Peña Ezkaurre y Pico Txamantxoia

miércoles, julio 08, 2020 0 Comentarios

PEÑA EZKAURRE y PICO TXAMANTXOIA (MAZ). 10-06-2020



M.Dolores, Luichi y Antonio.

FOTOS de la Jornada.

LA PEÑA EZKAURRE, es un pico de los Pirineos occidentales, de 2045 msnm de altitud, enclavado entre los valles de Zuriza y de Roncal. Su cima se encuentra en la divisoria entre Aragón y Navarra.
6,30 h. Salida de Huesca. A pesar de ser un desplazamiento largo no madrugamos mucho pensando en M. Dolores, que se desplaza desde Zaragoza. Por otra parte no tenemos prisa y la previsión de la meteo, después de una semana de lluvias, es buena.
Ayerbe, Hecho y Ansó son localidades de paso antes de llegar a nuestro punto de partida, Collado de Arguibiela, límite de frontera con Navarra en la carretera que une los valles de Zuriza y Roncal.
Mañana fresca,  las nubes que vienen y van nos hacen presumir que no será jornada de calor. Ideal para caminar y sobretodo cuando lo que nos espera es dos fuertes ascensiones (12º marca el coche).
8,30h . Tomamos el GR 11-4, variante que se acerca a Isaba ascendiendo por Ezkaurre. Descendemos unos metros por la carretera para tomar la senda del GR a nuestra  derecha que se adentra rápidamente en el hayedo. Las lluvias del día anterior hace que haya una buena rosada y resbaladizo el camino, que como corresponde a un GR está muy bien señalizado. Hay que prestar atención para no resbalar, especialmente en los tramos de mayor pendiente y donde se amontona la hojarasca. 
El fuerte ramaje y la espesura del bosque, que tan apenas dejan pasar los rayos matutinos del sol, nos garantizarán la sombra en el descenso. Sin apenas paradas, solo ralentizamos el paso en algún tramo más vertical, superamos el hayedo, estamos en el cordal (1570 m.) que forma el cambio de vertiente entre Punta Abizondo y Ezkaurre. Giramos hacia el sur continuando la ascensión por  la cordada, escoltados por  los últimos hayedos llegamos a una pequeña tasca escalonada que nos sitúa en la pelada falda de piedra caliza de nuestro objetivo. 
La ausencia de arbolado, sólo algún pino aislado sobrevive sujetándose a la tierra que se incrusta en las pequeñas canales que la erosión forma en la piedra calcárea. La niebla en constante movimiento y una ligera brisa nos obliga a  abrigarnos en este último tramo del recorrido.
La senda, en dirección oeste,  aprovecha una pequeña vira de la canal para ascender en diagonal la ladera, salvando de esta manera la verticalidad de la pendiente.  Superado este tramo de mayor dificultad, giramos hacia el este, situándonos  en una zona más tendida donde predominan las rocas calizas tumbadas con pequeños lapiaces que perviven entre tascas.
El terreno, de aspecto lunar, está salpicado de dolinas o foyas, destacando una que encontramos a unos metros del GR de aprox.  50 m. de profundidad que todavía conserva nieve en el fondo.
La ascensión continúa suavemente por un terreno con losas de piedra bastante erosionada que nos lleva a una zona plana donde se han colocado lajas en sentido vertical como monolitos. Un poco más adelante encontramos el punto geodésico, antesala de la cima. Lo dejamos atrás para acercarnos a la Peña situada a 100 m.
2045 m. PEÑA EZKAURRE . La verticalidad de esta vertiente es de las que impresionan, con una caída de más de 1000 m. hasta el río Veral, al fondo del valle. Lástima que la neblina nos impida en esta ocasión observar el abismo.
El retorno lo hacemos circunvalando la enorme dolina situada a nuestra dcha., al sur de la Peña, para ello descendemos al collado que nos separa de la Aguja de los Pastores (2026 m.). La vuelta nos sitúa de nuevo en la zona de los monolitos, iniciando el descenso deshaciendo íntegramente el camino de ascenso.
Los jóvenes hayedos nos sirven de apoyo en el descenso, ayudándonos a superar situaciones incómodas y evitando algún resbalón, por lo demás lo hacemos sin mayor problema. Poco antes de finalizar nos cruzamos con tres jóvenes que inician el ascenso.
11,34 h. Una vez en el parking, punto de partida, buscamos una zona cercana, a la sombra de un pino, para almorzar.
Ida y vuelta 6,55 km. Desnivel Positivo acumulado de 790 m.

TXAMANTXOIA o MAZ Cumbre que separa los valles de Belagua y Ansó, recibe un nombre u otro en cada valle, respectivamente. Ofrece una perspectiva bien distinta según de donde se mire, por nuestro valle tiene una forma piramidal, dominando majestuosamente el valle, mientras la imagen desde la parte Navarra es una amplio cordal con una suave pendiente ascendente desde Belagua.

