PEREGRINACIÓN A LOURDES DESDE HUESCA

martes, agosto 27, 2024 0 Comentarios

 PEREGRINACIÓN A LOURDES DESDE HUESCA



FOTOS de la Peregrinación.

Por iniciativa del Club de Montaña Javieres de Huesca se ha organizado una peregrinación a pie desde la Casa Salesiana de Huesca al Santuario de Lourdes en la que han participado catorce personas: María Dolores Aliaga, Luis Javier Gruchaga, Antonio Rico, Felipe Munuera, Antonio Sirera “ Toni “, Andrés Pérez, Luis Betés, Pedro Belenguer, Alejandro Arbiol, Javier Lorés, Lorenzo Serrat, Mikel Olivar, Alfredo Vivas y Rubén Banzo, más Raúl Pintado, Ana y María, que la realizaron en coches. Y también han peregrinado con nosotros todos los que nos han tenido en el pensamiento en estos días y han pedido por nosotros.

El martes 23 de julio, a las ocho de la tarde, junto con algunos familiares y amigos, nos sumamos a la celebración de la eucaristía en la parroquia de María Auxiliadora, y a la finalización José Iriarte impartió la bendición del peregrino, dándonos fuerzas para poder superar estos días tan exigentes que teníamos por delante y pidiéndole a Santa Brígida, santa e insigne peregrina, que nos proteja y acompañe.. También nos pudimos despedir de Alfonso García de Eulate, comprometiéndonos a rezar y pedir a la Virgen de Lourdes por su precaria salud. Tras hacernos alguna foto en la Iglesia y escuchar los consejos y avisos de nuestro guía Luis Javier, nos despedimos hasta el día siguiente para comenzar nuestra peregrinación.

24-07-2024 Huesca - Hostal de Ipiés - Ibort

A las cuatro y media de la mañana nos vamos reuniendo en la parte delantera del Colegio Salesiano y un cuarto de hora después, tras rezar una sencilla oración relacionada con nuestra peregrinación, comenzamos la marcha. Dejamos la ciudad de Huesca atravesando el puente de las Miguelas. Toca caminar por carretera hasta llegar a Yéqueda. De momento nos hemos encontrado con bien pocos coches. Cuando llegamos se va haciendo de día. Seguimos por  Cabañera, “ La Cañada Real de Huesca “, y también por el cauce seco del Isuela, pasando junto a una zona militar y a campos de almendros. Llegamos al cruce de Arascués, donde hacemos un breve reagrupamiento. Continuamos por carretera, pasando junto al Club de Golf de Guara y el pueblo de Nueno. Son las siete y media. Recorremos la antigua carretera, cruzándonos con varios ciclistas que suben y bajan. Pasamos por varios túneles. En el kilómetro 18 paramos para beber y rellenar agua en varias fuentes que salen de la roca. Admiramos el río Isuela, que baja crecido. Se aprecian varias pozas y zonas de baño. Poco después lo cruzamos por un pequeño puente y pasamos bajo la autovía para enlazar con otro tramo de la antigua carretera, atravesando otro túnel. Así llegamos al kilómetro veinte de nuestro recorrido y a la presa de Arguis, situada a 976 metros de altitud.

Poco después nos desviamos de la carretera y cogemos la senda que en fuerte pendiente nos lleva a Mesón Nuevo. Va a ser la parte más dura de la jornada, pues ya empieza a pegar fuerte el calor. Seguimos, atravesando el túnel de la Manzanera, de 590 metros de longitud y situado a 1265 metros de altitud, en el cual admiramos una fuente que mana abundantemente en el asfalto, en su interior. A la salida del túnel hacemos una parada para almorzar. Son las diez de la mañana y llevamos 25 kilómetros. Saboreamos el vino en las botas que llevan Luis y Alex. ¡Qué bueno nos sabe¡.

