LAS BELLOSTAS a RODELLAR - Aragón a pie por GR. 20-5-2018.
FOTOS de la Jornada.
A las 6 h., en una buena mañana, salimos como estaba previsto hacia Las Bellostas. En los primeros asientos del bus se sitúan las personas que se marean, bolsa en mano. Nos esperan decenas de kilómetros con curvas constantes desde que abandonamos la nacional hasta el punto de salida. La pericia del conductor del bus consigue que no tengamos problemas en el recorrido, sorteando sin percance las cerradas y estrechas curvas, especialmente en los pasos de barrancos y en los últimos 11 km. desde el último desvío a las Bellostas. 8 h. llegamos a la localidad y 5 minutos después comenzamos la travesía.
El GR atraviesa el pequeño núcleo de casas para abandonarla por una senda bien marcada hacia el cauce del Balcés. Señales y marcas renovadas permiten que no haya confusión en el recorrido. Media hora más tarde estamos en la orilla. El río baja con agua turbia y con más cantidad de lo normal por las lluvias de ayer. Nos desviamos del GR momentáneamente para dirigirnos a uno de nuestros objetivos de la jornada: la ruta de los quejigos centenarios.
La senda, bien señalizada, nos acerca uno a uno a los enormes robles, que gozan todos ellos pese a su avanzada edad, más de 300 años, de una excelente salud. Numerados desde el primero al último, aconsejo no perderse ninguno de los 26 que componen la ruta. Nosotros, por cuestión de horario, realizamos un pequeño atajo después del NUM. 5, giramos a la dcha. una vez hemos atravesado un pinar perfectamente alineado (repoblado), pasando directamente al 12 y 13, posiblemente los mejores ejemplares. Terminamos nuestro recorrido en la pista que nos conduciría por la dcha a los pueblos abandonados de San Hipólito y Letosa.
Aquí hay que realizar, cruzando la pista, un pequeño bucle para ver otros 4 ejemplares. Volviendo al inicio de la ruta, por la misma pista pero a la izda, veríamos los dos últimos. Son las 9,35 h, el horario nos encorre, dejamos estos 6 para otra ocasión, una buena excusa para volver. Seguimos por la pista, dirección a Las Bellostas, desviándonos a la dcha, a 1 km aproximadamente, hacia Bagüeste. El camino, con una pendiente suave, nos acerca a las eras del pueblo abandonado, en el punto donde se converge con el GR-1. Avanzamos por entre las primeras casas en ruinas para continuar por la cara oeste, tramo que nos permite disfrutar de unas magníficas vistas de la sierra de Guara. En un minuto estamos en lo que imaginamos sería el centro de Bagüeste , debajo de la torre de la iglesia. 10,15 h. Unos minutos escasos para tirar unas cuantas fotos por los cuatro costados, la posición altiva de la colina donde se ubica permite divisar todos alrededores y el Pirineo.
Tenemos ganas de almorzar, pero Cru nos hace seguir, ya por el GR, dirección Letosa, punto elegido para realizar la obligada parada. Cruzamos al otro lado de la colina y seguimos la traza del GR hacia el sur, siempre en continuo descenso hasta el río Mascún, que nace unos metros más arriba con la unión de los barrancos de San Lázaro y San Poliz. Nada más cruzar el río, donde se bifurca el GR con la senda que indica Rodellar y el acceso al descenso del barranco (Mascún Superior) nos detenemos a almorzar, son las 10,50h Veinticinco minutos, ni uno más, han sido suficientes para recuperar fuerzas. Dejamos el GR y seguimos por el sendero que transcurre por la orilla del río hacia las ruinas del molino de Letosa y Saltador de las Lañas. En el barranco de Vatitiello nos desviamos ascendiendo por su cauce hacia Otín. Seguimos los hitos y marcas hasta juntarnos de nuevo con el GR en la pista de Letosa a Otín, trazado que seguiremos hasta la entrada del pueblo.
Después de una parada para rellenar botellas de agua en la fuente "del lugar", nos desviamos por el sendero que parte en la ermita La Virgen del Barranco y que bordea Otín por la cara este. Evitamos de esta manera ascender a lo más alto de la población, juntándonos con la senda de la Solana en el barranco del Vallon de la Lupera. Hasta aquí y desde el almuerzo hemos ido cruzándonos grupos de barranquistas que se dirigen al Mascún. La mayoría franceses, que vienen a disfrutar del entorno sin dejarse un duro. Dos cajigos impresionantes, piezas también de museo, están dando sombra a un par de francesas a las que saludamos. Es la antesala del cajigar que nos encontramos a nuestra izda., con ejemplares más jóvenes, antes de llegar a La famosa "costera de Otín". Impresionantes las vistas que disfrutamos desde la senda y del pequeño saliente que encontramos antes del descenso. La profundidad del barranco y sus formaciones rocosas, tanto en nuestra. orilla como al otro lado, nos hace soltar alguna exclamación de admiración.
Antes de iniciar la bajada, hemos de apartarnos para dejar pasar a tres caballos con sus jinetes, también franceses, que siguen hacia Otín. La senda con canchales de piedra suelta desciende rápido en continuas lazadas, situándonos en el cauce del río en treinta minutos. Antes ha sido inevitable realizar paradas para realizar varias fotos de las formaciones singulares llamadas “cuca Bellostas” y “la ciudadela”.. Bajando vamos observando en el horizonte cercano como se va ennegreciendo el cielo, cubriéndose de nubes que no tienen muy buena pinta. Se oyen los primeros truenos relativamente cerca y se van aproximando con las primeras gotas.
Tenemos que pertrecharnos bien porque arrecia la lluvia y porque nos vamos adentrarnos a la zona de la tormenta. Las piedras situadas en el cauce para cruzar el río no son suficientes para todos y Olga, Encarna capuzan, no hace frío y casi lo agradecen, eso dicen sonriendo. Los demás sí no es por el río nos mojamos por la lluvia. El agua no nos impide disfrutar de este tramo del río, con la foz, la surgencia y el delfín. Comenzamos la ascensión y salida del río por la orilla izda., unos escaladores enfrente concentran nuestra atención por unos momentos.
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