El desplazamiento hasta Linza nos cuesta tan apenas 10 minutos. La carretera que separa Zuriza de Linza ha sido reparada recientemente, aún recuerdo los grandes baches de nuestro último desplazamiento el año pasado para ascender a la Mesa de Los Tres Reyes. El refugio está cerrado, anuncia su reapertura a fin de mes, y tan sólo otros dos vehículos más ocupan el gran espacio del estacionamiento.
Recargamos mochilas y a las    12.25 h. comenzamos el ascenso a nuestro segundo objetivo. Retrocedemos un centenar de metros por la carretera de acceso al refugio para desviarnos a la derecha por la ladera herbosa en busca de la señal que atisbamos al comienzo del hayedo que indica la dirección del camino.

La senda, muy hoyada, nos introduce ràpidamente en el hayedo de Artaparreta, unos de los pocos bosques vírgenes de Europa Occidental, abarcando una buena parte de la Selva de Obieta, amplia zona forestal que domina los valles de Isaba, Belagua y Zuriza. La cima del  Txamantxoia ofrece una visión destacada de toda la zona boscosa. 

La ascensión, prácticamente en vertical, salvo unos pocos zigzagueos, discurre paralela al barranco de la Fuente de Maz. El frondoso hayedo genera una penumbra que impide el crecimiento de otras especies vegetales, sola las hojas caídas cubren el manto terrestre, creando también una paisaje tenebroso, espacio de gnomos. Solo unos hermosos ejemplares  de abetos centenarios sobreviven entre ellos. 

Una pequeña plana, a mitad de subida, nos permite recuperar ritmo, aprovechamos para admirar algunos de los viejos ejemplares, algunos malheridos por el peso de las nevadas invernales o por algún rayo caído.

El hayedo, a medida que vamos ganando altura, deja pasa a pinos y abetos, conviviendo en buena armonía en el collado de Artaparreta. La frondosidad de esta zona impide que se pueda utilizar el cordal hacia el norte y poder enlazar con la Pakiza de Linzola. Nosotros continuamos la cordada hacia el SO, dejamos enseguida la zona de sotobosque y continuando a partir de aquí en zona pedregosa. Un primer tramo del cordal bastante  empinado nos acerca al comienzo del barranco. Esta zona pelada de vegetación y arbolado nos permite visionar la profundidad del barranco y nuestro punto de partida. 

Casi a la altura de los últimos pinos abandonamos el cresterio, la senda  gira a la derecha, hacia el oeste,la ascensión sigue en diagonal por terreno pedregoso. La traza se estrecha, debemos de prestar un poco más de atención, en algún tramo no caben los dos pies juntos. Las lajas sueltas se desprenden con facilidad y se precipitan por la pendiente deshaciendo la senda, si no se mantiene en algún momento desaparecerá.

En el canchal que tenemos a nuestros pies, en una pequeña plana con grandes bloques de piedra caliza, aparecen dos corzos que desaparecen por el sotobosque en un abrir y cerrar de ojos, tanto es así que Luichi no tiene tiempo de observarlos.

El giro de la senda efectuada anteriormente, al abandonar el cresterio, ha hecho  que nos adentramos en terreno Navarro, sin querer, es inevitable para llegar a la cima, nos hemos saltado el “Confinamiento”.

La trocha tan estrecha e imperceptible en algún momento hace que sigamos nuestra intuición buscando el terreno más accesible. La ascensión por la  ladera semicónica nos sitúa en la cara oeste del pico. Abandonamos la pedriza para llegar a una zona de tasca que es la antesala de la cima. Unas zonas escarbadas nos hacen pensar que es zona habitual de los corzos que hemos visto anteriormente.

13,45 horas.(1,18h. desde la salida) Cima. Tenemos mejor suerte , la niebla aquí ha desaparecido, y aún cuando nos han caído unas gotas subiendo el último tramo, está totalmente despejado y  podemos ampliar nuestra visión hasta el fondo de los valles por los cuatro costados, observando la amplitud de la zona boscosa, y de las cimas próximas. Atisbamos con claridad uno de nuestros próximos objetivos, La Sierra de Alano con Peña Forca como el mayor puntal.

Después de las fotos obligadas comenzamos el descenso. Desestimamos realizar una circular e intentar volver por la cara sur. La ausencia de marcas y un track impreciso nos hacen desistir de la idea y retornamos por nuestros pasos.

Al llegar de nuevo al cresterio, antes de adentrarnos en el bosque, observamos media docena de corzos que se alejan de nosotros descendiendo por las paredes verticales del barranco con una seguridad sorprendente, evidentemente propia de estos cérvidos.

Siempre he pensando que aunque vuelvas por el mismo sitio la visión es diferente, tienes la percepción de ver cosas que antes habían pasado desapercibidas, descubres otros detalles, es la sensación que tengo en este caso. Ejemplares únicos, troncos tallados, ramajes y formas singulares…...ausencia de setas. No recuerdo haber sentido tanta admiración en un descenso. Totalmente recomendable adentrarse y perderse en el bosque aunque no se tenga intención de subir a la cima.

14,45 horas. Estamos en el coche. Nos cambiamos de ropa y calzado y ocupamos una de las mesas exteriores del refugio para tomar un merecido tentempié. Tiempo total 2,23 h. (incluida parada de 16 minutos). 6,27 km. y 699 m. de desnivel positivo acumulado.

El retorno a Huesca lo hacemos siguiendo el cauce del río Veral, por la Foz de Biniés, hacia Berdún, Puente la Reina, Ayerbe y Huesca. 

Javieres de Huesca

Club de Montaña Javieres de Huesca.

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