Turín - 2.etapa - Barbastro Viacamp
Jornada madrugadora, D
Jesús nos despierta a las 3 Es la primera levantada y nos
cuesta un poco más de lo previsto (hay que dejar la caseta en condiciones,
tras aprovecharla y agradecerla e ir cogiendo comidas entre todos para la mañana que nos
espera). Nos paseamos por el Coso de Barbastro, cruzando puntuales a las 4 el
puente del Vero en el Barranqué. Comenzamos con pocas neuronas activas el camino y nos van
saludando las luces del amanecer ya del lado del Cinca. Pasamos enseguida el
puente de las pilas y seguimos disfrutando de un ambiente fresco que luego añoraremos. A
ritmo constante (lo marca Cru) avanzamos junto al Cinca hasta contemplar con
detalle (al paso de andar) los caballos que nos anuncian la entrada al congosto
de Olvena. Hasta aquí muy escaso tráfico, que luego irá en aumento.
Disfrutamos de las hermosas vistas del congosto y atravesamos los túneles (nos
hubieran aprovechado más después). Cerca del kilómetro 18 de la carretera nos desviamos para
contemplar la espectacular vista del puente medieval que se huelga entre
paredes del barranco; muy abajo discurre el Ésera. Por fin
alcanzamos la central y en una coqueta ermita paramos a almorzar a las 8 casi
con puntualidad británica. Con buena gana y con agua que hemos sacado casi de la
pared junto a la carretera. El relente del día a la sombra casi da
frío. Buen contraste para lo que viene después. A las 9
retomamos el camino y al poco podemos disfrutar de las vistas al pantano. Nos
quedan hasta Benabarre 14 kilómetros que el calor cada vez más intenso y la
quietud del aire nos va a ir endureciendo kilómetro a kilómetro en la
permanente subida hasta nuestro objetivo del mediodía. El calor aprieta
tanto que estamos deseando aparezca algún vehículo en
sentido contrario para que mueva aire. Y así lo conseguimos
rozando las 12, con las reservas de agua consumidas. En la sombra nos
recuperamos del rigor canicular y bebemos con deleite no sólo el agua
del pueblo, sino también un extra que nos permitimos de Coca-Cola y cervezas frías. Nos ceden
un espacio en las escuelas para descansar, hacer la colada, arreglar los
"rotos" de cada cual y tomar una merecida siesta tras dar buena
cuenta de una hermosa y sabrosa sandía. Comemos con apetito para afrontar lo que nos
falta de jornada. El calor y la hora nos marcarán el destino: Tolva o
Viacamp
Nuestro agradecimiento
a la directora del colegio de Benabarre por ofrecernos gentilmente el patio del
colegio con su fuente. En este espacio aprovechamos para comer, realizar
nuestra primera colada y curar las ampollas. Esta vez pocos se han librado de
los cosidos, tan solo Javier y Tino aguantan con los píes sanos. Para evitar
el calor decidimos partir una hora mas tarde, a las 18 h. reiniciamos la marcha
cruzando el casco urbano. Aprovechamos la presencia de unos jóvenes para
que nos hagan una foto en la plaza de la Iglesia. Cogemos la crta. nacional Lérida Viella
para realizar los últimos 14 km. Andamos en fila de a uno, la carretera a esta
hora está muy concurrida en las dos direcciones. Tomamos todas las
precauciones, muy pegados al arcén. Los jóvenes se entretienen
invitando a los vehículos que toquen el claxon, con los camiones lo consiguen
en casi todos los casos. Hace un calor a esta hora soportable, lo malo los km.
ya acumulados y que prácticamente es cuesta arriba. Entramos en Tolva en busca de
agua, unos llenan las botellas a la entrada, en la fuente de la piscina, y el
resto Tino, Cru y yo junto a la ermita. Foto y foto a la salida del pueblo y de
nuevo a la calzada. La torre de Viacamp destaca en el horizonte, todavía nos quedan
6 km. duros, todos cuesta arriba. La última cuesta se hace interminable,
.........media horeta falta dice Cruchaga. A las 21,10 llegamos. El hacer unos
pocos mas de kms de los previstos ha valido la pena. Nos esperan Agustín y Marta,
padres de Javier, y Alfonso García de Eulate, que no ha querido faltar en las dos
llegadas en tierras aragonesas. Lo mejor la mesa que nos han preparado, no
falta bebida fresca, ensalada, la deseada tortilla y pasta para reponer energías. Nos dejan
también viandas para el siguiente día. Muchas gracias.
Después de
aprovechar para ducharnos la manguera que hemos encontrado en un punto con césped, nos acostamos
reventados a las 22,30 h., con huéspedes no deseados, mosquitos y cucarachas.
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