PEÑA TENDEÑERA. Circular al pico desde Linás de Broto. 18 de julio de 2018

domingo, agosto 26, 2018 0 Comentarios


PEÑA TENDEÑERA. 18 julio 2018

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Andrés, Tony y Antonio. La ruta elegida es partir desde Linas de Broto, realizando una circular al Pico, ascendiendo por el oeste (más vertical) y bajando por el este. La aproximación está prevista realizarla por la pista/senda que discurre por la izda del Río Sorrosal y el regreso hacerlo por la pista. Hemos aparcado a 500 M. de la salida del pueblo, en una pequeña explanada situada a la izda de la carretera, justo antes del puente que cruza el barranco del Sorrosal.
7,20 h. (1236 m.altitud). Comenzamos la jornada en una mañana fresca, tan apenas 12 ° en la salida. Las nubes intermitentes harán a lo largo del día que la temperatura no apriete en la ascensión,  todo lo contrario, en las paradas largas, almuerzo y cima, tendremos que abrigarnos.
Antes de comenzar a caminar observamos al fondo nuestro objetivo, que empieza a recibir por el este los primeros rayos de sol en la parte alta.
Seguimos una pista limpia que conduce a los campos próximos pero que cambiamos  enseguida por otra a nuestra derecha, camino de suaso. Una señal nos lo indica, no hay pérdida posible.
Discurre siempre paralela al barranco con una suave ascensión pero constante hasta el puente medieval de la Mercera (1550 m.). El camino hasta aquí es muy agradable, flanqueado con bastante arbolado  y vegetación que en algún tramo crea espacios oscuros, como si caminásemos por un túnel verde. No faltan fresas silvestres para degustarlas, pequeñas pero abundantes. A la vuelta no tenemos intención de hacerlo por el mismo sitio, pero sería una buena opción para conseguir una excelente sombra.
8,14h. Cruzamos el puente y salimos a la pista que asciende por la dcha del barranco, antes hemos dejado unas señales a nuestra izda indicando cascada 1 y cascada 2. Tras una serie de dudas regresamos al desvío de la segunda  y seguimos por la senda que nos lleva a la cascada que forma el barranco de "la plana de abozo". La cruzamos y seguimos una de las distintas trazas marcadas en un bosque de helechos. Seguimos ascendiendo en diagonal por la ladera situada a la derecha del barranco de "las fuebas", justo por debajo del refugio de La Faja o de Linás. Lo visitaremos al regreso, a la vuelta de nuestra circular descendiendo por el camino más tradicional.
Una treintena de buitres que ascienden corriendo por la otra ladera desde el fondo  del barranco nos llaman graciosamente la atención. Estarán "fartos" y no podrán levantar el vuelo.
Cruzamos en la ascensión un nuevo barranco, el del "cebollar", en el punto donde mejor se aprecian las cascadas escalonadas que forma poco antes de terminar su corto recorrido en el homónimo de Las Fuebas.
Desde aquí y hasta La Plana Tropacal nos acompañarán las vacas, tenemos que rodearlas y apartarlas en algún tramo por invadir el camino.
En la Plana, donde hay más de un ciento de vacas y terneros, cuando nos ven aparecer se dirigen casi en estampida hacia nuestra posición, tenemos que ahuyentarlas à medida que se acercan. Mugen con nuestra presencia, profanos en la materia, deducimos que piensan somos los pastores. Por un momento nos hemos asustado.
Hasta aquí, unas veces hemos ido siguiendo las huellas en la superficie herbosa, otras los hitos nos han confirmado la buena dirección, pero el collado de Los Baciones (2199 m.), a la izda de Peña Tendeñera y al fondo de la plana, no tienen pérdida.
Subimos al collado siguiendo trazas en zigzag que ayudan a sobrellevar el desnivel. Hemos decidido almorzar al alcanzarlo. Una vez arriba, 10,20h., buscamos la ladera oeste para evitar la brisa, vamos sudados y aún abrigándonos "rasca".
Reponer fuerzas nos viene bien para afrontar el último tramo. Ascendemos por la cresta del collado para después girar a nuestra izda y  buscar una chimenea  que tenemos que afrontar ayudándonos de manos por su verticalidad. A partir de aquí será necesario utilizarlas en numerosas ocasiones.
