Aspe, Llena de la Garganta y Llena del Bozo
ASPE. LLENA DE LA GARGANTA. LLENA DEL BOZO. circular. 12-07-2019
Lolo. Tony. Antonio. Madrugón para poder comenzar a caminar pronto, hoy también anuncian día de calor bochornoso. El partir desde Carrefour a las 5,30h. nos permite comenzar a caminar a las 6,50h. La ruta elegida para llegar al punto de partida es por Castiello de Jaca, desvío antes de Villanúa hacia Aisa por la
HU-V-2201 y después, a la salida del pueblo, por la pista asfaltada que asciende paralela al cauce del río Estarrún.
1500m. Una verja, al final del asfalto, impide el paso de vehículos y señala el final y principio de la jornada. La cruzamos por una puerta colocada en el vallado y seguimos por el camino que nos acerca, después de ascender por una dura rampa de cemento, a los pies del refugio de Saleras. En este punto encontramos las señales que indican el desvío hacia el Aspe. Cruzamos el barranco de Igüer y comenzamos la ascensión hacia Las Llanas, primer obstáculo rocoso que superamos por un terreno pedregoso en primer lugar y que luego alterna con superficie herbosa. Pequeñas lazadas con tramos verticales nos sitúan, ya a 2200 M. de altitud, en un paraje lunático, piedra caliza con rimayas y poljes cubiertos todavía de nieve.
Avanzamos con cuidado de no resbalar, evitando torceduras y caídas por alguna de las enormes estrías que presentan las rocas.
La piedra blanca cambia a color rojizo poco antes de llegar al paso de la Garganta de Aspe, 2427m. La bordeamos sin llegar a ella y comenzamos la ascensión de los últimos metros que nos obligan a una que otra trepada hasta llegar al primero de nuestros objetivos, el Aspe, (2640m.) cima que hoyamos a las 9,10h.
Permanecemos un buen rato en la cresta disfrutando de las excelentes vistas que nos depara este punto, lástima que la ligera bruma al horizonte impide observar con claridad los montes lejanos, aún así tenemos a la vista cercana : Lecherines, Bisaurín y nuestros próximos objetivos, a más distancia Collarada, Anayet, Midí, y más al noreste, Balaitus, Gran Facha, Tebarray, Picos del Infierno y Argualas.
9,50h. Comenzamos el descenso hacia el paso de la Garganta del Aspe. Aquí seguimos por terrenos pedregoso bordeando por la cara sur nuestro siguiente objetivo. No hay traza perceptible, los hitos se pierden, pero se intuye el camino a seguir.
Nos encontramos con una cincuentena de sarrios, situados en la ladera de fuerte pendiente que tenemos que atravesar, permanecen quietos observándonos. Una alegría observar semejante manada, naturaleza viva, significa que han superado la epidemia de sarna que sufrieron estos años atrás (Rupicapra rupicapra pyrenaica), su especie de la "gamuza alpina centro europea" que es la raza tipo. El sarrio, que es el nombre más común, se denomina también chizar, chizard, chizart o chizarz para la zona de Bielsa, e ixarso o ixarzo para la de Benasque.
El superar esta ladera, con fuerte pendiente, compuesta de piedra suelta, nos obliga a ascender un poco para encontrar piedra sólida. Así lo hacemos aunque luego tenemos que descender de nuevo para recuperar la marca por debajo del molón y superar el pequeño paso que nos sitúa en un espigón del pico.
Se nos encoge el corazón cuando encontramos un pequeño sarrio muerto, deducimos que ha sido reciente porque está íntegro, es posible se haya despeñado. Una nueva pena nos invade cuando nos damos cuenta que un sarrio adulto, su madre seguramente, gime a unos 50 metros de distancia.
La ascensión desde aquí se realiza por una chimenea casi vertical, en 45' estamos en la cima de nuestro segundo objetivo, pico Llena de la Garganta, son las 11h.
El horizonte más despejado y el sol más alto nos permite observar con claridad los Picos más alejados, ahora apreciamos con nitidez la marmolera.
El descenso lo hacemos por el este, seguimos los hitos que nos acercan, tras unas primeras dudas, a otra vertical chimenea que debemos afrontar con concentración. Yo lo hago, en primer lugar, sentado sobre los ficticios peldaños. Una vez iniciado el destrepe comprobamos que no parece tan peligroso como daba la impresión desde lo alto, eso sí, mucha concentración para buscar los apoyos. Me siguen Lolo y después Tony, lo hacemos uno detrás de otro como precaución por la caída de piedras.
Superada esta dificultad, seguimos descendiendo hasta el paso de Napazal, 2329m. altitud, primero en diagonal por un canchal de piedra suelta y seguidamente por una zona que se entremezclan piedra, tierra y pequeñas flores y plantas, cardos principalmente.
Aquí comenzamos el ascenso por una ladera de fuerte verticalidad que alterna piedra y tasca. Lo hacemos en zigzag aprovechando las trazadas o los falsos escalones marcados en la tasca. Tomamos aire en un falso rellano que nos proporciona la cresta para afrontar un segundo tramo tan duro como el anterior. Superado este nos sitúa en una nueva cresta, con vistas de la cara norte del puntal de La Llena del Bozo. El camino a seguir es hacerlo por una pequeña franja con una marcada zona aérea que por un momento nos hace dudar si avanzar por aquí o descender unos metros para buscar otra vía menos arriesgada que lo hace por una chimenea/pedrera por la cara sur.
Decidimos seguir adelante, superado el paso debemos girar a la izda para afrontar los últimos metros que nos dejan en la última de nuestras cimas de hoy a 2559m., son las 12,50h.
Permanecemos solo diez minutos en la cima, nos da pereza continuar, pero nos falta toda la bajada, retornamos unos metros para empezar el descenso por la cresta norte y superar la pedrera que desciende hasta el pequeño valle que forma el inicio del Barranco de Igüer, entre Sierra Bernera y el pico Olivón, que tenemos enfrente, y las laderas de Llena del Bozo. Preferimos, mientras se pueda, hoyar los tramos de tasca y piedra que encontramos a la derecha de la pedrera para evitar resbalones innecesarios. En la parte final es inevitable, pero la pendiente se suaviza bastante. Otro grupo de sarrios nos sorprende cruzando al trope la pedrera y ascendiendo vertiginosamente por una pared casi vertical buscando refugio inalcanzable debajo del pico de la Llena.
En el valle, donde convergemos con el GR-11, encontramos una surgencia de agua de nieve que utilizamos para refrescarnos y llenar los botellines, 2125m. 13:35h.
Continuamos por un GR recién marcado que nos acerca, alejándonos del barranco, hasta el Collado del Bozo, desde donde podemos divisar el refugio de Lizara. Desde aquí seguimos el descenso por la variante del GR que nos acerca por las laderas del Bozo, zona de pastizales, en pronunciadas lazadas hasta la parte baja. En el punto que gira bruscamente a la izda. lo abandonamos siguiendo una traza por la derecha en busca de barranco Hondo. Su pronunciado descenso nos deja en los prados del barranco de Igüer.
Desde aquí seguimos las marcas que coinciden con la pista que nos acercan, esquivando el más de centenar de vacas que pastan sin inmutarse por nuestra presencia, hasta nuestro punto de partida. 14,59h. Punto final.
Jornada que nos ha sorprendido por su recorrido y belleza a los tres. Terreno técnico y exigente que obliga a tener una buena preparación y no sufrir de vértigo. Las vistas desde las cimas espectaculares, de cual mejor.
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