LUSERA. Circular Lusera, Orlato, Nocito, Ibirque y Lusera.
LUSERA. Circular Lusera, Orlato, Nocito, Ibirque y Lusera. 19-11-2017Galería de FOTOS.
Angelines, Esperanza, Susana, M.Carmen Galindo, M.Carmen Santos, MªDolores, Tere, Miguel Callén, Niko, Oscar, Bernardo, Javier Pardo y Antonio.
Repartidos en 3 coches partimos a las 8,10 desde Salesianos. Temperatura fresca, 4º, pero cielo despejado como se preveía. Llegamos a Lusera poco antes de las 9, en el recorrido ha ido bajando la temperatura, pasado Belsue la escarcha hace acto de presencia. En el momento de comenzar la marcha el coche marca 0º, así que nos abrigamos con varias capas, buff y guantes.
Tomamos el GR-1, bien señalizado a la entrada del pueblo, a pocos metros de la zona de parking. La senda desciende hacia el barranco de Alaña. Hasta llegar al mismo la escarcha que blanquea pastos y matorrales, nos proporciona una paisaje típico navideño, contrasta con el verde de pinos y bojes y sobretodo con el ocre/amarillento de los robles que cubren las laderas de los barrancos.
Caminamos más o menos juntos, únicamente los que vamos haciendo fotos nos quedamos un poco descolgados. Una vez atravesado el barranco, unas piedras están dispuestas en el cauce para este fin, cruzamos una pequeña plana de pastos, circunvalado por pinos y robles, y nos disponemos a comenzar la ascensión hacia la Collada de Santa Coloma, dejando a nuestra derecha el barranco del mismo nombre. Antes de coronar, la senda, en la zona más dura de la ascensión, forma lazadas continuas para superar el desnivel. Nos sigue sorprendiendo el paisaje por su vistosidad, nunca había visto los robles con tanto colorido. A medida que vamos ascendiendo tenemos mejores vistas del valle, Lusera incluido, que atisbamos al fondo. Las peñas de Ibirque, a la izda. del barranco, llenas de robles, contrasta con la otra cara de los “tozales cucos”, menos vestida y con más abundancia de pinos.
Subiendo hemos visto apostados a unos cazadores, se distinguen perfectamente por el colorido naranja de sus petos, posteriormente, justo al coronar nos encontramos a otros que sujetan a los perros esperando nuestro paso. Nos sorprende que no hayamos encontrado señalización de la batida en todo el camino.
Ya tenemos a la vista Guara. Descendemos unos metros para volver a ascender hasta la Collada Barbero, una bajada pronunciada nos acerca al barranco de orlato, donde converge con el GR-16. Las badinas en este punto nos ofrecen unas bonitas fotos de grupo. Dejamos el GR-16 a ntra. izda (dirección Ibirque) y continuamos por el GR-1 a Nocito, donde tenemos previsto almorzar. Una pequeña subida hasta la pardina de Orlato, cruzamos la carretera y ya desde aquí todo descenso hasta Nocito.
La senda es muy agradable y cómoda, discurre casi en un trazado recto, en un perfecta diagonal hasta los primeros campos de la localidad. A ntra. dcha., debajo de una cárcava, por la que discurre la senda, un caballo blanco de crines grises que contrasta con su pelaje pasta tranquilamente, no se inmuta por nuestra próxima presencia, precioso, por supuesto le hacemos fotos con Guara de fondo.
Pasamos el depósito del agua, un cercado eléctrico, y a pocos minutos estamos en la entrada de la localidad. Unos autobuses de Alosa están aparcados en la entrada, intuimos que para recoger a excursionistas de Peña Guara. Buscamos un punto de sol y donde podamos sentarnos cómodos para almorzar, son cerca de las 12 y llevamos desde las 9 disfrutando del monte sin probar bocado, seguramente por la belleza del recorrido hemos podido aguantar mejor los retortijones del estómago.
Nos quedaríamos más rato seguramente, estamos al sol y la temperatura rondará los 15º, pero un poco más de media hora es suficiente, todavía queda un poco más de la mitad del recorrido y una buena ascensión hasta Ibirque. 12.28 h.
