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12 Retos 12 Cimas: Piacutos. Crónica y Fotos
12 RETOS 12 CIMAS. PIACUTOS. 4.10.2020
8h. Palacio Deportes. Un poco antes de la hora van llegando los participantes en una mañana más que fresquita, 7°, pero que parece nos da cierta tregua con la previsible lluvia. Despejado en Huesca se atisban al oeste las temidas nubes, no obstante con optimismo e ilusión de celebrar una buena jornada se ocupan las plazas del microbús después de pasar los protocolos de seguridad.
Con ligero retraso partimos hacia SANTOLARIA, inicio del recorrido. Pilar, la conductora, nos deja, a las 8,40h. como estaba previsto, en el desvío del Salto Roldán.
Al mismo tiempo que partía el bus de Huesca, Tony, Niko y Antonio partían en el Subaru todo terreno del primero, con bebidas y café, hacia la ermita de Ordás. La llegada a destino la realizan por la pista que parte del parking del Salto Roldán. El firme pedregoso permite transitar por la misma sin riesgo de atacar pese a las fuertes lluvias últimas y, por supuesto, a la habilidad del conductor. En el collado de los PIACUTOS dejan a Antonio para que baje a Santolaria al encuentro del grupo que se acerca por la crta desde el punto de dejada. Nos espera también Víctor, se ha acercado con coche desde Arascues para acompañarnos en la primera parte del recorrido, cueva rupestre y pozo de hielo.
Después de unas explicaciones en la misma localidad sobres el origen y época de las pinturas rupestres (arte levantino) debido al poco espacio disponible en la covacha, a las 9,05 h comenzamos la ascensión y acercamiento a la gruta abandonando el municipio por detrás de la iglesia románica, dirección norte.
A un centenar de metros, ya a las afueras, en una plaza después de un par de lanzadas ascendentes, encontraremos el desvío a la derecha que señala el Pozo de Paco Lapinosa. Con un poco de imaginación encontramos la traza que en este primer tramo puede generar alguna duda pero que posteriormente a medida que se va ascendiendo está marcada con hitos que reafirman el recorrido.
Alguna parada para divisar la localidad y las primeras imágenes que la altura nos proporciona de la parte este de la HOYA de Huesca.
9,30h. Cueva de pinturas rupestres. Poco a poco vamos pasando todos intentando localizar las pinturas que todavía permanecen, pese a su precario estado de conservación, en las paredes del recinto. El lamentable estado de los 5 rasgos o restos hace difícil su identificación, únicamente la imagen de un bóvido se puede señalar con garantía.
Continuamos durante unos metros la ascensión hasta la plana, seguramente campos de cultivo en el pasado, que separa las vertientes de Santolaria y Cienfuens. En el collado, en las señales que marcan el recorrido de la pequeña circular (4,7 km)que une pinturas y pozos de hielo, nos esperan Tony y Niko, se unen a nosotros después de dejar el vehículo en la ermita.
Trescientos metros tan apenas, vertiente norte en terreno ligeramente descendente, nos separan de los dos pozos de hielo de Paco Lapinosa.
9,55h. Dos pozos, uno de ellos prácticamente enronado pero el segundo está perfectamente conservado. Circular, de aproximadamente 10 ms de profundidad y 5 ms de diámetro, conserva sus paredes de sillar en perfecto estado. Es uno de los tres, junto con el de La Plana, del municipio y de los 57 "catalogados" en la provincia de Huesca, situados normalmente en las partes altas y sombrías (por encima de los 1000 m hasta 1800m., que se destinaban al abastecimiento. La característica principal de estos es que se excavaban en la tierra, lo contrario de los destinados a producción (65 catalogados) y ubicados en las partes bajas, junto a las poblaciones donde se realizaba el consumo. Los primeros pozos datan del siglo XVI y hasta comienzos del siglo XIX participaron de forma importante en la economía de la provincia. Desaparecieron con la producción industrial de hielo.
10,05h. Con las primeras gotas que nos obliga a utilizar chubasquero y ropa de abrigo, reanudamos la marcha volviendo sobre nuestros pasos al cruce del collado, giramos a la derecha, dirección oeste hacia la pista que nos acercará al observatorio de aves, inicio de la subida a los PIACUTOS.
En la pista nos abandona Víctor, completará la circular para regresar a Santolaria como tenía previsto . El resto continuamos ascendiendo hasta el punto, señalado con un mojón, que marca la ascensión. No hay cartel.
10,35h. En fila y prestando atención para no resbalar, por las piedras y tierra mojadas, vamos progresando sin dificultad. La trocha no ofrece ninguna duda y permite que 15' más tarde lleguemos a nuestro objetivo todos juntos, pero eso sí mojados (1373 m).
