El Turbón 10 de junio 2018

lunes, junio 11, 2018 0 Comentarios


FOTOS de la jornada.

Vehículos:
*TOMÁS , Merche, Alex, Andrés e Iván
*NINO, Carlos, Nicolás y Pablo Oria
*NIKO, Encarna, Marcos, Rubén y Toni
*ANTONIO, Sandra y M.Carmen
*RAÚL, Lolo, Alex y Cruchaga

Distribuidos de la manera señalada en 5  vehículos, 21 javieres partimos a las 6 y un minuto dirección a las Vilas de Turbón, punto donde comenzaremos la ascensión.
Salimos con cielo cubierto en una mañana calurosa (16°), con una previsión inicial de mojarnos a lo largo de la jornada, pero confiando que la mayor cantidad de agua nos alcance al final de la marcha, sobre las 15 h.
A las 7,50h, después de dejar los coches aparcados junto al barranco de la torcida y el antiguo depósito de agua, comenzamos la ascensión, bien pertrechados, quizás en exceso porque la temperatura no es baja, 13°.

Tomamos la pista que unos metros   antes del depósito de agua dejamos para coger una senda a nuestra izda marcada con mojones, nos evita un largo zigzag.
De nuevo en la pista seguiremos por ella prácticamente hasta el final. No cojemos la senda que parte a la dcha y que discurre durante un largo tramo paralela a la pista, porque nuestra intención es subir por La Torcida y ascender a la  collada de Porroduño (1904 M). Abandonamos la pista, un poco antes de la verja que corta la entrada, por la senda señalada con hitos a nuestra dcha y comenzamos la verdadera ascensión. Una ligera parada para reagruparnos y aligerarse de  ropa el que todavía no lo ha hecho. Sandra, M. Carmen, Elena, Merche, Raúl y yo formamos un segundo grupo más rezagado que subimos a un ritmo más lento. La vertical subida obliga a tomar aire bastantes veces.
Sandra un poco más fatigada sube poco a poco, venciendo el desánimo inicial. En la collada todos nos esperan, abrigados, sopla una brisa fría que obliga, máxime con la parada, a recuperar la ropa que nos hemos ido quitando en la ascensión. Mientras unos nos observan, otros se entretienen con las senderuelas, muy prolíferas en el mini prado de la collada.
Recuperados, comenzamos el segundo tramo duro de la ascensión por la chimenea que nos llevará hasta lo alto de la collada, dejando a nuestra dcha el Frontal de las Brujas.

La subida tan pronunciada, con repechos de más del 40%, obliga en algún tramo a ayudarse con las manos y a parar, no sólo por el cansancio, también para disfrutar de las vistas que nos proporciona la altura. El tramo de piedra caliza blanca se alterna con tramos de hierba y chinebros enanos, cuyas raíces se aferran a las rocas como si quisieran  protegerse de nieve y viento.

El cercano barranco de Canals con su tonos de verde fuerte contrasta con el blanco y gris de las nubes del horizonte, que nos ocultan las cumbres nevadas del Pirineo. Si distinguimos las localidades de Veri y San Martín de Veri y parcialmente el Valle de Bardagí, al lado occidental del macizo.
Una vez salvado este segundo tramo, casi a 2300 m., es hora de almorzar, el madrugón ha sido importante y ya son las 10,05h.

Nos caen las primeras gotas y nos obligan a precipitar la marcha casi sin tiempo de saborear el café. Cubremochilas y chubasqueros  que desde aquí ya nos acompañarán hasta el final.
En el ascenso de la chimenea hemos podido ver los primeros neveros, pero a partir de aquí los veremos en varios tramos, especialmente al comienzo del barranco de la Torcida y en la Coma de San Adrián.
Los jóvenes, especialmente Lolo, Raúl y Alex disfrutan de este hecho y aprovechan para con un improvisado trineo (bolsa de plástico) deslizarse por la suave pendiente.

Antes de comenzar el último tramo serio, en el inicio del Barranco de Llert o de  San Adrián, nuestro guía Cru nos obliga a pisar un pequeño nevero como enseñanza para atravesarlos con cierta garantía cuando no se dispone de herramientas necesarias y la nieve está blanda, tacón y canto, izdo o dcho según el lado de pendiente.

