12 Retos, 12 Cimas: Peiró de Centenero: Crónica y Fotos

lunes, mayo 24, 2021 0 Comentarios



12 RETOS 12 CIMAS - PEIRO DE CENTENERO - CRÓNICA. 22.05.2021.

FOTOS de la JORNADA.

Tras muchos preparativos y ajustes de última hora, a las 7,30h comienzan a llegar a la estación intermodal de la capital oscense los primeros viajeros de los 47 que partiremos en el canfranero hasta ANZÁNIGO. 1 más se incorporará en Ayerbe.

Hay 3 bajas de última hora que avisan de su ausencia.

Ocupamos espacios de los dos primeros vagones del Automotor diésel-hidráulico serie 598 fabricado por la empresa española CAF. Tren de media distancia que ha reemplazado, desde no hace mucho, a los viejos trenes que se averiaban tan a menudo en el recorrido. Ocupamos los asientos cómodos y confortables en pequeños grupos. Entre conversaciones y observando el paisaje tan distinto que nos ofrecen las ventanillas del tren, con entornos ocultos desde el coche, llegamos a Ayerbe.

Prestamos especial atención a este tramo final del recorrido, se hacen visibles los Mallos de Riglos, Peña Ruaba y el río Gállego semi encajonado, ofreciéndonos el tren una visión aérea del cauce.

ANZÁNIGO, 9:10 h. Nos apelamos rápidamente, nos espera Miguel Almárcegui desplazado con el coche para acudir a la cita desde Arguis. 

A las 9:25 h, después de unirse a nosotros las 6 personas que en coche han venido desde Zaragoza, y repartidos los 55 presentes en 5 grupos, atravesamos el puente medieval de ANZÁNIGO, uno de los mejor conservados e interesantes de nuestra comunidad. Construido de sillería y con 5 arcos data, posiblemente, del Siglo XIII.

Atravesamos la carretera y tomamos por nuestra izda el camino que parte  junto a una vieja casa situada a pocos metros del puente, dirección norte.

El camino, antigua calzada romana, conserva en algún tramo el artesonado perfecto de sus piedras.

El camino va girando hacia el oeste, tornando en   senda al situarnos en las laderas de la Sierra de Centenero. Su estrechez y la maleza nos obliga a los distintos grupos a ir en fila. El crecido matorral de un recorrido poco transitado, alternativa del camino de Santiago, nos obliga en algún momento a comprobar que seguimos la traza correcta.

Sin mayores problemas y con alguna pequeña parada para quitarse ropa llegamos a Centenero (699 msnm), entrada que realizamos por el  espacio situado en la parte baja del pueblo equipado con mesas junto a la fuente.

10:50 h. Como habíamos comentado a la salida paramos a almorzar. La hora  y el lugar tan apropiado no ofrecen ninguna duda. No podemos visitar la iglesia románica de San Esteban, cerrada a esta hora, pero vale la pena acercarse a la localidad para verla junto con la ermita de Santa María, situada a tan apenas 1 km. del municipio.

11:15 h. Retomamos la marcha. Atravesamos la pequeña localidad, 11 habitantes en el censo de 2019 que tuvo su mayor esplendor en 2030 con 117 vecinos. Tomamos la senda a la izda., al final de la última casa, marcada con una señal que indica Ermita de Santa Isabel.

328 m de desnivel sin descanso tenemos que superar para llegar a la Plana de Malpaso, terreno donde  estuvo situado el antiguo poblado medieval de Bisús, del que sólo se quedan restos de muros de piedra y una vieja borda rehabilitada por los cazadores.

La ascensión no es complicada, con un desnivel constante y con continuas lazadas nos deja observar, primero los tejados de Centenero, donde destacan las chimeneas de sus casonas y a medida que ganamos altura el horizonte pirenaico.

Poco antes de llegar a la plana, avisan de sendos incidentes en el grupo segundo y quinto. Maria sufre una caída por un tropezón y se hace daño en el ojo izquierdo con las gafas. Afortunadamente, como así le dirán en la clínica ya en Huesca, hematoma y una pequeña herida para tratar con un colirio. Por otra parte, Chema, componente del último grupo sufre una indisposición que se soluciona enseguida con tan solo un descanso. Ambos terminarán el recorrido sin más problemas.

