Crónica ascensión al Tozal de Guara - 7 de mayo de 2017
FOTOS de la jornada.
6,35 H. Salesianos. En 3 coches partimos los once Javieres dirección a "tejerías", punto de partida y llegada de esta circular al Tozal de Guara.
Al llegar al parking un par de coches, franceses, han sido más madrugadores que nosotros. Procuramos aparcar el coche de Andrés, que lleva la nevera con los refrescos, en lugar sombrío, debajo de la única carrasca que le dará sombra pasado el mediodía.
Son las 7,15 cuando comenzamos a caminar. La primera parada en "Fabana", los que todavía no han visto las ruinas de las ruinas de la iglesia (estilo románico-lombardo) aprovechan para hacerlo escuchando las explicaciones, siempre acertadas, de nuestro guía Cru.
Cruzamos el Calcón para tomar la senda que parte a la izda. y comenzar nuestra ascensión por el barranco del Abadejo, esta vez de subida, en sentido contrario a como lo hacemos habitualmente.
Cruzamos Os Guertos de Fabana, muy cubiertos de vegetación, por el sendero de la "muarra" y empezamos un ascenso suave hasta el cauce del barranco. Aprovechamos para abastecernos de agua en el buen chorro que acarrea, seguramente acrecentado por las últimas lluvias. Una vez pasado el barranco la senda adquiere más verticalidad, bien protegida por carrascas, nos llevará en diagonal y con algunas lazadas hasta el raso de las víboras, donde están las primeras surgencias siempre vivas que alimentan el barranco. Antes de cruzarla parte una senda, casi inadvertida, a nuestra izda. que tomamos. Muy mal trazada, pero marcada con tiras de plástico con publicidad de la CAN que nos reafirman de vez en cuando la correcta dirección, comienza con una preocupante verticalidad. En algún tramo hay que ayudarse de ramas de carrascas y bojes para no dar un paso atrás, especialmente en una zona con piedra suelta. El track marcará desniveles medios del 48%. A pesar de utilizar las manos en ocasiones para superar las pendientes y zonas de roca no ofrece dificultad técnica alguna, salvo las propias de la verticalidad.
Superamos una raya que nos sitúa en una nueva barranquera cubierta de bojes bajos, aliagas y erizones (es entendible nuestro consejo de llevar pantalón largo), y nos permite observar al otro lado una manada de corzos que ascienden la ladera huyendo de nuestra presencia. Los seguimos un buen rato hasta que desaparecen ocultos por la vegetación.
Continuamos la mala traza orientados, mas que por la senda, por las cintas colocadas cada ciertos metros. Pensamos por la publicidad de la cinta y porque la traza solo llega hasta mitad de ladera que ha sido abierta por cazadores para colocar puestos en caso de batidas.
Una vez desaparecidas las marcas seguimos ascendiendo guiados por Cru, sorteando erizones y una pequeña fila de rocas hasta el collado de la ronera, donde giramos a la izda. para converger con la senda que viene desde "petreñales". Seguimos por ella a la dcha. unos cuantos metros, dirección a Guara, hasta unos bojes lo bastante altos para que nos den sombra. Aprovechamos este buen punto para almorzar. La ascensión, en este primer tramo, ha sido rápida, estamos a 1.677 m altitud, , llevamos tan apenas 2'14 h. de marcha y casi 6 km. de fuertes desniveles, nos hemos ganado los casi 30 minutos que dedicamos a este gran momento.
Dejamos a la dcha. el desvío que sigue a la pedrera y comenzamos la segunda parte dura de la ascensión. Nos vamos aproximando en diagonal en un primer momento y después con pronunciados zig-zag que nos hacen superar el desnivel entre erizones y piedras sueltas. Superamos unas primeras filas de piedra blanca para seguir, nuevamente en diagonal, acercándonos al comienzo de la pedrera. Una vez vencida ésta por su parte izda., con pasos hacia atrás obligados por las piedras sueltas y algún que otro resbalón, nos situamos debajo de la última dificultad. Las rocas a superar lo hacemos sin dificultad ayudándonos de manos, tanto las propias como las de los demás. Una vez superado, ya está el trabajo hecho, tan apenas 180 m. nos separan del Tozal.