Estamos a 2350 m, solo nos quedan 150 m. que comenzamos con nuevas gotas de lluvia y oyendo algún trueno, de momento lejano. El grupo se alarga, los jóvenes con Cru encabezan el grupo que harán cima los primeros. El resto vamos en pequeños grupos, cada uno a su ritmo, en cola cierra el grupo femenino que sube con pequeñas paradas, pero sin reblar. El agua arrecia, la temperatura gélida hace que en el tramo final se torne en granizo y acompañado de una fuerte ventisca que hacen inservibles los paraguas, las botas de goretex e incluso las capas y chubasqueros, calándonos hasta la médula. Además la niebla hace que no podamos disfrutar de las vistas.

En la cima no hay tiempo ni ganas de hacer fotos, solo Andrés saca el móvil con el riesgo de mojarse para un selfie y un par de fotos. Lo importante es que todos hemos llegado sin percance.
Tan apenas unos minutos y volvemos sobre nuestros pasos a buscar la coma de San Adrián, tenemos que ir juntos por la niebla cerrada que impide vernos a pocos metros.
A medida que vamos bajando la visión es mejor y la lluvia al llegar de nuevo a la nieve afortunadamente ha parado. Con la enseñanza de la subida somos capaces de atravesar los neveros formados en el comienzo del barranco de San Adrián, canto y tacón, tacón y canto..... y alguno las rodillas. Prueba superada.

Los mojones, abundantes en el recorrido, permiten que, pese a la niebla, sigamos correctamente la senda. Al llegar al punto del almuerzo, la niebla se va disipando, permitiéndonos de nuevo disfrutar de las vistas de valles y barrancos.

Tomamos otra ruta; aunque esté marcada con hitos, nosotros seguimos los pasos de Cru, ésta  nos hace usar las manos en los tramos de  más dificultad de la pronunciada chimenea. Nos salimos de la senda para evitar un todavía consistente  nevero y enseguida estamos en las laderas de "pasaturbiello", a nuestra izda, en este caso, queda el Frontal de las Brujas.

Un pronunciado y embarrado  descenso nos acerca hasta la fuente de Canals, donde nos reagrupamos para realizar la última parte del descenso todos juntos. Hasta aquí la vegetación ha sido escasa, bojes, enebros y matorral, pero una vez en el barranco la senda, un poco encharcado, discurre por un espeso bosque de pino viejo que termina en pequeños prados. Los atravesamos buscando entre espinos y bojes rastro de setas, sólo unas pocas más senderuelas y un rebollón tardío que encuentra Andrés.

La senda sigue descendiendo paralela a la pista por la que hemos subido esta mañana. Se cruza con ella un poco antes del atajo que nos deja  en el nuevo depósito de agua, ya en pista y  a pocos metros de los coches.
Son las 14,39 h cuando llegamos los últimos a los coches, justo cuando empiezan a caer unas primeras gotas que, aún así, nos permiten cambiarnos de ropa antes de iniciarse un fuerte aguacero con truenos incluidos. Como no podemos comer por el poco espacio en la fuente que hay junto donde hemos aparcado, decidimos buscar un lugar cubierto en ruta, no para de llover.

El porche del Ayto de Campo es el elegido. Mientras damos cuenta de los merecidos nutrientes que cada uno se ha preparado deja de llover.
Hemos tenido, pese a  la granizada en la cima, suerte con la climatología. El día apuntaba regular y el momento fuerte y más largo de lluvia se ha producido al terminar la marcha.
Enhorabuena a todos, especialmente a los jóvenes y a las señoras.

NOTAS de la ascensión :
Distancia total: 11.93 Km Desn. de subida acumulado: 1164 m
Altura máxima : 2485.1 m Altura en inicio: 1416.1 m
Tiempo total : 6:49:55 h Tiempo en movimiento: 4:50:12 h Tiempo parado : 1:59:43 h
Velocidad media total: 1.75 Km/h Velocidad media en movimiento: 2.47 Km/h

Javieres de Huesca

Club de Montaña Javieres de Huesca.

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