 Mientras almorzamos, admiramos el vuelo de un quebrantahuesos. Tras reponer fuerzas, continuamos por la antigua carretera del puerto de Monrepós, recorriendo el puente que salva el río Flumen, que se aprecia al fondo. Al otro lado se observan los restos de otro puente anterior. Llegamos a un antiguo mojón de la carretera N-330 que indica 28 kilómetros. Al fondo se ve el tozal de Guara. Llegamos a la parte más alta de la jornada de hoy;  en el puerto de Monrepós, a 1284 metros, nos desviamos por la antigua cabañera “ Cordel de Valle de Tena “. 

En una breve parada, antes de iniciar el descenso, Contemplamos el valle del río Matriz, con los pueblos de Serué, San Vicente y Aquilué, y una gran parte de la cordillera pirenaica. Luis Javier nos identifica los diferentes picos que desde aquí se contemplan, desde el Bisaurín hasta las Sucas, y por delante, desde la sierra de San Juan de la Peña hasta Peña Cancias. Volvemos a la antigua carretera y pasamos junto a los mojones que marcan 33 y 34 kilómetros. Recorrer un kilómetro nos cuesta 12 minutos. Paramos en una antigua fuente a refrescarnos a pié de carretera vieja. Aquí reflexionamos sobre comer aquí a la sombra y con agua o hacerlo a la orilla del Guarga en la pequeña área de descanso, sin agua potable pero con el río. Cómo es todavía pronto, poco mas de las 13 h., gana por mayoría el río.

Llevamos una buena media. Pasamos junto a los restos del pueblo de Escusaguás, apreciando su iglesia y restos de varias casas. Son las 13 horas. Pasamos por los mojones 36, 37 y 38. Nos desviamos otra vez por la cabañera, punto marcado por mojones, donde aún se aprecian los restos de las losas del firme y de las paredes de piedra que la delimitaban. ¡Cuántos rebaños, con sus ovejas y sus pastores habrán recorrido este camino a lo largo de varios siglos¡. Y hoy lo estamos recorriendo y disfrutando nosotros.

Salimos, después de algunas dudas para encontrar la traza, a la antigua carretera. Realizamos, después de foto de grupo, estilo Beatles, un tramo más de carretera y llegamos al cauce del río Guarga. Son algo más de las dos del mediodía. Llevamos recorridos 39 kilómetros.

 A cubierto, en una zona con mesas, bancos y junto a unos árboles que nos dan sombra, nos preparamos para comer y descansar un rato. Todos, unos antes y otros después, nos acercamos a refrescarnos al río, donde encontramos alguna pequeña poza. Los pececillos que allí habitan vienen a saludarnos. Descansamos hasta las seis, intentando evitar el tener que andar durante las horas de más calor. 

Llegada la hora, nos ponemos en camino, seguimos por carretera y en un par de kilómetros llegamos a la panadería de Lanave, donde nos refrescamos, reponemos agua y compramos leche, bollos y tortas para el desayuno del día siguiente. A las siete de la tarde estamos en Hostal de Ipiés, hemos andado 43 kilómetros y este era el final de la primera etapa. Como aún tenemos fuerzas y tiempo, decidimos avanzar y adelantar algo de la etapa de mañana.

Cruzamos el río Gállego por el puente de la carretera que va a Baranguá y Caldearenas y seguimos por una pista que discurre entre el río Gállego y la línea de ferrocarril del canfranero. Cerca de las ocho llegamos a los restos de la pardina de Fanlo y al viejo puente del mismo nombre, donde antaño se cobraban los impuestos a las mercancías y personas que pasaban por aquí. Llegamos a la altura del azud de Jabarrella, donde nos incorporamos a la carretera que se dirige al pueblo de Ibort. Seguimos por esta carretera hasta que encontramos un lugar apropiado en el que poder poner nuestros plásticos y esterillas para poder dormir y descansar. Cuando lo encontramos, son poco más de las ocho y media de la tarde. 

