
Voy marcando el paso, despacio, así salvamos unos caos de piedras que nos sitúan en la última vertical antes de coronar. China chano, paso a paso, llegamos a la cima sin fatiga, pese a superar una buena pendiente con tramos del 47%.

Vallibierna. 8,3 km. desde la salida, 3:57 h., incluidos los 50' de las paradas. Fotos individuales y de grupo. Después giramos a ntro alrededor para ver las vistas, valles y cumbres ( Aneto, Maladetas Tempestades, Russel, Algas,  nuestra Sierra de Guara).
Avanzamos hasta el paso del caballo y decidimos pasarlo por la cresta. No deja de transmitirte a priori un poco de yuyu , pero cuando comienzas el paso te das cuenta de los buenos agarres de la cresta para las manos.
Andrés, Rubén y yo lo hacemos en babaresa. Voy el primero abriendo el camino y marcando las fijaciones. Tony, a quién le gusta mucho montar a caballo, lo hace a horcajadas.
Superado estamos en ntro. segundo objetivo, Tuca Culebras. Fotos, echamos un bocado y descenso rápido. En el horizonte se atisban nubes de no muy buena pinta. Aún así hemos permanecido en las dos cimas cerca de 50'.

La chimenea del descenso, con piedra suelta, nos hace tomar precauciones. Casi al final nos cruzamos con un montañero que quiere coronar el Culebras y descender por el mismo sitio. El terreno ferroso contrasta con el resto del paisaje. Superada la chimenea, en Cuello Culebras, giramos a la izda hacia el collado de Llauset, nuestra última subida de hoy. Casi en la cima nos damos cuenta que podíamos haber evitado parte de este ascenso tomando un atajo a mitad descenso del Culebras (senda poco marcada a la izda).

Dejamos el pico de Llauset a ntra. dcha. (2904 m.) y descendemos el collado por un canchal de piedra que nos permite trotar por la senda de piedra descompuesta.
Una vez abandonada la zona de piedras, continuamos por una zona herbácea, aprovechamos una de las varias a surgencias existentes en la zona que forman el rio Llauset para beber y coger agua..... Fresquísima y con sabor ferroso.
A ntra. izda. observamos a una pareja que están cogiendo mariposas.
Enseguida convergemos de nuevo con el cruce al refugio, nuestro camino de ida, antes observamos a una pobre oveja (negra) que por una ostensible cojera  no ha podido seguir su rebaño, que distinguimos en una glera a la dcha. de la presa, Lástima.

Los 2 km que nos separan desde aquí del parking lo hacemos rápido, para no variar, eso sí, avivados por las primeras gotas que nos caen.
Son las 14,10 h. cuando llegamos al coche, 6:22 h. la ruta completa, incluidas las casi 2 h. (1:54) de paradas. Cambio de ropa y vuelta para casa.


Distancia total 13.55 Km
Desnivel. de subida acumulado 1527.03 m
Desnivel. de bajada acumulado 1531.31 m
Altura máxima 3062.13 m
Altura mínima 2184.75 m
Tiempo total 6:22:02 h
Tiempo en movimiento 4:28:00 h
Tiempo parado 1:54:02 h

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Marboré, Cilindro, 19 de agosto 2017

domingo, agosto 20, 2017 0 Comentarios


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MARBORE - CILINDRO (desde pista de las Cutas-Bus desde Nerín) y NERÍN (descenso por la pista) 19-AGOSTO-2017

