Barranco Manatuero y Yaga
FOTOS de jornada
Barrancos de Manatuero y Yesa superior y cueva de Manatuero. 30-Julio-2016
Otro madrugón para el acercamiento a Buerba, localidad del sorprendente Valle de Vio. A las 5,30 h nos recogia Miguel para acercarnos a Siétamo, donde nos esperaba Cru. Aquí nos repartimos en los dos coches y partimos, a las 5,50 h., hacia Ainsa, donde paramos a echar un café.
Entramos al Valle por el camping, después de cruzar el Bellós y dejar la crta que, desde Escalona, se adentra en el cañón de Añisclo. La crta en ascenso continuo y con bastantes curvas nos acercará hasta Buerba, localidad donde iniciamos la aproximación. Este municipio es muy conocido para mí y varios Javieres porque es final de la primera etapa de la Urbeziana y partida de la siguiente hasta Albella. Las cabras sueltas están en la cuneta en una buena parte del último tramo del recorrido, precaución.
Después de aparcar en la plaza del pueblo, ponernos los neoprenos y el equipo (a), que para todos, salvo Cru y yo, era novedad, y realizar la foto de rigor, cruzábamos plaza y calle única para llegar a una era donde comienza, bien marcada, la senda que lleva a Yeba y a los inicios de los barrancos.
En una de las últimas casas vive Ricardo, viejo conocido por ser el prior de San Urbez de Añisclo y "guardián" de la reliquia del Santo, que podemos contemplar siempre que llegamos a Buerba con la peregrinación. Nos indica una vieja senda que evita dar un mayor rodeo para acercarnos al primer rappel del manatuero. Desde lo alto de la era, sin perdernos de vista, nos corrige el trayecto, " más abajo, más abajo", nos indica. En el comienzo del trayecto Carlos se tuerce el tobillo y el dolor inicial le quieren hacer desistir. Le animamos e indicamos que el agua fria será el mejor antiflamatorio. No quiere ser una rémora para el grupo, se quiere volver, pero las voces insistentes al unísono de los cinco le dan ánimos para seguir.
A las 8,30 estamos desplegando y atando cuerdas para acometer el primer rappel de cerca de 30 m. (b). Es preciso añadir las dos pequeñas cuerdas que portamos para poder salvar el desnivel. Nervios en los cuatro novatos que disimulan bien.....y Cru y yo, también. Primero bajo yo por asegurar en el fondo y desenredar las cuerdas que se han quedado atascadas en el despliegue. Cru les alecciona desde arriba y yo les voy corrigiendo desde abajo. Notable alto para los cuatro iniciados en su primer rappel, chapó. A partir de aquí los demás serán más fácil.
Hasta la cueva el barranco es agreste, encajonado, estrecho y con mucha piedra en el cauce seco, húmeda como consecuencia de la tormenta del día anterior. Hay que tener precaución para no resbalar. Nos encontramos la cueva de manutuero a nuestra izda., el acceso se realiza hasta la entrada apoyados por una ferrata horizontal que nos ayuda a sobrevolar el pequeño desnivel de su salida.
El pequeño túnel nos permite avanzar por la misma verticales, aunque tengamos en muchas ocasiones que bajar la cabeza para evitar coscorrones. Hay que evitar las piedras de los continuos kaos por los desprendimientos que han ido dado forma a la cueva, y prestar atención, también, a las aguas retenidas en las pequeñas bañeras formadas en el suelo. La humedad y la temperatura hace que salga vao de nuestros trajes. Llegamos hasta el final, sudorosos por la humedad mas que por el calor, sin ver salida. Al volver, tomamos un ramal de la cueva a ntra dcha, en la ida nos ha pasado desapercibido. Como vemos que se alarga, y es mas de lo mismo, en una zona mas estrecha decidimos volver todos menos Cru y Toni. Estos continuarán para intentar llegar a la salida por tramos tan estrechos que tienen que gatear y rectar.
Ya en la salida, mientras vuelven, les esperamos dando cuenta de los bocatas y barritas que llevamos en los botes herméticos. Echamos en falta agua, pero a partir de aquí, en la segunda parte de este barranco, hay surgencias que aprovecharemos para hidratarnos. Son las.................. cuando regresan Cru y Toni, hemos estado aquí mas tiempo del previsto, así que sin más dilación continuamos el descenso.
Un rappel más y enseguida estamos en el puente natural, encima de una badina, que nos sirve como referencia para indicarnos el final del manatuero. Sobrio en su tramo seco, pero ideal por sus rappeles inclinados que sirven para generar confianza en los iniciados, y la cueva le da un toque de espectacularidad.
Desde aquí tenemos media hora de ascenso hasta el comienzo del barranco del Yesa, justo hasta el puente de piedra que situa la senda debajo del pueblo de Yeba. Llegamos sudorosos, esta vez por la subida, el peso, el sol y el calor que da el neopreno. Estamos deseosos de tocar agua. Cuando llegamos, otro grupo de barranquistas esperan en el puente, pero les tomamos la delantera.
La primera parte del descenso, el cauce, siempre con agua clara.... y fria, es ancho, con bastantes piedras que vamos sorteando sin dificultad. Badinas y destrepes nos hacen disfrutar y refrescarnos, tan apenas se nota la frialdad del agua.
El segundo tramo se inicia con un rappel "con cascada" que vuelve a generar un poco de nervios por lo novedoso. El orden de descenso es el mismo. Encuentro un saliente que nos permite soltar cuerda sin dificultad, bajan todos con nota, chapó. La poza del fondo nos permite dar las primeras brazadas. Desde este punto el barranco se torna mas estrecho, encajonado en paredes de mas de 100 m. que mantienen la humedad y una vegetación que, sin exagerar, se parece a cualquier rio selvático, helechos, árboles llenos de musgo, lianas colgando, bloques de piedra recubiertos de musgo y vegetación, destrepes, toboganes y badinas que nos permiten realizar saltos y nadar. ESPECTACULAR, IMPRESIONANTE, así hasta el final.
Lástima que las fotos de la Cámara de agua no hayan sido perfectas, pero las imágenes quedan en nuestras retinas.
En el último rappel, dónde nos cubre y no se puede echar pié, Carlos pierde el "ocho", queda en el fondo, afortunadamente ya no se necesita, no obstante se hubiese buscado solución. Dos grandes mojones marcan el final. Son las 15 h. Nos quitamos el material innecesario, comemos algo, foto para la prensa e iniciamos, 15 minutos después, el retorno hasta Buerba, utilizando la senda/camino a Yeba, que tras un suave tramo remontando el manatuero hasta los restos del molino, se empina descaradamente para en continuos zigzags salvar el desnivel existente. Salvamos un pequeño promontorio de rocas con figuras de cubitos que nos permite observar el recorrido del manatuero, con la entrada a la cueva incluida.
Afortunadamente unas nubes tapan el sol permitiendo mitigar la temperatura, nos alivia el calor casi hasta los coches. Son las 16 h. Cuando estamos de nuevo en la plaza del pueblo, punto de partida.
Después de cambiarnos de ropa, improvisando unos discretos striptis, toca refrescarnos por dentro en la terraza del bar que tenemos en frente. Compartimos también los dos últimos bocadillos. Miguel le compra a nuestro amigo Ricardo cuchara y cucharón de boj hechos por él y que vende en un improvisado chiringuito en la plaza.
A las 18,45 h., estamos en Huesca. Cru, Miguel, Carlos, Toni, Oscar y servidor.
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