Según la aplicación que sigue Felipe, hemos recorrido 40,38 kilómetros, en 9 horas 36 minutos en movimiento, habiendo superado 1255 metros de desnivel positivo. Buen día. Por la carretera van y vienen algunos coches, a quienes pedimos agua sin éxito. Nosotros cenamos y poco a poco nos recogemos en nuestros sacos luchando contra los mosquitos mientras se va haciendo de noche. Van apareciendo estrellas acompañadas por la luna,  que nos ilumina casi en cuarto menguante. Casi no son necesarias linternas y frontales.

25-07-2024 Ibort-Panticosa

Nos despertamos a las cuatro y media de la mañana. Tras una noche en la que se ha dormido lo que se ha podido. Desayunamos la leche que compramos el día anterior en la panadería de Lanave y varios paquetes de galletas que aportan algunos. Recogemos y tras el rezo matutino, nos ponemos en camino. Seguimos por carretera, cruzamos el río Gállego por primera vez y a las seis menos cuarto entramos en Sabiñánigo, que está en fiestas. Hoy es el día de Santiago, su patrón. Tiramos la basura en los contenedores de la entrada y buscamos una fuente donde bebemos y recogemos agua. Continuamos caminando y  cruzamos el río Gállego por segunda vez mientras recorremos el pueblo, a estas horas con poca actividad y ruido. Antes de entrar en el centro nos desviamos hacia al polígono industrial por el que avanzamos pasando junto a alguna empresa química. 

Salimos de Sabiñánigo cruzando la rotonda de la crta. por la calle Cabañera en dirección al pueblo de Aurín. Son las seis y media. Recorremos este pequeño barrio, observando casas antiguas rehabilitadas y otras de nueva construcción. Contemplamos su bonita iglesia. Cuando salimos del pueblo, cruzamos el río Aurín y pasamos por las obras de construcción de la variante de Sabiñánigo. Al otro lado se aprecia el campo de golf de Las Margas construido junto al pueblo de Latas. Seguimos por camino hasta llegar a un desvío que marca Senegüé. Llevamos 10 kilómetros en el día de hoy. 

Cruzamos el río Gállego por tercera vez a través de un puente de tablas llamado Puente de las Pilas. Son las siete y media. Unos paneles explicativos cuentan los avatares de este paso a lo largo de los siglos, indicando que en el año 1590 se produjo una reforma y ampliación del mismo, lo que quiere decir que existía ya antes de esta fecha. 

Seguimos por carretera hasta llegar al pueblo de Larrede. Aquí nos detenemos para admirar la bonita iglesia de San Pedro, uno de los mejores ejemplos de las iglesias del Serrablo, de estilo mozárabe o primer románico aragonés. Nos hacemos algunas fotos. Continuamos por la estrecha carretera, dejando en un prado a nuestra izquierda la encantadora iglesia de San Juan de Busa, también románica del Serrablo. Nos desviamos para pasar junto a la piscifactoría de Oliván y llegar al área recreativa de Oliván, situada junto al río Gállego. Hemos visto varias acequias que llevan abundante agua para la piscifactoría y para regar campos y huertos cercanos. Nos detenemos a almorzar. Hemos andado 16 kilómetros y son las nueve de la mañana. Comemos los bollos preñaos de longaniza , contundentes, y tortas de azúcar y de chocolate que compramos en la panadería de Lanave la tarde anterior, acompañados de buenos tragos de vino.  Javier aprovecha para curar ampollas a Alfredo, Toni y Alex. Alfredo lleva los pies literalmente reventados. Con la impresión, Toni y Alex acaban mareados y tienen que echarse un rato para pasar el susto.