M.Dolores, Andrés, Tony, Alfredo, Miguel y Antonio.
El día anterior, viernes, por evitarnos unas horas de madrugar y estar más cerca del punto de salida del bus, partíamos a las 20 h. desde Huesca dirección a los Piranillos (Sarvisé), lugar donde nos alojaríamos esta noche.
Después de dar un par de vueltas para encontrar el lugar, situado a 300 m. antes de llegar a Savirsé en un desvío situado a la izda. si vienes desde Fiscal, conocer nuestro aposento y cenar, aprox. a las 12 h. apagábamos las luces de la habitación de 6 literas.
Un poco antes de las 4,30 h. ya estábamos todos arriba, un ligero lavado de cara, desayunamos con las viandas que nos habían dejado dispuestas la noche anterior y salimos dirección de Nerín, lugar de partida del bus.
Llegamos a las 5,40 h., cinco minutos antes de la hora marcada de salida. Al final sale un poco más tarde, cerca de las de las 6 h. En apenas 20 m. nos deja, después de transitar por la pista de las cutas, encima del valle de Ordesa, en cuello arenas, cerca del mirador de Cuello Gordo a 2200 m. altitud, superando enseguida los 1265 m. de partida en Nerín.
Todavía de noche, ayudado por los frontales (luna menguante), a las 6.20 h. comenzamos la jornada que se presume calurosa, el cielo totalmente despejado. Para empezar a calentar tenemos que superar el primer collado que nos deja encima del valle de Ordesa, aprox. a la altura de las "gradas de soaso", son aprox. 400 m. al 11.50%.
En este punto, con el amanecer marítimo, ya podemos disfrutar de las hermosas vistas que tenemos delante con nuestros objetivos y debajo con el cañón tan impresionante que forma el rio Arazas al fondo del valle de Ordesa. Tenemos que prestar especial anterior para no tropezar,  transitamos por encima del valle y la senda de los cazadores, hasta llegar a cuello gordo, a partir de aquí, debajo de Sierra Custodia, la senda se junta en un tramo con la pista que sube de los prados del Pueyo de Mondicieto. Comentamos al pasar  que a la vuelta, en caso de pérdida del bus, podríamos bajar por ella, ganando unos kms., evitando la subida al collado y la sensación de vértigo que propicia la profundidad del valle.
Algunas paradas para hacer fotos no nos hacen perder excesivo tiempo, así en 1:42 h. llegamos al refugio de Goriz, primeros 6,5 km. del recorrido. Cargamos cantimploras, comemos algo de fruta y comenzamos los tramos duros de la ascensión, empezamos a ganar altura. Nos llama la atención la cantidad de tiendas de campaña apostadas junto al refugio, presumimos que en nuestra jornada estaremos bien acompañados. Al iniciar la marcha un montañero nos pregunta si vamos a dormir en Monte Perdido, ante nuestra afirmación nos ofrece unos paquetes de almendras y nueces que generosamente rechazamos.
En la ascensión adelantamos y nos adelantan mientras vamos superando los primeros balcones,  pocos o casi ninguno llevan  unos mochilones como los nuestros, la mayoría realizará excursiones para tocar cima y bajar. Bastantes practicantes de ultras nos van superando también. El peso se nota, es una hándicap añadido a la dureza de la ascensión.
Superado el caos de rocas (9:34 h.), la primera raya con el destrepe, que nos obliga a utilizar las manos, enseguida llegamos al desvío que tenemos que tomar para dirigirnos al Marboré. Casi debajo de la punta del Escaleretas, cruzamos el barranco de Goriz (2700 m. altitud) y seguimos hacia el oeste por un tramo de piedra "roya" (10:00 h.) Vamos siguiendo los hitos que marcan el camino, no ofrecen ninguna duda, nos hacen bordear a Peña Roya.
En la base de la glera de Cuello del Cilindro encontramos los primeros neveros que bordeamos sin necesidad de hoyarlos. Tenemos que superar a continuación una zona de piedra suelta y con bastante inclinación que nos obliga a utilizar las manos para no resbalar y salvar 100 m. de desnivel en escasos metros, igual da que lo hagamos por una pequeña chimenea que aprovechando los zigzag de la senda. Superado este obstáculo estamos a 3050 m., solo nos quedan  que salvar poco menos de 200 ms. para llegar a nuestro primer objetivo. Son aprox. 700 m. que se hacen larguísimos. Han trascurrido 5:11 m. cuando hacemos nuestra primera cima, a las 11:30 h., llevamos 11,987 km. y bastante cansancio, así que toca descansar y almorzar. Antes aprovechamos la presencia de una pareja para que nos haga las fotos de grupo.
Después de almorzar y disfrutar de la buena climatología  que nos permite observar de la visión de las cimas emblemáticas (Monte Perdido, Taillón, Gavietos, Vignemale, Brecha de Rolando, etc...) y de los valles, incluida la localidad de Gabarníe, que se observa perfectamente pese a las nieblas que cubren la vertiente francesa,   a las 12,35 h. comenzamos el descenso, que afortunadamente no se hace tan larga como la subida.
Sorteado el tramo complicado de piedra suelta, unos por la chimenea y otros por la pedrera, ambos grupos con mucha precaución para no resbalar, nos encontramos de nuevo en los neveros, a punto de comenzar la ascensión al cuello del Cilindro.
230 m. de desnivel con una pendiente más pronunciada en los metros finales y con el hándicap de estar formada la chimenea por un canchal de piedra grande suelta. Pese  al inconveniente de la gran cantidad de piedra movida, resulta menos difícil subir por ellas que seguir la complicada traza, casi en vertical, que marca el camino.
La ascensión la hacemos cada uno a nuestro ritmo, salvo Toni que la sube por la parte izda., quizás la más complicada, el resto lo hacemos por la parte derecha bastante distanciados, así evitamos también cualquier desprendimiento de piedras.
14:30 h.Ya habíamos superado la chimenea Alfredo, Andrés, Toni y yo, cuando faltando tan apenas 40 m. para superar el collado, M. Dolores, que marchaba ligeramente por delante de Miguel, se desequilibra por el peso de la mochila y cae hacia atrás rodando unos metros. A los gritos de Miguel enseguida descienden Alfredo y Andrés para realizarle, junto con Miguel, los primeros auxilios. Nos damos cuenta de la gravedad de las lesiones, especialmente por la lesión del brazo y por la brecha en la frente, que nos hace pensar alguna otra lesión oculta.