Hemos encontrado sendas y caminos hasta aquí salpicados por flores y jaras, pero La Plana, situada en lo alto de la convergencia de las dos sierras, Centenero y Santa Isabel, está repleta de hierba y flores de primavera, prímulas, acedoras, margaritas, malvas y verónicas predominan entre todas. Mientras deleitamos la vista con tanto colorido esperamos a que vayan ascendiendo todos los grupos para seguir  en el mismo  orden  hasta la Ermita de Santa Isabel, atravesando antes el antiguo poblado medieval de Bisús del Pueyo.

12:25 h. La ermita románica (siglo XII), que fuera iglesia del poblado, a la que se llega junto a un tapial de piedra seca, vigilado por centenarios ejemplares de quejigo, nos sorprenderá gratamente por su construcción y conservación. Destacar su artesonado jaqués en el ventanal del ábside, ornamentado también sus pequeños pilares con decorado floral. Nos llamará la atención  un sarcófago antropomorfo utilizado como sillar, y debajo mismo, utilizada como asiento, una piedra labrada con una cruz. En la puerta de entrada a la iglesia no falta un singular crismón románico.

Aprovechamos el pequeño descanso para realizar una foto con los miembros del club que se han inscrito en la carrera solidaria de Bosco Global.

Tan sólo 10 minutos después reanudamos la marcha retornando nuestros pasos por el tapial hasta la pista. Giramos a la izda para continuar por ella hacia el Peiro.

Poco antes de llegar tenemos que esperar a unos rezagados que se habían despistado al abandonar la ermita.

12,55 h. El Peiró de Centenero o Malacastro (1079 msnm). El espacio es reducido, por lo tanto vamos realizando una breve parada cada grupo para realizar la foto y continuar.

Desde aquí la traza es confusa, predecible pero obliga a buscar la mejor alternativa, además, el terreno marcado con mojones el año pasado, días antes justo antes de la pandemia, se ha cubierto de vegetación y hace inviable la localización de las marcas.

Aún así, sin ninguna dificultad de orientación, llegamos al alto de Forné (1072 msnm), donde nos detenemos unos segundos para observar las vistas de la presa de la Peña, al 100% de capacidad, con Peña Rueba, Punta Común y Sierra de Santo Domingo casi reflejándose en sus aguas.

Abandonamos el cresterio para descender unos metros en busca de la pista que hemos dejado al ascender al Peiró. Seguimos por ella para volver a coronar y comenzar el descenso por un tramo de pista desecha que zigzaguea por la ladera hasta el camino que discurre por encima del barranco. Continuamos a la izda. hasta el collado de punta Sabinera, una mallata hundida a nuestra izda.  nos confirmará el punto de desvío que tenemos que tomar  a la dcha. Seguiremos en suave  descenso por una trocha  que, flanqueados por pinos, bojes, carrascas y quejigos, bordea Punta Sabinera en busca del barranco "la Chorra".

Alcanzado el barranco, el primer grupo tiene la suerte de observar a dos corzos que, sorprendidos mientras bebían, ascienden espantados por la ladera contraria hasta que desaparecen ocultos por la maleza. Vistos y no vistos.

15,08 h. Yeste. Atravesamos la localidad junto a una casa restaurada para tomar la calle que nos lleva a la iglesia de San Salvador. Este semi despoblado de 2 habitantes censados vivió su máximo apogeo en 1840 con 117 vecinos, mantenidos con altibajos hasta 1940, año en que comenzó el declive hasta la situación actual.

15,25h. LA PEÑA. Elena, propietaria del restaurante ya nos tiene preparada la paella. Aún no hemos llegado todos cuando lo hace también el Bus. Mientras se empieza a hacer cola para degustar la excelente paella, el bus acerca a Miguel y a dos de los participantes de Zaragoza a Anzánigo a recoger sus coches.

Ordenadamente nos sirven los platos en raciones copiosas  y vamos ocupando los espacios en la calle en mesas y bancos. La paella de verduras, exquisita, preparada en cantidad permite poder repetir a quién lo desea. Después del postre y cafés, a las 16,30 h. partimos en el bus a Huesca.

Jornada que ha salido perfecta desde el principio, “Canfranero en hora”, tiempo semicubierto con buena temperatura, ideal para caminar, comida que a todos a satisfecho, …….. y los pequeños incidentes físicos no han revestido gravedad.

Enhorabuena a todos.

 

 


Javieres de Huesca

Club de Montaña Javieres de Huesca.

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