Tras reponer fuerzas, continuamos por carretera y pasamos por Orós Bajo, donde admiramos la iglesia románica de Santa Eulalia, también perteneciente al grupo de iglesias del Serrablo, y por Orós Alto, hasta llegar a Biescas. A estas horas nos hemos encontrado con abundantes andarines y ciclistas que realizan recorridos por estos caminos. Cuando llegamos son las diez y media, y llevamos andados ya casi 23 kilómetros. Cruzamos el pueblo hasta llegar a la Fuente de la Lagaña, donde bebemos abundantemente y descansamos en una zona sombreada. Hoy está haciendo mucho calor. Compramos yogures para comer al momento, y pan, sardinas,  embutido y manzanas para la comida. Mientras descansamos, pasan varios miembros de la familia Laliena, que son saludados por algunos peregrinos que los conocen.

Terminamos de cruzar Biescas, ascendiendo hasta la iglesia del Salvador, que visitamos. Cruzamos la carretera nacional 260 y por el GR, tramo de camino Lobarre, continuamos en ascenso siguiendo un paraje singular, zona boscosa que se agradece por el calor, y tramos de antiguo cauce de agua y zona, al final, habilitada para silla de ruedas. Así llegamos hasta el dolmen de Santa Elena.

 Al fondo se aprecia el río Gállego, y cada vez más cercanas las cumbres pirenaicas, a las que nos vamos aproximando. Dejamos la ermita de Santa Elena a nuestra derecha y las viejas trincheras. Ya la visitaremos en otra ocasión,  por  la hora que es, y con el calor que hace, es necesario buscar un sitio para descansar y dejar pasar las horas más calurosas del día. Pasamos junto a una zona de baño con varias pozas, los jóvenes lamentan no realizar aquí la parada para darse un chapuzón, pero no encontramos el espacio suficiente y adecuado para descansar después (siesta), asi que seguimos, dejando al otro lado del cauce el pueblo de Polituara.

 Finalmente llegamos a los pies de la presa del pantano de Búbal. Aquí nos refrescamos, comemos y descansamos algo, hasta que el sol se apodera de la poca sombra que hay y nos hace buscar otro sitio, que encontramos cuando llegamos a la carretera que sube a Hoz de Jaca. Son muy bonitos los caminos que hemos ido atravesando. 

El punto elegido, a pie de carretera, es transitado por  numerosos coches que, imaginamos , van a la tirolina o a visitar Hoz de Jaca. Después, en la ascensión al pueblo,  en algún momento también vemos cómo se van tirando por la misma. María Dolores sufre la picadura de algún insecto, que le provoca mucho dolor y una fuerte hinchazón en un pie, y le obliga a tomar un antihistamínico para poder continuar. Javier vuelve a repasar y curar ampollas y pies. A las cinco y media seguimos. Nos toca subir por fuerte pendiente la carretera que nos lleva hasta Hoz de Jaca, situado a 1250 metros de altura. Bonito pueblo, con bonitas casas y abundantes fuentes. 

Una breve parada a la entrada, junto a la fuente, para recuperar fuerzas perdidas por  la subida y el calor. Abandonamos la localidad en busca del GR por pista asfaltada. En lo más alto, desvío a la izda para tomar la senda que por un precioso camino entre hayas, avellanos, cerezos silvestres,…, nos lleva a Panticosa, fin de la etapa de hoy. Vamos todos a buen ritmo para llegar antes del cierre de la tienda de comestibles, previsiblemente según la información de la web cierra a las 20 h. (Luego sabemos que está abierta hasta las 23 h). 

Son las siete y media, hemos andado 40,88 kilómetros, en 9 horas y 36 minutos en movimiento, habiendo superado un desnivel positivo de 1255 metros. Jornada variada, intensa, bonita. Igual algo menos de sol hubiera ayudado. Cogemos refrescos y helados. También la cena: tomates, queso, jamón dulce, pan y flanes. Y el desayuno de mañana, leche, café soluble y tortas. Por Panticosa se ve un gran ambiente. Nos acercamos al parking situado en la  zona junto al río, algunos se refrescan en él, cenamos y nos preparamos para intentar dormir y descansar. Curar ampollas. Ya son las diez. Hemos encontrado una zona tranquila en los porches debajo de un bloque de apartamentos. Con mucho sigilo tomamos el espacio, desplegamos los sacos y nos disponemos a dormir.