Toni y yo, desde el collado y la cima del Puntal del Cilindro, intentamos coger línea para avisar al 112, ya consideramos urgente y necesaria su intervención. No hay forma tras la busqueda de numerosas posiciones, los montañeros que suben tampoco tienen. Toni decide subir al Cilindro pensando, al ganar altura, tener más posibilidades. Afortunadamente así es. Conseguimos dar el aviso. Toni permanecerá en su posición para no perder cobertura por si la Guardia civil necesitar contactar de nuevo y yo permanezco en lo alto del Puntal para realizar las señales de auxilio y marcar la posición cuando aparezca el helicóptero.
La espera se hace interminable para nosotros, especialmente para Miguel, Andrés y Alfredo que permanecen junto a ella. Unos corredores de trail se ofrecen también para bajar al refugio de Góriz corriendo a perder ayuda, descienden  también hasta donde está M. Dolores con botiquín en mano realizando unas primeras curas. Las mantas térmicas, imprescindibles en cualquier marcha de montaña, sirven para evitarle hipotermia. Gracias a todos por la solidaridad tan desprendida que hemos visto brindándonos ayuda y apoyo.
Una hora y pico después, el ruedo de motor nos alerta, perdemos la vista intentando localizar su procedencia, enseguida lo atisbamos por encima del valle de Ordesa, casi siguiendo por encima  nuestros pasos de ascensión. Marcamos con señales nuestra posición y después de varias pasadas de reconocimiento se posa en lo alto del Puntal del Cilindro para dejar al médico, Juan Pérez Nievas, y a los dos Guardia Civiles del equipo. Descienden rápido hasta la posición de M. Dolores, arropada en todo momento por nosotros, y el médico, excelente profesional al igual que los Guardia Civiles, de Jaén y Murcia, le aplica calmantes y coloca el brazo en cabestrillo, confirmando la rotura del mismo sin precisar el alcance dentro de la gravedad. Cura también las distintas heridas, especialmente la de la cabeza.
Mientras el médico sigue con los cuidados, el helicóptero, avisado por los G. Civiles, tiene que volver de nuevo a dejar la camilla, necesaria para poder subir a M. Dolores. Se buscan anclajes en roca firme para poder sujetar la cuerda que utilizaremos para subirla por el pedregal. Así se hace, es izada por los Guardias, médico, Alfredo, Andrés y Toni mientras yo voy tirando y recogiendo la cuerda para evitar deslizamientos. Tarea complicada el subir por el pedregal pero que bien coordinada sale a la perfección sin problemas. Miguel, mientras, tiene que realizar varios viajes subiendo y bajando hasta el Puntal para recoger el material médico y las mochilas de los G. Civiles.
Ya en la cima del Puntal hay que esperar unos veinte minutos hasta que aparece de nuevo el Helicóptero. A las 17,18 h. aparece de nuevo en el horizonte. Se posa con mucha habilidad sobre un apoyo y junto con la camilla y el médico se eleva para descender hasta  una pradera, junto al refugio de Góriz. Aquí asegurará mejor la camilla y subirá de nuevo para buscar a los G. Civiles, circunstancia que se produce aprox. quince minutos después. Nos despedimos muy efusivamente de los Guardias Civiles y médico, a quienes desde aquí agradecemos profundamente su profesionalidad. Reflexión: Estamos muy bien protegidos en la montaña y es muy importante estar federado.
El resto nos quedamos fríos, sin muchas ganas de continuar con el plan previsto, así que por unanimidad dejamos Monte Perdido para otra ocasión. Subimos al Cilindro para buscar cobertura y poder avisar a las familias,decidimos seguir hasta Nerín pueblo, aún sabiendo que nos quedan muchos kilómetros de pista, es imposible llegar al horario de recogida del bus (20 h.). La sabida al Cilindro no está exenta de emoción y precaución, exige realizar un par de trepadas con muy pocos apoyos. Si hay que prestar atención parar superarlos en la ascensión en la bajada todavía hay que ser más cuidadoso y prudente, ayudándonos unos a otros para buscar  los apoyos más seguros.
Son las 18:30 h. cuando, después de comer algo en el collado del Cilindro, iniciamos la marcha, esta vez sin parar hasta Nerín. Descenso al Ibón Helado donde cogemos la senda de Monte Perdido y vamos deshaciendo el camino hasta cerca de Goriz, que evitamos con una traza hacia el este que nos acerca tras varios campos a través hasta el Gr-11, que abandonaremos también para descender por un terreno herbáceo hasta coger la senda de esta mañana que viene de Cuello Gordo.
Poco falta para las 21 h. cuando llegamos a Cuello Gordo, aquí abandonamos el camino de por la mañana y seguimos por la pista que bordea el Pueyo de Mondicieto, evitando la zona aérea del paso por la raya del Valle de Ordesa , ya hay poca visibilidad, y ahorrándonos algún kilómetro que supondría  ir al punto de partida de esta mañana donde nos ha dejado el bus.
Ya de noche, recortando  inicialmente el camino por los pastos, el descenso lo hacemos rápido, la pista está bastante bien y nos evita tropezones. Primer cruce a nuestra izda. con el camino que lleva al Refugio de Cuello Arenas y enseguida convergemos con la pista de las Cutas. Se hace interminable la bajada, decidimos no tomar por seguridad las sendas que sirven como atajo evitando las interminables curvas en zigzag del camino. La noche está despejada y la temperatura es muy agradable. Debajo del Tozal de la  Portialla, la fuente de la Sartenela nos alegra la noche, vamos secos, llevamos cuatro horas de descenso y sin reservas. Aprovechamos para hidratarnos y llenar recipientes, calculamos que todavía nos queda más de 1 hora de pista.
Empezamos a tener cobertura, nos vamos enterando que a M. Dolores la están atendiendo en Barbastro, que afortunadamente sólo es la rotura del codo y están preparando el traslado a la clínica Montecanal de Zaragoza por el seguro de la FAM.
Son las 23.30 h. cuando llegamos a Nerín. Cambio de calzado, los pies están cocidos y doloridos de tanta pista y  botas. Una ligera parada en Sarvisé para dejar a Alfredo, Isabel se ha acercado desde Otal a recogerlo, y a Huesca.
Al escribir esta crónica ya han operado a M. Dolores, la operación, con chapa y más de media docena de clavos, ha salido muy bien. Confiamos y te deseamos una rápida recuperación para volver pronto a las andadas. Un fuerte abrazo y muchos besos de todo el equipo.
Distancia total 36.09 Km
Distancia analizada 36.09 Km
Desnivel. de subida acumulado 1904.83 m
Desnivel de bajada acumulado 2814.35 m
Altura máxima 3324.61 m
Altura mínima 1264.63 m