Pocos , casi contados, los días que hemos llegado con una temperatura tan agradable. El tiempo y una muy buena ascensión, más rápida de lo previsto (3'50 h.) nos permiten permanecer en la cima más tiempo que nunca, cerca de 50 minutos. Coincidimos con los benjamines del grupo, Iván y Héctor, que han ascendido por otra vía con Peña Guara.
Después de realizar las fotos obligadas, comer algo y sobretodo disfrutar de las vistas, que aunque el horizonte sea el mismo la visión siempre es distinta (nubes, viento, niebla, ....), iniciamos el retorno deshaciendo el camino recorrido hasta la pedrera sur, intentando desde aquí, como habíamos consensuado anteriormente, descender todos juntos por la antigua senda que partía desde la fuente del chinebro y ascendía casi cresteando.
Ni rastro del camino, ni tan siquiera una mala traza, esta circunstancia no nos hace reblar, así que, después de alguna reflexión, guiados por el GPS y la intuición de Cru, decidimos seguir con la idea prevista, obligándonos a tomar más precauciones por la fuerte pendiente.
Un par de rayas con fuerte desnivel nos obliga a asegurar los pasos, echando mano de bojes para sujetarnos frenando la inercia, y a deslizar el trasero por la roca. Algún culetazo es inevitable. Todos superamos sin problema pero con expectación estas dos tachuelas. Superada la última, una pequeña pedrera nos adentra en una zona boscosa muy vestida de pinos, carrascas, bojes y aliagas que vamos sorteando como podemos, con pequeños enganches en camisetas y pantalones. Este último obstáculo nos sitúa en la senda que une Petreñales con Guara, unos pocos metros antes del raso de los hongos.
La Fuente del Chinebro, pasado éste, con una buena zona de sombra y agua abundante es un excelente punto para parar a comer y refrescarnos. Estando en la faena se cruzan con nosotros otros miembros de Peña Guara que van dirección a Petreñales, guiados por Fernando Grasa. Cuando nos damos cuenta han trascurrido otros 42 minutos, más de lo que pensábamos, pero se está tan bien que no apetece arrancar.
Retomamos la marcha, tomando la senda "directa" que parte a pocos metros del raso de los hongos, llamada "matachulos" que nos permite un descenso rápido evitando retroceder hasta "petreñales" para coger la vía normal que sube desde Tejerías-Nocito. Posteriormente converge con esta un poco antes de llegar a las primeras aguas del Calcón.
Con buena sombra vamos descendiendo rápido, sin contratiempos. Sorteamos sin problemas y sin mojarnos, pisando en las piedras bien dispuestas, los cruces que hacemos del rio o cuando inevitablemente la senda y el cauce es lo mismo. En la foz esperan los primeros a los rezagados, aquí nos entretenemos un poco más para plasmar en los móviles y en la cámara de Toni la belleza del lugar. No baja excesiva agua, lo que permite pasar el congosto sin capuzar.
Una pareja de francesas, que hemos visto también mientras comíamos, nos alcanzan, haciendo con nosotros el tramo hasta el desvío a Fabana. El intercambio de palabras nos hace pensar, se dirigen a Santa Cilia, que van un poco despistadas. La orientación de Cru sobre el plano que llevan, editado por Cru, que casualidad, les resulta de gran ayuda.
Cuando llegamos al parking aplaudimos que tenemos el coche a la sombra, así hemos conseguido que cervezas y refrescos aguanten y podamos celebrar con unas trenzas que ha traído Carlos Monclús, su pasado cumpleaños. Buen colofón para la excelente jornada.
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