26-07-2024 Panticosa – Cauterets

Nos despertamos a las cuatro y media. La noche ha sido tranquila, nadie nos ha molestado.. Recogemos, desayunamos y comenzamos a andar un poco después de las cinco. Cruzamos Panticosa en constante subida para salir por la carretera en dirección al Balneario. Los siete kilómetros que los separan los hacemos en poco menos de hora y media. Ya se ha hecho de día al llegar. Estamos a 1650 metros de altura. Disfrutamos del entorno. Hacemos una pequeña parada para reagrupar junto al refugio de la Casa de Piedra y continuamos hacia el refugio de Bachimaña. Vemos numerosos montañeros que salen a realizar las excursiones que tienen planificadas. Andrés se pone en cabeza y coge un ritmo muy bueno, que nos hace avanzar casi sin enterarnos.

 Cuando comienza a darnos el sol es al final de la cuesta del fraile, ya casi llegando al refugio de Bachimaña, situado junto al ibón de Bachimaña  Inferior. Son casi las nueve de la mañana. Hemos andado 11 kilómetros y estamos a 2200 metros de altitud. Aquí, gracias a los buenos oficios de Luis Javier, comemos a base de bien: macarrones a escaramullo, abundante ensalada, pollo guisado y natillas, con pan, vino y agua. Tras descansar y comer, a las once nos ponemos nuevamente en camino, rodeando el ibón de Bachimaña. El GR está muy concurrido en los dos sentidos. Llegamos a un desvío. A la izquierda indica ibones Azules, por donde se puede acceder al Pico de los Infiernos, que se aprecia al fondo. Nosotros cogemos el sendero que sale a la derecha, que indica Puerto de Marcadau o de Pantocosa, a 1 hora 15 minutos. Seguimos el GR-T 24. Vemos el pico de la Gran Facha. Seguimos caminando y ascendiendo. Más adelante, a la derecha, ya al fondo , se ven los ibones de Bramatuero, y luego, a nuestra izquierda, los ibones de Pecico, a los que da sombra el Gran Facha. En una zona resguardada del sol, cruzamos un nevero. Así podemos decir que hemos pisado nieve en esta travesía. 

Alcanzamos el Puerto de Marcadau, a 2532 metros de altitud, punto culminante de nuestra peregrinación. Hay varios grupos de montañeros, el más numeroso de madrileños, que se asombran de nuestra “azaña”. A partir de este punto entramos en Francia, y comenzamos a bajar. A nuestros pies, un amplio valle y al fondo, las nubes que cubren la llanura francesa. Seguimos el GR en constante descenso, atravesando prados con abundante pasto. Cruzamos varias veces el río por puentes de tablas que nos recuerdan al que cruzamos ayer entre Senegüe y Larrede. Vemos varios rebaños de vacas. Sobre las dos y media llegamos al refugio de Wallon,  al fondo del valle, con una bonita estructura de madera. Levamos 20 kilómetros en el día de hoy, la mayoría por alta montaña. Bebemos y descansamos, aprovechamos también para preguntar horarios y precios para nuestra pernocta en la travesía de septiembre. Entre nubes, se aprecian las cimas del Vignemale.

El camino continúa paralelo a la “gave”, que va creciendo en caudal a medida que desciende y recoge agua de los distintos barrancos que a izda y derecha desembocan en el valle. En un ancho, junto al río,  y con la compañía distante de una manada de caballos, potrillo incluido , realizamos una parada que aprovechamos para asearnos, algunos un baño completo.