Tiempo total 16:58:42 h
Tiempo en movimiento 10:39:22 h
Tiempo parado 6:19:20 h
Velocidad media total 2.13 Km/h
Velocidad media en movimiento 3.39 Km/h
Velocidad máxima sostenida 27.19 Km/h

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Cirular por Árguis, 2 agosto 2017

viernes, agosto 04, 2017 0 Comentarios




ARGUIS - Circular - Pico Águila - Tiñas de Bonés - El Peiro - Crestas de Sarramiana - Gratal - Pico Calmas - 2 Agosto 2017

Toni - Andrés y Antonio

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Después de aparcar en la antigua hospedería de Arguis, junto a la presa, a las 5:24 h. comenzamos la marcha. El cielo está despejado, en contra de las previsiones, y la temperatura calurosa, 24º. El guardia que vigila las obras del nuevo túnel sale de su garita a nuestro paso, seguramente las luces de los frontales le habrán llamado la atención.
Nos ahorramos los primeros zigzag ascendiendo por los atajos. Cuando salimos de la zona de pinos ya vamos sudando, será un anticipo del día caluroso que nos espera. A esta hora no se oyen ni tan siquiera pájaros. Pasado  el desvío a la fuente, cuando se gira a la derecha para seguir la ascensión en diagonal hasta el cruce con la senda de la Ermita de Ordás, apagamos los frontales. El crepúsculo es tan luminoso que hace innecesario gastar pilas.
Al llegar a la pista, sin entretenernos, giramos a la izda. para ascender al repetidor viejo. Han pasado 1:20 h. desde la salida, llevamos 5,107 km., lástima que el horizonte este cubierto de nubes y nos impidan ver el amanecer. Hacemos fotos de la cima e iniciamos el descenso por un recorrido que me encanta hacia mesón viejo. Lo hacemos al trote en algún tramo, lo que sorprende a un montañero que nos encontramos a mitad descenso.
Tomamos el desvío bien señalizado, casi enfrente del mesón, hacia la ermita de la Malena. Cuando salimos a la pista nos damos cuenta del agua que hace falta, el camino cuarteado en varios tramos y con polvo en otros pide precipitaciones tan necesarias como el agua de mayo.
Al llegar al desvío a la ermita una jabalina y sus tres jabatos abandonan corriendo, seguramente asustados por nuestra presencia, la balsa de agua existente debajo de la ermita, cruzan despavoridos delante de nosotros el pequeño prado. Nos da tiempo de fotografiarlos.
2:34 h. de ruta y 11,400 km. A la sombra de la ermita tomamos unas piezas de fruta y unos buenos chaparrazos de vino que todavía permanece fresco.  Antes de partir decidimos visitar la imagen de María Auxiliadora situada en lo alto de un pino junto al Flumen. No nos lleva más de 5 minutos encontrarla, Andrés conocía su ubicación. Otro síntoma de la falta de agua, el rio está sucio, repleto de líquenes y muy enturbiado, ayudado también por el paso incesante de las vacas sueltas que pastan en los alrededores.
Caminamos por la pista de nuevo aprox. 1 km hasta tomar la senda que parte a la izda. hacía las Tiñas. Está marcado al principio y posteriormente la senda no ofrece ninguna duda hasta Arguis. Antes de cogerlo tenemos que espantar a unas vacas que nos miran con cara de pocos amigos, justo en el desvío. La ascensión es tendida y constante hasta poco antes de coronar, donde se empina considerablemente. Un pequeño prado en la cima, despejado de obstáculos, nos permite observar con detalle las vistas distintas que desde este punto nos depara Arguis, la presa con su hoy color turquesa , la sierra de las Calmas y al Gratal, nuestros próximos cercanos objetivos. Altura 1589 m., 3:19 h. desde la salida.
A nuestra dcha., al fondo, observamos una pequeña mallata, la señalamos y comentamos que si siguiéramos desde ese punto hacia el oeste podríamos encontrar una bajada directa hacia el Peiro, evitándonos tener que retroceder hasta Arguis otra vez. Esta senda era nueva para los tres, nos sorprende que gire a la dcha. hacia la mallata, pero lo hace llegando hasta ella, en este punto vuelve a girar 90º ya dirección Arguis. La senda muy limpia facilita bajar corriendo, lo que hacemos hasta las rayas. Paramos un par de minutos observando el desgraciado punto donde se precipitó el niño hace un par de veranos. En ese mismo lugar se lanzan tres buitres a volar, solo se han percatado de nuestra presencia cuando estábamos casi encima. Un pequeño pedestal de piedra con unas cruces de madera marcan el lugar, D.E.P.
4:14 h. y 18,475 km. llevamos cuando nos sentamos junto a la fuente de Arguis, es hora de realizar una parada más larga y aprovechar para almorzar. En la fuente nos refrescamos, yo incluso pongo la camiseta a secar, completamente sudada. Antes de partir tomamos café en el bar de la localidad. Muy bueno, además las acompañamos con unas rosquillas que generosamente ofrecen gratis para acompañarlo.
Casi media hora después abandonamos el pueblo dirección a El Peiro. En el camino que nos aproxima al comienzo de la senda el sol vuelve a calentar, aunque las nubes hacen intermitentemente acto de presencia y minimizan los efectos del calor. La ascensión, con paso corto pero sin parar hasta el final. Antes de llegar al collado nos encontramos con un par de parejas que ya descienden, han parado a descansar. Cuando hacemos cima llevamos 6:30h., y 27,093 km., en 50 minutos hemos alcanzado los 1575 m. de altitud.. Volvemos a comer algo de fruta y decidimos que el acercamiento  al collado de Sarramiana lo haremos por la cresta desde el collado, observamos desde arriba una pequeña traza, no obstante la dirección es previsible. Así lo hacemos, antes de llegar al grao que nos acerca al otro lado de la cresta tenemos que apartar unos bojes que dificultan el paso, esto es lo más complicado, después la traza se sigue sin dificultad.
Al descender al collado, donde converge con la senda que sube del hayedo, paramos para limpiarnos calcetines y botas de piedras y espigas. Tan apenas cinco minutos. Hemos apurado las existencias de agua, no llevamos ni gota. Confiamos que la fuente a los pies del Gratal no esté seca.
8:01 h. y 32 km. de camino. Es una alivio encontrarla como siempre, el caño sale con fuerza y fresca, muy fresca. Calculo que cada uno nos bebemos mínimo 1,5 ls.. Llenamos las botellas y a por nuestro penúltimo objetivo. El Gratal nos espera.
31 minutos después estamos divisando la hoya desde lo alto. Una ligera brisa hacen más gratos los poco más de 5 minutos que estamos en la cima, 1558 m. Llevamos 33,257 km y 8:33 h. El descenso rápido, con cuidado para no pegarnos algún culetazo. Nueva parada en la fuente para reponer líquidos y reanudamos la marcha hacia las calmas.
Tomamos la pista que nos lleva por la izda. de las "agujas" y "pico de mediodía" a los prados por encima de Nueno y que nos acerca por un camino antiguo, solo transitado por bicis y montañeros,  al pozo de hielo existente justo en el comienzo de la senda que marca el descenso hacia la localidad. Fotos y abriéndonos camino entre la hierba tomamos la senda, semioculta al inicio, para llegar a las calmas.
Cuando hacemos cima, 1.574 m., llevamos cerca de 38 km. Buscamos sin éxito  la senda que nos llevaría justo al desagüe de la presa, después de perder una traza que parte del mojón, se adentra en una zona muy vestida erizones y bojes, decidimos volver por el mismo sitio. Bajamos a coger el camino y enseguida tomamos la senda a nuestra derecha que nos llevará en un descenso muy vertical hasta la pista que parte de la presa. La senda, muy limpia y bien marcada, sale varias veces a la pista, cruzándola a izda. o dcha. en las innumerables lazadas del trazado. Por supuesto, una buena parte de la bajada la hacemos al trote. Unas ligeras molestias en la rodilla de Andrés y en los pies de Toni nos obligan a parar y caminar , eso sí ligeros, hasta nuestro punto de inicio y final.