Salimos por la carretera unos cientos de metros hasta llegar al cruce hacía Bara, aquí cogemos la senda que sigue el cauce del Guatizalema durante unos metros. Antes de dejarlo a nuestra dcha., cuando comenzamos la ascensión, observamos con detalle la amplia badina que ha formado la erosión en su cauce, buen lugar de baño para el verano. Habrá tiempo de disfrutar de ella en otro momento.
Cruzamos la carretera dirección Molino de Villobas y comienza una serpenteante ascensión, sin apenas descansos, solo los que nos tomamos nosotros para hacer fotos, hasta el falso llano que encontramos a la altura de Peña Blanca (Izda.). Hasta aquí y desde Nocito habremos ascendido 350 m. de desnivel.
Llegamos a las 13.54 h., no es mal tiempo debido a las numerosas paradas realizadas para disfrutar de las bonitas vistas del valle, de Guara y de los Pirineos en la parte final. Sólo nos produce desazón la cantidad de bolsas de procesionarias que observamos en las copas de los pobres pinos, algunos, pese a lo que digan los entendidos, muertos o apunto de secarse. En el camino también hemos visto por el suelo, este año la eclosión se está produciendo antes por la climatología. Hay que tener cuidado, afortunadamente la senda no discurre por debajo de pinos.
La senda discurre, a partir de aquí, casi plana, con pequeños toboganes sin apenas dificultad, atravesando lo que serían campos de labor en el pasado. Cerca del extinguido municipio de Ibirque la senda discurre arropada por muros de piedra que servían para delimitar las propiedades, en algunos tramos perfectamente conservados.
Un poco antes de llegar atisbamos las únicas vacas del día (tres), nos observan con atención, pastan a pocos metros de una vieja mallata derruida.
Son las 14.25 h. cuando atravesamos la puerta revestida de yedra, al igual que la pared norte de la iglesia, que parece darnos la bienvenida, pero sin ningún actor que nos reciba. Siempre te abarca un sentimiento de tristeza cuando recuerdas y te imaginas el pasado de los pueblos abandonados. La industrialización de los años 50 al 60 del siglo pasado, tuvo cosas muy buenas, pero fue el motivo principal del abandono de nuestros pueblos. En muchas regiones de España la inmigración no fue tan drástica, pero en nuestra provincia tuvo un efecto devastador con la vida de estos pequeños municipios, poco a poco fueron desapareciendo los vecinos, y los últimos moradores que se quedaron con su muerte mataron también a los pueblos (El nomenclátor de 1857 da para la provincia de Huesca 1.114 entidades que disminuyen hasta 781 en 1970 y a 756 en 1991, según la Enciclopedia Aragonesa, datos del 2009).
14:45h. Hemos tenido tiempo de descansar un poco. Hacemos la foto de grupo con la bandera del club y reanudamos la marcha. La señal indica 1.30 h. a Lusera.
Cruzamos el barranco de Orlato, que presenta en este punto un pobre aspecto, casi seco, ascendemos el pequeño collado que nos aproxima a Valle Bail y seguimos por la senda, siempre a la dcha. de barranco Alaña y en continuo descenso, hasta casi Lusera, donde tendremos que superar una suave desnivel que nos dejará a las puertas del municipio.
El colorido y el paisaje hacen, pese al tiempo de caminata, bastante llevadero el recorrido, todavía tenemos ganas de desviarnos y bajar al fondo del barranco para observar una badina medio oculta de aguas cristalinas.
A las 16:07 h. llegamos al parking. 15º de temperatura que contrastan con los 0º de la salida.
Bonita jornada. Hay que disfrutar de estos días de otoño. Es un pecado quedarse en casa.
Sin perder mucho tiempo, nos despedimos con besos y abrazos hasta la próxima jornada.
Distancia total 17.34 Km
Desn. de subida acumulado 946.28 m Desn. de bajada acumulado 947.34 m.
Altura máxima 1349.74 m .Altura mínima 939.59
Tiempo total 7:10:47 h Tiempo en movimiento 5:34:05 h Tiempo parado 1:36:42 h
Tramo no recogido por el track (1,16 km. adicionales)
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