Turín - Don Bosco - Fin del camino
Turín- Don Bosco-
Fin del camino
Muchos días de
sufrimiento e incertidumbre, no ha sido
una peregrinación de rosas, sino de constante sacrificio, dolores,
sofocos, también sollozos, angustias y austeridad, no podía ser de otra manera, pero han sido superados
por un único y
deseado objetivo, llegar a Turín para visitar los lugares de Don Bosco.
O bien, de
rosas con sus espinas punzantes.
Jornadas
jalonadas de momentos sublimes y de situaciones que han probado nuestros límites.
Pero la energía del grupo, sustentada en la compañía permanente de M Auxiliadora (como
bien nos recordaron en Avignon) y el auxilio de la Divina Providencia, han
logrado que pudiéramos completar la peregrinación, y que prevalezca sobre el sufrimiento la experiencia de sorber la vida
desde la precariedad de la condición humilde y desde la fraternidad a
tiempo completo
El sobre esfuerzo del último día, la
etapa mas larga, fue superada seguramente por los deseos de llegar, mucho
cansancio acumulado por ver, tocar, y pisar los lugares del Santo.
Al llegar, ya de noche, no podemos ver mas, solo la
fachada de la iglesia de Maria Auxiliadora
con la escultura de Don Bosco dándonos la bienvenida. Ya te invaden emociones, por fin, por fin
hemos llegado, las cunetas, el dolor, el dormir al raso, los camiones rozándote las
mochilas, el hambre, la sed, los
mosquitos ya son historia. Ahora nos toca vivir el momento, descansar,
recuperarnos para mañana, será nuestra pequeña fiesta, día de alegria, emociones, deseos, recuerdos, y de lágrimas, seguramente.
1.día Valdocco
Amanece,
martes, ......hoy es el primer dia
de Don Bosco. Mientras tomamos un
capucchino en el bar del complejo, Jesús nos cuenta con todo detalle,
entrecortado por las emociones, su vida, no pierde detalle. Con calma y atención le escuchamos, parecemos sus
alumnos, se explaya con esmero, tenemos
tiempo hasta las 11, hora reservada para celebrar misa en la Capilla Pinardi.
Llega la hora, llevamos
todos la camiseta "blanca" de Don Bosco. Jesús nos espera
en la entrada con la casulla. Entramos, el corazón se acelera, la emoción te invade,
los recuerdos se amontonan, en un momento revives otra vez las andanzas para llegar hasta aqui, te
acuerdas de las dificultades.
La capilla es pequeñita, poco más de 50 m2.,
sencilla, como me imaginaba, no podia ser de otra manera, el altar a la dcha., sobria, conserva el
aspecto de la época. Puedes volar, imaginar, Jesús, Don Bosco,
Jesús, Don
Bosco. Nos unimos, juntamos las manos
para la oración y acción de gracias. Recordamos y reiteramos nuestras
peticiones del camino, familia, amigos, amigos enfermos, grupo javierada, y todos los que nos han
ayudado........, es el mejor momento.
Lágrimas difícilmente contenidas, que brotan con esponteneidad al ebocar el pasado del Bosco, recordar su vida de constante sacrificio , el amor por sus niños,
abandonados, indigentes, sin familia , y también, por supuesto, cuando pensamos en los nuestros,
en la familia, en los amigos, en los ausentes.
No hay mejor lugar, la
capilla, su capilla, para vivir tantas emociones.
2.día- I'Becchi
Llegamos
cerca de las 10, tomamos café de máquinas automáticas y comenzamos la visita. El complejo es inmenso, dejamos las capillas
superior e inferior para el final. Primero visitamos lo que fue su casa, antes una imagen de su madre, Mamma Margarita, nos da la entrada,
con 4 laminas detrás que escenifican resumida la vida de
Don Bosco. La casa, que recorremos con
atención leyendo las explicaciones cronológicas del interior, nos sitúa en el pasado y nos da idea de la austeridad
con que vivían. Aquí sentimos al Bosco mas humano, mas próximo, mas cercano, un santo de nuestro tiempo.
Junto a la
casa , la Iglesia de la Virgen del Rosario,
aprovechamos para las oraciones del peregrino, no han faltado ningún día, siempre y con ellas nuestras peticiones.
Somos unos
afortunados por esta experiencia vivida, que nos ha permitido crecer como personas, en sentimientos, en valores, a
apreciar la solidaridad, a comprender que se puede vivir con menos, lo feliz
que se puede ser con poco, a no ser injusto con los demás, damos las gracias a Salesianos, los de aquí y los de allá, a nuestras familias, que nos han permitido prescindir de ellas durante
tantos días, a los que nos han ayudado, aunque sea con un pequeño gesto, y a vosotros que nos habéis apoyado desde el principio.
Muchas gracias.
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