Al final:
Distancia total 42.71 Km
Distancia analizada 42.71 Km
 Desn. de subida acumulado 2695.86 m
Desn. de bajada acumulado 2687.34 m
Altura máxima 1628.01 m
Altura mínima 973.65 m
Ratio de subida 15.15 %
Ratio de bajada 15.6 %
Tiempo total 10:58:20 h
Tiempo en movimiento 9:09:01 h
Tiempo parado 1:49:19 h
Velocidad media total 3.89 Km/h
Velocidad media en movimiento 4.67 Km/h

http://www.ibpindex.com/ibpindex/ibp_analisis_completo.php?REF=37108537727521&LAN=es&SMD=m&MOD=HKG

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Taillón por Bujaruelo, 28 julio 2017

viernes, agosto 04, 2017 0 Comentarios




FOTOS de la Jornada

Fotos del intento del 21 de julio

Madrugada estilo Javierada, a las 4,30 partimos dirección San Nicolás de Bujaruelo.
Al salir de la localidad de Broto encontramos la calzada manchada de  excrementos, nos hace pensar que en el recorrido hasta el refugio es fácil nos encontremos con el ganado que acercan a las zonas altas de montaña, ralentizándonos la llegada.
No nos equivocamos, pero al contrario que la semana pasada, nos las encontramos pasado el camping, en la zona ancha de la pista, además van en fila y por la parte izda.
Llegamos a las 6,14 h, cargamos mochilas y con el amanecer marítimo empezamos a caminar diez minutos más tarde. No hace falta frontal.
Cruzamos el puente romano del río Ara y comenzamos la constante ascensión hasta el puerto de Bujaruelo por el GR-10 (3 h. señala el indicador).
La senda amplia y bien marcada discurre entre pinos, bojes y hayas en alternos zigzag hasta el desvío al ibón de Bernatuara, a partir de aquí los árboles van desapareciendo dando paso a zona de pastos y pedreras. Un primer poste eléctrico de alta tensión nos llama la atención en una zona  de tanta naturaleza y belleza paisajística  como la que nos encontramos, pero por otra parte no nos sorprende por estar en el trazado pensado en la época franquista para unir España con Francia por carretera. Afortunadamente sólo se quedó en eso, un proyecto.
Antes de llegar a un pequeño collado, nos tenemos que apartar para dejar paso a vaca y toro, acompañados por un pequeño ternero, que descienden por la senda-pedrera con toda precaución posible. No tenemos la más mínima intención de entorpecer su paso.
Hace rato que nos hemos aliviado de la ropa de abrigo inicial, pese a que sube una ligera brisa desde el fondo del valle.
Seguimos a la dcha por encima del barranco en un tramo en diagonal con bastante piedra suelta que dificulta los pasos. Casi al final de la trazada, y después de un par de lazadas que sirven para superar una zona rocosa, llegamos a un falso llano que nos aproxima al barranco de Bujaruelo, que cruzamos para dejarlo a partir de  aquí a ntra. dcha.
Un extenso Prado se abre entre las laderas de los gavietos/taillon, collado de Bujaruelo y Laderas de Lapazosa donde pastan un centenar de vacas. Nos abrimos paso entre ellas, que no se inmutan ante nuestra presencia, sólo algún ternerillo corre al lado de su progenitora, seguimos hacia el puerto de Bujaruelo, que ya se vislumbra al fondo, iluminado por los primeros rayos de sol.
Cuando llegamos arriba hemos hecho los primeros 5 km. (1:50 h. desde la salida), la ligera brisa se torna en un fuerte viento que invita a buscar abrigo detrás de unas rocas, ya en la parte francesa. Paramos a comer algo, mientras vamos observando el incesante paso de montañeros y caminantes que vienen del parking del col de Tentes (Francia ).
Tan apenas trece minutos  reprendemos la marcha, próxima parada brecha de Rolando. Una señal nos  indica la dirección hacia el refugio de Sarradets, cerrado por obras.
La senda que desde aquí discurre por debajo de nuestro objetivo (Taillón) y de los Gavietos, sigue en suave ascensión hasta  la bifurcación al circo de Gavarnie y la cascada de la Brecha, donde después de cruzarla la inclinación de la pendiente nos hace resoplar. Vamos pasando gente y buscando alternativas para no molestar. Así llegamos al collado, desde donde tenemos una primera visión del refugio y de la "Gran cascada de Gavarnie".. Un grupo de franceses, que se recuperan del sobre-esfuerzo, nos hacen fotos, aprovechamos para preguntarles por la situación del refugio. En cinco minutos estamos en las vallas que impiden el acceso al mismo por las obras, bebemos agua de una goma improvisada como fuente para coger agua, realizamos fotos de la brecha que marca destacadamente en lo alto el centro de nuestra atención y nos preparamos para superar la fuerte pendiente que  discurre por una marga que separa el nevero y la barranquera. A la dificultad del desnivel hay que añadir la cantidad de tierra y piedra suelta. Al final, un giro a la izda. nos deja en un descansillo de mole de piedra que nos permite realizar nuevas instantáneas de la brecha hacia arriba, del refugio al fondo y a ntra. izda de Gavarnie.
