Crónica Altos de Piracés
12 RETOS 12 CIMAS. ALTOS DE PIRACÉS. 19.11.23
El reto del mes de noviembre, penúltimo del año, es un recorrido circular por los altos de la cercana localidad de Piracés.
Salimos desde Huesca, desde el lugar habitual, el parking del Palacio de los Deportes, a las 8:30 h. tras firmar los consentimientos y organizarnos en los coches particulares.
Aparcamos en la entrada del pueblo, donde también han acudido directamente varios de los participantes. Nos preparamos con la equipación correspondiente, bien pertrechados porque la mañana es fresca (8°), y comenzamos nuestro recorrido a las 9:00 horas. A pesar de la temperatura, el día está ideal para caminar, totalmente despejado, sol y nada de viento. Iniciamos la marcha siguiendo la carretera en sentido hacia Huesca, para de inmediato desviarnos a nuestra derecha en suave descenso hacia el barranco de Olivares, en clara alusión a los olivos que lo pueblan. Seguimos camino por la antigua calzada romana que unía Lérida (Ilerda) con Zaragoza (Caesaraugusta), que todavía conserva un pequeño tramo perfectamente perceptible, si bien requiere una buena dedicación a quién competa para su conservación y puesta en valor. Superado el Barranco, tras una suave subida que serpentea por terreno de piedra caliza, llegamos al collado donde se divisa la localidad de Novales, en este punto giramos al oeste para ir subiendo hacia el cerro de la Patrilla, punto más elevado del recorrido. Antes tenemos la oportunidad de saludar y divertirnos con un ala delta motorizada que nos realiza un par de pasadas. Bordeamos el cerro para llegar por el oeste al vértice geodésico, situado al lado de unas antenas de telefonía, a las 10:15 h. Una breve parada para realizar varias fotos, tanto individuales como la reglamentaria grupal.
Las vistas desde aquí alcanzan una buena parte de la Hoya (oeste) y los torrollones de los Monegros (este), además del castillo y ermita de Piracés junto con el profundo barranco que acabamos de superar.
Continuamos nuestra marcha descendiendo por el cerro en sentido contrario a la subida y poder alcanzar el mismo camino. Seguimos ahora bordeando por la cresta del barranco en dirección a la carretera donde salimos justo frente a la pequeña rampa que conduce a la Ermita de la Virgen de la Corona, cuando llegamos son las 11:10 h. La Ermita, de origen románico y planta rectangular, está abierta por nuestros anfitriones, que se han preocupado de conseguir la llave, pudiendo así acceder a su interior para visitarla. En la explanada delante de la Ermita, ya con una buena temperatura, hacemos la parada prevista para tomar el almuerzo, además nuestra compañera Montse, su esposo Carlos, hija y familia, han dispuesto allí mesas para que todos podamos degustar postres y bizcochos caseros, así como trenzas de Almudévar, todo en abundancia y bien acompañado con café y leche caliente. Una delicia y satisfacción para todos, haciéndosen acreedores de nuestro reconocimiento y de un gran aplauso colectivo.
Después de otra foto de grupo con el fondo de la Ermita, continuamos cruzando el pequeño pinar a nuestro frente hasta llegar a un promontorio donde se ubica uno de los monumentos erigidos a la naturaleza en la provincia de Huesca, dentro del proyecto Arte y Naturaleza del CDAN. Se trata de la obra de Fernando Casás “Árboles como Arqueología”, un conjunto de troncos artificiales tallados en granito conformando un círculo, combinado con dos olivos centenarios en su interior. El punto ofrece otra perspectiva distinta de Piracés y su castillo que aprovechamos todos para divisar e inmortalizar en nuestra retina y móviles.
Seguimos avanzando por el cresterio del Saso hasta alcanzar una pasante por donde bajar hasta terreno llano. Una vez localizado, vamos descendiendo con prudencia salvando el terreno pedregoso y bloques calcáreos descompuestos hasta alcanzar la parte baja, donde encontramos mojones viejos que señalaban una traza antigua y en desuso.
Llegamos a la pista justo delante de una granja de cerdos que, después de saludar a su propietario, antiguo ex alumno de Salesianos, bordeamos y seguimos cruzando por unos campos yermos en la zona llamada Las Calvas para llegar a una senda marcada que desemboca en la piedra fecundante de Semuro donde llegamos a las 12:50 h. Es una de las más grandes de la zona y a cuyo interior podemos acceder por una abertura en su parte nordeste, gateando por un pasillo estrecho que se abre a una cámara circular. También por la parte posterior podemos subir sin dificultad a lo alto de la misma. Digna de visitar, otro de los vestigios naturales que ofrece el entorno de esta pequeña localidad de la Comarca, Piracés.
Retornamos por nuestros pasos buscando a nuestra derecha una trocha mojoneada que nos enlaza con el camino hacia Piracés. Seguimos por el, dejando a nuestra izquierda una antigua paridera, hasta alcanzar una vieja carretera asfaltada por la que continuamos hacia la derecha. Atendiendo las indicaciones nos desviamos a la izquierda para llegar a la fuente del pozo, un manantial al que se accede bajando por unas escaleras talladas en la roca, y que requiere hacer uso de las linternas de nuestros móviles ya que el fondo está bastante oscuro.
Volvemos por nuestros pasos, ahora sí para entrar en Piracés por el sur. La mayoría decide , ya en el centro del pueblo, seguir subiendo hasta lo alto donde comienza la senda hacia la Peña del Mediodía, también llamada Castillo por su uso en el pasado como fortificación, un enorme y singular conglomerado de piedra arenisca, con paso acondicionado con escaleras, cuerdas y protecciones para poder subir sin peligro a lo alto, que no obstante se ha planteado como opcional para quien quiera hacerlo. Una buena oportunidad para tomar las últimas panorámicas desde lo alto y como estamos al final de la etapa, hace sol y buena temperatura, además de ir bien de tiempo, son las 14:15h, permanecemos un poco más en el Castillo, abandonándolo gradualmente por grupos se retorna a los coches.
En el parking, por parte del club se ha traído neveras con bebidas y refrescos fríos para todos, un detalle que se agradece, para reponer líquidos y concluir en un agradable ambiente la jornada por una zona poco conocida que ha merecido totalmente la pena visitar: Calzada romana, cerro mirador de la Patrilla, Ermita Virgen de la Corona, monumento a la naturaleza dentro del proyecto Arte y Naturaleza del CDAN, cueva fecundante de Semuro, Fuente del Pozo y Castillo de Piracés.
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