Seguimos la senda, que poco a poco va entrando en zona boscosa, tornándose en pista que es utilizada en invierno para sky de fondo. En un momento dado, una culebra atraviesa el camino, puede ser una víbora escalera o la peligrosa aspid. El largo descenso, sin parar a comer,  se va haciendo interminable, lejos queda el almuerzo comida de Bachimaña. A la altura del Refugio Chalet du Clot,  Mikel, desesperado, sale corriendo hacia él para comprar una cocacola y un par de galletas, de momento le sirve para burlar al estómago y poder seguir si oír correr a las tripas. Encontramos fresas silvestres entre la hierba. Así llegamos a Pont d´Espagne, donde hay un restaurante de montaña, y se juntan los torrentes que vienen del glaciar del Vignemale con los que vienen de la Gran Facha y la zona de Wallon, formando unas impresionantes cascadas. La carretera termina en el puente que da nombre a este lugar. Después de realizar fotos de grupo e individuales con el fondo de las cascadas y la foz estrecha que forman, decidimos seguir bajando por la senda, siempre por bosque, a la izquierda del río, que desde aquí se empieza a llamar la Gave de Pau. 

Este tramo , hasta que convergemos de nuevo con la carretera, se llama la ruta  de las cascadas. Una tras de otra, a cual más espectacular, nos van amenizando el descenso. Vamos parando para disfrutar de este maravilloso entorno, los puentes situados sobre el río nos proporcionan una buena perspectiva de las cascadas y la virulencia de las mismas. Estamos en el Parc National des Pyrénées. Al finalizar el tramo de senda, ya en la carretera, nos encontramos con uno de los primeros balnearios (Thermes de Griffons) que nos anuncian la proximidad de Cauterets, final de la etapa de hoy, a 926 metros de altitud. 

Una pista, vieja vía de tren cremallera, nos acerca, por un bello paraje verdoso,  a la  bonita villa, una de  las más bonitas de los Pirineos franceses. La  recorremos hasta llegar a la plaza donde está el Ayuntamiento. Son las ocho de la tarde. Hoy hemos recorrido 37,43 kilómetros, en 10 horas 50 minutos en movimiento, superando un desnivel positivo de 1679 metros y negativo de 1600 también. Brutal ¡ Qué chulo todo, muy bonita y exigente etapa¡.

Mientras unos van a mirar lugar para dormir y otros esperan en los bancos de la plaza, vamos a comprar para la cena y desayuno del día siguiente.  Sardinas, raviolis, pan y yogures para ahora, y para desayunar al día siguiente, leche, brioche y galletas. Cenamos en la plaza, junto a la fuente, ante la curiosidad de los viandantes, algunos preguntan, y la compañía silenciosa de un músico solitario que ameniza desde un banco próximo, sin mucho éxito, a las personas de paso. Esperando que caiga la noche, haciendo tiempo para ir a dormir, vemos en la televisión de un bar cercano la inauguración de los Juegos Olímpicos de París. Abandonamos la plaza hacia el lugar elegido para pernoctar, hoy tenemos un inmejorable lugar entarimado en la primera planta de acceso a las Termas de Cesar. La mejor noche.

27-07-2024 Cauterets – Lourdes

Llegamos a la última etapa de nuestra peregrinación. Nos levantamos de nuevo a las cuatro y media, la misma hora de los demás días. Recogemos y desayunamos. Mientras lo hacemos observamos  como la niebla va ascendiendo desde el valle, seguramente el cielo semicubierto ha hecho que no descendiese por la noche la temperatura como era previsible. Nos ponemos en camino atravesando Cauterets. El cuerpo se ha ido acostumbrando a esta extraña, singular y agradable forma de vida del peregrino, andar, comer y dormir, pero con la cabeza despejada.

Abandonamos Cauteret por carretera. Se va haciendo de día. El cielo está cubierto y se camina bien, una niebla arrojadiza que nos empapa suavemente. Así estará durante casi todo el día. En un momento dado, cuando la circulación ya empieza a ser más pesada, cogemos la  vía verde de casi diez kilómetros que han recuperado de la plataforma del antiguo ferrocarril construido a finales del siglo XIX que iba desde Lourdes a Cauterets, en  el  llegaban los turistas a tomar las aguas de sus balnearios y a disfrutar del espectacular paisaje pirenaico, también se aprovechaba para transportar  los minerales, plomo y cinc principalmente, que se extraían en las minas de la zona, que estuvieron en uso hasta los años sesenta del pasado siglo veinte. Atravesamos en el recorrido un bonito túnel utilizado antaño por el tren. Llegamos a Pierrefitte-Nestalas, pasando por una zona deportiva y cementerio. Descansamos y comemos cruasanes y unos singulares “pain aux raisins”  que cogemos en una panadería al lado de la carretera. 