Un nevero con la traza bien marcada será ntro. penúltimo obstáculo hasta la brecha; el último al final, una fácil trepada que nos deja en el paso. Como sopla el aire y vamos empapados, buscamos a la dcha. un pequeño abrigo donde nos dé también el sol. Llevamos 3:38 h. y 9,144 km.Aprovechamos para echar un bocado en 10 minutos y disfrutar del excelente paisaje que nos deja esta vertiente, valle de Ordesa y monte Perdido incluidos.
La senda, bien marcada por hitos que en este caso se hacen innecesarios por la fuerte trazada y por lo intuitivo del destino, sigue por debajo de Punta Bazillaz (2976 m).
Así llegamos, pasando junto a un pequeño abrigo que puede servir de refugio (abrigo de Gaurier) a la falsa brecha y al "dedo", que pasamos por la cara norte. Desde aquí observamos varios grupos que ya descienden, han madrugado más que nosotros, .... o no si vienen del parking francés; nos cruzamos en la ascensión.
Son las 11 h. cuando hacemos cima, casi 11 km. recorridos -10,87 km.- (4:35 h. desde la salida), no estamos solos, dos parejas de franceses se resguardan de la brisa fría en el pedestal de la cima y en un vivag.
Nos ponemos ropa de abrigo, vamos sudados y queremos evitar un constipado, echamos un bocado y le damos un par de apretones a la bota vino, que apetece para coger calor.
Las parejas de franceses se van, pero aprovechamos la llegada de otra para hacernos la foto juntos. Comentamos con ellos los nombres de los picos que no identificamos por la distinta orientación que marca nuestra posición. Qué bien se ve Guara, Tozal, Cubilars, Cabezo, poco Ballemona, Fragineto, y a nuestro alrededor destacan Vignemale y su glaciar, distinguimos el Midi Osso, Los Infiernos y Argualas y cia., y al este Monte Perdido, sin rastro de nieve, Cilindro, Marboré y Escaleras. No nos cansamos de girar a ntro. alrededor buscando imágenes.
Permanecemos en la cima 51 minutos, vamos muy bien de tiempo, pero es hora de bajar, nos volvemos a cruzar con gente que sube, pero sobrepasado el dedo tenemos que dejar paso a un grupo de aprox. 25 catalanes que ascienden con cara de asombro e intuimos que con poca experiencia montañera. Lo hacemos al trote, así que pronto nos encontramos de nuevo en la brecha. Muy concurrida, tanto subiendo como bajando, nos obligan a buscar una alternativa para el destrepe más incómoda pero sin gente.
La nieve del glaciar "de la Breche" que hemos hoyado al subir está ahora tan primavera que nos permitimos el lujo de correr. Sorteando a grupos enseguida pasamos el refugio y llegamos al collado de Sarradets, aquí esperamos a Carlos que se ha quedado un poco rezagado.
Descendemos este siguiente tramo más empinado con precaución hasta llegar a la pequeña cascada que forma el glaciar del Taillón. Una vez cruzado,  la senda desciende en diagonal y muy suavemente hasta el puerto de Bujaruelo, lo  aprovechamos para incrementar nuestro ritmo y seguir trotando. Antes de llegar al puerto esperamos nuevamente a Carlos en las correntías que forma el glaciar de los gavietos. Nos da tiempo, además de refrescarnos, para descalzarnos y oxigenar los pies.
El descenso a las planas de Lapazosa y Pinarroi, donde pastaban las vacas al subir y ahora pacen, lo seguimos haciendo al trote . Realizamos una nueva parada en el llano para esperar. La brisa que mitigaba la fuerza del sol ha desaparecido, ahora ya sentimos el calor de lleno.
Dejamos la zona de pastos con sus vacas, cruzamos el barranco y, ya de nuevo en la zona de senda pedregosa, seguimos alternando trote y rápido caminar. Tenemos prisa por buscar la zona de sombra que proporcionan los pinos y bojes cuando la senda discurre paralela al barranco Sandaruelo.
La traza no ofrece duda, así que dejamos a Carlos que baje a su ritmo, lo esperaremos en Bujaruelo.
Bajando este último tramo adelanto a un viejo amigo de Zaragoza, también llamado Carlos, que viene de pernoctar en Monte Perdido. Los dos llegarán casi juntos media hora después. Lo acercaremos a Torla donde tiene su coche.
Unas cervezas y refrescos, junto a unas croquetas de la casa, y retorno a Huesca.

