Peña Montañesa

jueves, mayo 30, 2019 0 Comentarios



PEÑA MONTAÑESA.

8,30H. Lolo, Andrés, Tony y Antonio. Salimos hacia San Victorián, comienzo de nuestra jornada de hoy. Un poco tarde para comenzar la ascensión pero otras obligaciones impiden hacerlo antes.

Así es que cuando llegamos al parking donde dejamos el coche, un poco antes del Santuario, son las 10,10h. Sin más dilación, segundos más tarde, comenzamos la ascensión en una mañana ideal para caminar, 9°.

La senda bien marcada y hoyada no tiene confusión, desde el comienzo pica para arriba, con tramos más o menos inclinados. Bojes, pinos y carrascas nos dan sombra durante los primeros metros. En la zona de Puyuelo Alto (1288 m), donde tenemos las primeras vistas del valle, alternamos la zona boscosa con matorral y chaparro. A partir de aquí la ascensión es más exigente, teniendo que subir alguna pequeña grada escalonada.

La intención es subir por la Faja del Toro, pero la marca del desvío es tan débil que, aún viéndola, no prestamos atención en ella y seguimos hacia delante. Cuando nos damos cuenta que la hemos dejado atrás estamos en la Faja de la Mula, decidimos, por no retroceder, hacerla a la vuelta.

Seguimos adelante sin parar hasta el pequeño prado en la zona del "Picón" (1992 m), justo debajo de La Tuca. Las vistas desde aquí que la niebla nos había impedido disfrutar en las ascensiones anteriores son ya impresionantes, y lo que nos espera. Aprovechamos la parada, además de hacer fotos, para echar un bocado(11,40h).

A partir de aquí los pastos del último tramo desaparecen y continuamos por fajas de piedra situadas en la ladera sur de Peña Foratata.

Nos cruzamos con una pareja que ya regresa unos pocos metros antes de la señal que indica el desvío hacia el acceso a la Faja del Toro.

Seguimos ascendiendo hasta una pequeña tasca donde unos ejemplares de pino aislados nos llaman la atención por sus formas raras; ramas y troncos encorvados maltratados por el fuerte aire racheado que soplará en muchas ocasiones.

Media docena de sarrios observan nuestros movimientos mientras nos vamos acercando a la parte más occidental de la Peña, no desaparecen pronto, están acostumbrados a la gente. En Algunos ejemplares observamos desde la distancia presentan sarna.

Antes de llegar a la cresta la senda gira bruscamente hacia el este para en diagonal seguir ascendiendo para atacar los últimos metros. Zona de piedras y cantos sueltos que nos obliga en algún momento a levantar bien el pié para superar tramos escalonados. Al final hay que superar en varias lazadas un tramo de piedra más fina y suelta que nos deja definitivamente en la cima.

12,40h, 2295 m., 6,94 km. El aire que ha soplado fuerte en algún momento en los últimos metros, parece que ha escuchado nuestro deseo y ha desaparecido.

Las vistas por todos los costados son impresionantes, su posición le permite tener un marcaje de Pirineo y Prepirineo únicos y también del sur, con Sierra de Guara incluida.

El descenso hasta la pequeña tasca donde hemos divisando los sarrios al subir lo hacemos, tomando todas las precauciones del mundo, por la pedrera.

No es menos la atención que tenemos que prestar en el descenso del barranco de la Faixa, con piedra suelta. Marcamos distancia para evitar que el desprendimiento de alguna piedra nos alcance.

Otro sarrio sorprendido huye del barranco ascendiendo rápidamente para ocultarse entre rocas y matorrales por una pared que impresiona por su verticalidad. Nosotros dejamos el barranco a la dcha y seguimos la traza, inapreciable en muchos casos, que discurre por la llamada Faja del Toro.

Los cortados que se aprecian con sus paredes verticales y los continuos escarpes son impresionantes, no aptos para para personas con vértigo.

Vamos bordeando la Peña salvando los profundos barrancos por estrechos balcones que obligan a tener cuidado y asegurar los pasos, lo hacemos siempre lo más pegado que se puede a la mole de roca que siempre tenemos a nuestra izda. Descenso continuado, bastante suave, salvo en varios puntos donde se bajan metros rápidamente, especialmente en la pedrera de cantos grandes que encontramos antes de llegar al fuerte tramo de ascensión al collado de Peña Melera. Hay que ayudarse con las manos para superar el fuerte desnivel final.

Desde el collado ya divisamos la senda de subida, tan apenas 200 m. nos separan del punto de convergencia. Altitud 1573 m, 14:52h. 10,50 km.

El resto de descenso hasta el parking es deshacer el camino anterior, lo hacemos al trote. Altitud 1122 m. 15:19h. 12,44km.

Antes de volver a casa nos acercamos al monasterio de San Vitorián (cerrado) y refrescarnos con agua de la fuente de la Ermita del Pilar.



Javieres de Huesca

Club de Montaña Javieres de Huesca.

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