La jornada de hoy la hacemos en un susve pero continuo descenso. Al salir de Pierrefitte-Nestalas cogemos otra  vía verde habilitada para peatones y ciclistas que nos llevará hasta Lourdes, pasando por casas de campo, pueblos cercanos, algún antiguo apeadero reconvertido en vivienda, paneles informativos, campos de maíz o de forraje. Argelès-Gazots queda a nuestra izquierda. Como vamos bien de tiempo, cada hora hacemos una parada para reagruparnos y descansar un poco. Nos juntamos con un grupo de peregrinos de Madrid que comenzaron a andar el lunes desde Bujaruelo. La vía pasa por un antiguo puente metálico que ayuda a atravesar la Gave de Pau, que por aquí ya tiene una anchura considerable. Durante todo el recorrido hay que tener cuidado con los continuos  grupos de ciclistas que también emplean esta vía. Al ser sábado parece ser que está más transitada.

A las doce y media llegamos a la entrada de Lourdes, nos hacemos una foto en el cartel de entrada al final de la vía verde. Nos adentramos en la localidad andando por sus calles y plazas hasta llegar a la plaza donde se sitúa la basílica donde se venera a la virgen de Lourdes, al lado de la cueva donde en el año 1858 se apareció la virgen a Bernadette  Subirous, luego Santa Bernadette. Son exactamente las 13 h., oímos las campanadas mientras nos hacemos y hacen la foto de grupo.

 Punto final de nuestra peregrinación. Hoy hemos recorrido 30,75 kilómetros, en 6 horas 18 minutos en movimiento, con un desnivel positivo de 86 metros. Ya estamos en Lourdes. Hemos peregrinado con mucha ilusión, hemos hecho del camino una aventura, y hemos alcanzado el final de nuestro objetivo con mucha alegría. Ora pro novis.

Están Ana y María, que nos reciben y nos agasajan con  tortilla,  jamón y repostería casera, además de botellas de cava y sidra para brindar por el éxito de la peregrinación. Muchas gracias de este inesperado agasajo que nos sirve para comer en el campus del recinto peregrino. 

Vamos luego a nuestro sitio de dormir, “la village des jeunes”, donde nos ubican en un recinto para nosotros solos, ocupamos dos cuartos de literas y una habitación individual para M.Dolores. Está ubicado casi en el punto más alto de Lourdes.

Después de asearnos, con las esperadas duchas de agua caliente, la cena, buffet más que digno, y a continuación, ya por la noche, descenso al entorno de la basílica para ver la procesión de las antorchas. 

28-7-24---LOURDES

Al día siguiente, domingo, participamos en la eucaristía concelebrada por numerosos sacerdotes en distintos idiomas, que tiene lugar en la gran cripta San Pío X. Lo hacemos justo debajo, por pura casualidad, de la imagen de San Juan Bosco. Después tenemos tiempo de realizar últimas visitas, comer algo rápido en un kebab y regreso a Huesca, a donde llegamos todos juntos a Salesianos, donde empezamos, sobre las cinco de la tarde.

Las siete aspiraciones del peregrino: Humildad, Generosidad, Tenacidad, Paciencia, Austeridad, Caridad y Diligencia. Aprende a ser Feliz, los seis mejores médicos: Agua, Aire, Sol, Dieta, Ejercicio y Alegría. Caminemos lo que podamos. Caminemos siempre juntos.

Gracias a todos. Ultreia et Suseia.



Javieres de Huesca

Club de Montaña Javieres de Huesca.

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