Estadísticas de la ruta:

Distancia total 21 Km
Desn. de subida acumulado 2100.62 m
Desn. de bajada acumulado 2106.29 m
Altura máxima 3148.74 m Altura mínima 1332.01 m
Ratio de subida 20.4 % Tiempo total 8:04:48 h
Tiempo en movimiento 6:18:34 h
Tiempo parado 1:46:14 h
Velocidad media total 2.6 Km/h
Velocidad media en movimiento 3.33 Km/h
Velocidad máxima sostenida 10.32 Km/h

http://www.ibpindex.com/ibpindex/ibp_analisis_completo.php?REF=37104138095315&LAN=es&SMD=m

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Nocturna a Guara - 14 de julio 2017

martes, agosto 01, 2017 0 Comentarios

Son las 18,10 h., con un ligero retraso partimos  25 Javieres desde Salesianos distribuidos  en 6 coches hacía el Valle de Nocito, posteriormente, sobre las 19,30,  lo harán Nino, Alfredo y Josico y media hora más tarde Cru y un amigo de Zaragoza, José Luís Piñeiro.
Más o menos juntos llegamos al parking de Used, aprox. a las 19,30 h. comenzamos la ascensión. Carlos Abadía se pone al frente. Me quedo esperando a que preparen mochilas a los últimos que han llegado, David, Sonia, Sandra y M. Carmen, e ir cerrando al grupo.
El grupo primero al llegar al "abrevadero" donde si bifurca la senda sigue el camino tradicional, a la dcha., nosotros decidimos avanzar por la izda. siguiendo el camino reabierto hace dos/tres años y que se dirige también a los llanos de cupierlo. Al ser este un poco más directo que el anterior nos permite llegar al punto donde enlaza con la pista un poco antes que al resto, desde aquí caminamos todos juntos hasta Fenales. Nos llaman la atención las trampas que han colocado a lo largo de la pista para control de moscas, mosquitos y todo tipo de insectos.
Me quedo con Carlos y Goyo cerrando el grupo. A Goyo se le hace pesada la ascensión, realizamos alguna paradiña para que recupere, tiene amagos de subirse los gemelos. Un poco antes de llegar al desvío a Bentué le dejo el walkie a Carlos y avanzo para intentar llegar con el grupo al refugio.
Después de cebar el sifón aprovechamos todos para refrescarnos y reponer las botellas. Descansamos unos minutos y reanudamos la marcha sin esperar la llegada de Carlos y Goyo, les comunicamos por el walkie nuestra intención. No podemos entretenernos si queremos llegar a nuestros "aposentos" con los últimos rayos de sol.
Comienza el primer tramo duro, bien conocido por todos. China Chano, esta es la filosofía. Andrés y los jóvenes encabezan el grupo, y lo cerramos M.Carmen, Pili y yo, aunque ligeramente por detrás de nosotros vienen Chema, Oscar y Manolo. Nosotros vamos subiendo despacio....pero sin pausa.
Al llegar al raso del "gofre" escuchamos a la cabezo del grupo que comienza el segundo tramo empinado, por detrás seguimos escuchando a los rezagados. Unos segundos de respiro y continuamos. Un poco antes de llegar a nuestra CRUZ nos adelantan Chema, Manolo y Oscar, no indican que por detrás ya se oyen las voces de Nino, Alfredo y Josico.
En la ascensión se nos quedan grabadas las bonitas imágenes del ocaso, los últimos rayos de un sol sin apenas ya fuerza iluminan la Cruz. El cielo estrellado y despejado, junto con los últimos destellos del sol, hacen innecesario el uso de luz artificial. Así llegaremos hasta el collado de Ballemona.
El grupo ya ha tomado posiciones, situándose a pocos metros del collado, vertiente sur. Otra parte del grupo junto conmigo decidimos acampar mas cerca de la cima buscando una posición más horizontal, evitando deslizarnos cuando nos introduzcamos en los sacos. Las mochilas harán de paravientos. Corre una ligera brisa, no es fría pero molesta lo suficiente como para ponernos ropa de abrigo. Estando en el proceso de colocar los sacos llegan Nino, Afredo y Josico.
Esparcidos en una veintena de metros e iluminados por los frontales ante la ausencia de la luna, comenzamos a cenar. Como siempre compartimos todo, especialmente las tortillas, muy buena Susana. Antes de terminar y a tiempo de compartir llega Carlos, nos confirma lo que ya nos habían anticipado Nino, se queda Goyo en el raso a cenar y a dormir, sin intención de ascender, el cansancio y las molestias en los gemelos han podido con su voluntad. Carlos cena con nosotros y se baja a dormir con él, le acompaña Nino durante una buena parte del trayecto de bajada. Carlos subirá de madrugada para ascender con nosotros al Tozal.
Casi al mismo tiempo que llegan Cru y Jose Luis, Andrés, Luichi y C. Monclús se suben al Tozal. Cuando estos descienden, un segundo grupo, Cru, Jose Luis, Sandra, Angel y servidor,  nos disponemos a hacer lo mismo, la noche es larga, se va a dormir poco y subiendo y bajando se hará bastante más corta. Se nos une nuevamente Luichi, la experiencia arriba ha sido tan positiva que decide repetir.