La lluvia no ha cesado desde el inicio, cae suave, constante, con alguna pequeña tregua. El aire, racheado en algún momento, hace que la sensación térmica descienda. En la cima no superamos los 3-4 °. Desde lo alto observamos como en el espacio colindante al observatorio de aves están dando alimento a los buitres, acercándose cerca de un centenar de ejemplares a dar cuenta de las viandas. Algunos de estos carroñeros sobrevuelan nuestras cabezas.
Tan apenas cinco minutos para realizar algunas fotos y observar las vistas que permite lluvia y niebla y seguimos por el cresterío hacia el segundo de los PIACUTOS. Descendemos hacia el collado que los separa siguiendo una traza que aún sin marcar no ofrece ninguna duda.
Reagrupamos en el collado (1316 m.) y comenzamos a las 11,05h por la ladera oeste la ascensión. Prácticamente sin marcas, intuitivamente, en diagonal y con pequeñas lazadas para salvar algún desprendimiento, salvando arbustos y matorrales, llegamos al Piacuto (1386 m) más denostado, menos visitado, pero el más alto de los dos. Son las 11,20 y sigue lloviendo.
La ya intermitente lluvia no impide que realicemos la foto de grupo antes de retomar el recorrido a las 11,30h.
Seguimos el cresterio, abriéndonos pasos entre bojes y matorrales, hacia la plana donde converge la senda que asciende al Pico del Águila y que discurre por la falda este de los Piacutos.
En este tramo de cresterio, antes de llegar a la parte final del descenso de la cima, los primeros miembros del grupo vamos absorbiendo las gotas de lluvia de las hojas, calando pantalones y botas.
11,50h.Reagrupamos en la plana (1250 m.) , ya en la senda. Hay otra alternativa que desciende directamente a la ermita desde aquí pero que descartamos por estar muy cerrada de vegetación y aunque ya ha parado de llover nos mojaríamos con el roce de la hojarasca y erizones. Seguimos por la senda hacia el Pico del Águila en busca del desvío que aproximadamente a 300 M, una vez salvada una pequeña loma, tomamos a nuestra izda para dirigirnos directamente a la ermita.
El barro hace inevitable, a pesar de la atención, algún culetazo que otro.
12,35h. Mucho antes de lo previsto llegamos a la ermita de la Virgen de Ordás, la lluvia nos ha obligado a acelerar el paso y realizar paradas muy cortas.
Los amplios pórticos de la ermita y su interior nos sirven de cobijo para almorzar/comer. No faltan las cervezas y el vino que han acercado Tony y Niko en el coche para acompañar a las viandas. Y el café "caliente", amerado el que quiere con unas gotas de orujo. Gracias amigos, un buen y sacrificado servicio al grupo.
La perfecta restauración, enhorabuena al Ayto de Nueno, ha restablecido su base original (hispano-visigoda y románica posterior) y recuperado el crismón del pórtico, además de asegurar porche y refugio para ofrecer un excelente cobijo al visitante.
Nos tomamos con calma el descanso. Una hora después, aprovechando los primeros rayos de sol de la tarde, atendemos las explicaciones y orígenes del Castillo (siglo XII), época de SANCHO Garcés III, rey de Pamplona, para efectuar el corto recorrido hasta su ubicación.
Su única pared, orientada hacia la cara noreste, transmite la sensación de un trampantojo, pero evidentemente no necesitaba más por estar ubicado en el vértice de un risco cuyos acantilados impedían y protegían su acceso. Por otra parte, no hacía falta más dada su finalidad, dicen que para defensa de los habitantes del antiguo poblado de Ordás en caso de ataque o como cárcel inusual.
Un solo vano en toda la fachada, la puerta de entrada, no muy amplia para acceder al espacio interior. Hay que atravesarla para entender la sobriedad de la construcción y su inaccesibilidad. Unos buitres asustados en la punta emprenden el vuelo ante nuestra presencia.
La perspectiva que nos ofrece el lugar de la autovía en el discurrir por todo el congosto del Isuela es única.
Regresamos a la ermita (13,50h), aprovechamos para despedirnos el grupo del bus y coche y nos emplazamos para el próximo reto, Punta Común el 25.11.2020.
El descenso al nuevo parking de Ordás, al otro lado de la autovía, se realiza rápido. El bus, al que hemos anticipado el horario de recogida, nos espera a las 14,30h.
Jornada atípica por la lluvia que nos ha acompañado en buena parte del día pero que no ha impedido disfrutar del contenido cultural y natural del recorrido.
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