Superado este primer escollo, dejamos un nevero a nuestra izda y seguimos los hitos que nos marcan el camino. Los mojones, y no será por falta de piedras, son difíciles de encontrar en algún tramo, tanto que para superar la siguiente raya, que nos obliga a una nueva trepada, lo hacemos cada uno por un sitio distinto. Yo me desvío ligeramente a la izda y las encuentro cuando he superado casi el obstáculo. Desde que hemos abandonado el collado los cantos rodados, de mayor o menor tamaño, nos acompañan constantemente. Nos encontramos unos metros más arriba.
Otro  nevero no es obstáculo y lo superamos sin pisarlo. Buscamos la siguiente trepada, de la que teníamos referencia, por una pequeña brecha equipada con una cuerda que nos sirve de apoyo.
Un pequeño nevero cubre la senda, por seguridad deberíamos utilizar los crampones, pero vemos que podemos evitarlo por la parte alta, así lo hacemos, utilizamos también la trinchera que forma por el deshielo.
A partir de aquí los cantos rodados se convierten  en pedrera, aumentando la dificultad, paso adelante y dos atrás. Subimos con cuidado para evitar desplazar piedras, nos dispersamos por seguridad.
El color blanco de la piedra caliza cambia en los últimos 150 m. por el marrón ferroso que caracteriza la cima de Peña Tendeñera.
La pendiente, desde que hemos almorzado, no baja del 30% y en los últimos metros supera el 45%, nos obliga a utilizar de nuevo las manos para  buscar sujeción en las piedras.
12,20h. Cima. Nos abrigamos, sopla el aire con  fuerza suficiente como para sentir no frío pero sí sensación de protegernos. Todas las cumbres, sin excepción, tienen su peculiaridad, pero esta, con una situación privilegiada en medio de los grandes, proporciona una visión espectacular de la Sierra de Argualas, Infiernos, Vignemale y Monte Perdido, así como de los montes y sierras del sur. Panticosa, la otra vía de acceso por el barranco de la Ripera, también es visible.
Fotos por los cuatro costados, a las 12,45 h., ante la presencia de nubes de evolución, decidimos precipitar  el camino de regreso. Esta mañana marcaban agua a partir de las 15 h.
El paso complicado de unos 15 m. lo superamos sin dificultad, sin agua ni nieve no ofrece mayor peligro que, como es el caso de hoy, tener cuidado con las rachas de aire. Por seguridad, en mi caso, me agacho en un momento para minimizar el riesgo.
Por esta cara vemos con más abundancia y mejor situados los hitos que nos marcarán el descenso.
Lo hacemos por debajo del Rincón de Año buscando Fañarizas Altas y los prados del Barranco de Cebollar. Evitamos unos pequeños neveros pero en el último no evitamos la tentación de trotar hincando tacón.
Evitamos molestar a las vacas, que a esta hora pacen en el fondo del prado, descendiendo a media  ladera de Fañarizas Bajas y dejando esta vez  el barranco del cebollar a nuestra derecha.
Recuperamos una senda trazada por las vacas que nos acerca al refugio de Linás, 14,25 h.
Desde aquí recuperamos la senda de ascenso hasta el desvío de las cascadas, donde tomamos la pista que no dejaremos hasta la carretera.
14,55h. Sólo nos entretiene  una leve parada en la fuente del furco para coger agua. Echamos la vista atrás y observamos cómo se van cerrando las nubes, lo que nos obliga a no relajarnos en el largo tramo de pista que nos queda hasta el coche.
Una vez en la carretera, 500 m de asfalto y ya estamos en el coche. 15,53 h.
Íbamos avisados, jornada larga y dura pero que ha tenido una bonita recompensa.

Estadística:
Distancia total 20 Km Desn. de subida acumulado 1758.11 m
Altura máxima 2865.45 m Altura mínima 1226 m.
Ratio de subida 20.12 % Ratio de bajada 16.85 %
Tiempo total 8:35:30 h Tiempo en movimiento 5:53:45 h Tiempo parado 2:41:45 h
Velocidad media total 2.33 Km/h Velocidad media en movimiento 3.39 Km/h Velocidad máxima sostenida 8.94 Km/



Javieres de Huesca

Club de Montaña Javieres de Huesca.

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