La noche es única para disfrutar del firmamento y del espectáculo que nos brindan las estrellas, sin obstáculos lumínicos ni nubes podemos observar con precisión las constelaciones. Cru nos va indicando la posición y las distintas formaciones, también los planetas se hacen muy visibles y nos sorprende la claridad y luminosidad de la Vía Láctea. No apetece para nada descender, todo lo contrario, la noche invita a tumbarse y recorrer con la vista el cielo admirando el tintineo de las estrellas y permanecer atentos a la aparición de las estrellas fugaces, aprovechando para soñar y pedir deseos. No hace falta volar, sino fijarnos en el horizonte para descubrir las poblaciones cercanas o lejanas que sus luces delatan, así vemos Laguarta, Sabiñanigo, el resplandor de Jaca detrás de Peña Oroel,  incluso Pamplona, todos los pueblos de la Hoya con la capital y Zuera y Zaragoza al sur. Cru dice que incluso las torres del Pilar.
Cuando descendemos procuramos no hacer ruido, todos, duerman o no, están en los sacos bien tapados, nosotros lo hacemos con discreción para no molestar. Estreno, junto con Andrés y Alfredo, el saco del Kilimanjaro. Demasiado para esta altura y temperatura (sobre 10º), tengo calor y tengo que quitarme ropa. Por la mañana, algunos me dirán han pasado en algún momento frio, especialmente al filo de las 3,30 h que se levantó un fuerte aire, afortunadamente pronto tornó de nuevo a ligera brisa.
Ligeros ronquidos, casi silbidos, interrumpen el silencio de la noche, no tan fuertes como para ser un inconveniente al conciliar el sueño. Permanezco un buen rato observando las estrellas hasta que me puede una mezcla de sueño y cansancio, aparentemente todos duermen.
A las 5 h., cuando mejor dormía, la voz de Carlos Abadía que actúa como un buen despertador nos va levantando a todos. Vamos recogiendo sacos y nuevamente compartimos café, todavía caliente, y pastas.
Recogemos el chiringuito, dejamos todas las mochilas apiladas, salvo Josico y M. Carmen que suben con las suyas, y comenzamos la ascensión al Tozal todos juntos, salvo Cru y Jose Luis que aún permanecerán un rato más en el "campo base".
La hoya amanece con banco de niebla, ocultando a Huesca bajo un manto blanco que nos impedirá verla durante todo el tiempo que permanecemos en el Tozal. A medida que vamos ganando más altura los distintos crepúsculos matutinos nos van iluminando, primero, como dice Cru, el astronómico, iluminando solamente la silueta del horizonte, después el naútico, que va ocultando la visión de las estrellas, impidiéndonos observarlas y solo dejándonos distinguir a ciertos planetas, y después el civil, que es el que  nos interesa y esperaremos con expectación. Tenemos tiempo, son poco más de las 6 h. cuando estamos arriba, pero inevitablemente la vista se pierde en innumerables ocasiones hacia el punto más iluminado del oeste de los pirineos, por donde amanecerá (crepúsculo civil).
La espera no se hace larga, todo lo contrario, entre café, foto y foto, y más fotos, llega el momento deseado, son las 6,38 h. cuando empieza a emerger con un naranja intenso y deslumbrante. Es un momento mágico y real. No hay palabras, todos con la cámara en mano no queremos dejar de inmortalizar este momento tan  sorprendente como repetitivo. Los amaneceres marítimos son también únicos pero estos para mí son especiales. Visto y no visto, un poco más de un minuto han sido suficientes para reflejar en nosotros tanta expectación.
Últimas fotos, instantánea de grupo para la foto del Diario y comenzamos el descenso. Antes otra pequeña sorpresa al observar la proyección del pedestal en el horizonte, parece que la sombra de Guara quiera señalar la posición del hermano "Moncayo", oculto esta vez por la neblina matutina.
Recogemos mochilas y reanudamos descenso hacia la CRUZ, siguiente parada. Nos aseguramos que está bien sujeta e intacta, colocamos unas piedras en la base, como queremos que sea tradición, y a Fenales. Cru y Jose Luis se adelantan, bajan al trote, tienen prisa y no se quedan a almorzar.
Nos reagrupamos en el refugio e iniciamos juntos la última parte del descenso. Son las 9,30 h. cuando llegamos las últimas unidades al parking. La mayoría  cambio de calzado y ropa seca, tomamos unas cervezas y refrescos, que han aguantado fríos en las neveras del coche, y arrancamos a San Urbez.
En el Santuario nos esperan M.Ángel Callén, Ana y Tino, bonita sorpresa,  y M. Carmen, preparándonos longaniza y huevos fritos. Hacemos fila ordenada para llenar el plato y tomamos sitio en la excelente ubicación en el patio. Muchas gracias a la Cofradía de San Urbez y especialmente a Álvaro por dejarnos las llaves. Hago de anfitrión para unos franceses y una pareja de montañeros oscenses para enseñarles la iglesia y estancias.
Después del postre, sandía, trenza y una exquisita tarta realizada con mucho mimo por Ana,  dejamos todo en perfecto estado de revista y, mal que nos pese, es hora de retornar a Huesca.
NOCTURNA para el recuerdo. Muchas gracias a todos.

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