Romería De San Úrbez De Nocito, 24 de junio de 2018

jueves, junio 28, 2018 0 Comentarios



Comentarios de Carlos Abadía y Antonio.

Son las 6,05. cuando iniciamos la marcha hacia el Santuario 20 Javieres distribuidos en 5 coches: Manolo, C. Monclús,  Nieves,A. Salinas, C. Abadía, Nico, Encar, Marcos, Nino, Josico,Mari, María Dolores, Victoriano, Tomás,  Iván,Toni, Alex , Javi, Paloma y Fernando.


Son las 7,17 h. cuando comenzamos a caminar, haremos una circular por Las Cañatas y el barranco de  La Pillera. El ritmo es ligero pues tenemos poco tiempo para llegar a la procesión y la misa, partimos desde el Santuario, el grupo se dispersa en el descenso, nos reagrupamos en Nocito y cogemos la dirección de las Cañatas. En el Collado, después del desvío hacia La Pillera, Nico nota un pinchazo en la rodilla y decide regresar, le acompañan Toni y Josico. El tiempo se nos echa encima y decidimos que Nino, Victoriano, Tomás,  María Dolores y los jóvenes se adelanten y disfruten de la badina de Estañamero y los mayores con Iván y Marcos se adelanten para llegar a tiempo de ondear la bandera de San Úrbez, en el Santuario se les unirán  Miguel Ángel y Ana para acometer tan importante gesta, el resto seguimos disfrutando de la excursión,  nos uniremos a los jóvenes en la badina de Estañamero donde almorzaremos en 5 minutos para  salir pitando después hacia San Urbez. Disfrutamos cruzando el barranco una y otra vez, los jóvenes hacen el barranco lineal, por dentro de él, bañándose. Una vez cruzamos el Guatizalema con paso ligero nos dirigimos con Encar hacia el Santuario llegamos justo a tiempo de ver la procesión.  Manolo, Mari, Nieves,A. Salinas y C. Monclús llegarán un poco más tarde y tras ellos los jóvenes Javi,Alex Paloma y Fernando.


En San Úrbez se han ido incorporando más Javieres a lo largo de la mañana, Enrique y M. Jesús, Raúl, y M. Carmen, Merche y Alex que lo hacen conmigo. Un poco antes, con tiempo para sujetar y  bandear la bandera, lo hacen M. Ángel Azpiroz y Ana. Desde primera hora, ocupando posiciones en el lugar que nos han reservado en el Santuario, nuestro flamante cocinero Pichetas y sus ayudantes Cris y Quique.


Cuando van llegando caminantes y comensales tienen todo dispuesto, tanto el espacio en el corral para cocinar como la mesa en el interior…..y la bebida y refrescos bien fríos.
Después de la misa, mientras se prepara la paella de la que todos daremos cuenta luego, disfrutamos todos de un premeditado y sencillo vermut a bases de mejillones, olivas y vinagretas y patatas.
La espera se hace corta en buena compañía, cambiando impresiones de la marcha e intercambiando opiniones de todo tipo.
Justo cuando ya estamos todos ubicados en la mesa y repartiendo los generosos platos de paella repletos de frutos de mar, llega Andrés de un entierro “just in time”.
La gente repite cuantas veces quiere del único plato, alguno hasta 4 veces. El chef y el equipo son aplaudidos efusivamente.


En la sobremesa, con los Postres (sandía, pastel helado, gentileza del cocinero, y una tarta de chocolate casera, detalle de Ana) y cafés, comienza la actuación de Pichetas con su guitarra y armónica. Empieza el recital muy acertadamente con el “s’ha feito de nuey” que es coreado por la mayoría, después vendrán canciones de Sabina, mejicanas y un sinfín de conocidas canciones. No sólo alegra nuestra sala, sino también se van acercando conocidos de la cofradía de San Urbez. El jolgorio y alegría son notorios y bulliciosos por los improvisados coros.
Los jóvenes Raúl, Alex, Javier, Paloma y el amigo de ellos, Fernando, junto con Iván y Marcos, que tienen mucho interés por venir, abandonamos el lugar a las 16,30h para hacer el descenso del barranco de la carruaca.
Dos coches abajo y uno arriba, cambio de ropa y al río. Bajo un poco más agua de lo habitual, lo que genera más expectación, sobretodo en los toboganes. El calor hace muy soportable la temperatura del agua, casi deseamos saltar a las pozas. En alguna más profunda que permite saltar una y otra vez tengo que azuzar a los jóvenes, todos, menos Paloma, Raúl y yo, repiten.
Llegamos al final con sabor a poco, pero es más que suficiente, sobretodo para los iniciados.
Buenos colofones de jornada, el recital de Pichetas y el barranco.
Muchas gracias a todos, especialmente a cocinero y pinches, y  a los guías de la excursión, y también a la Cofradía de San Urbez, con su prior Álvaro a la cabeza, por dejarnos tan digno espacio.
Gracias también a todos por venir.

Comentario de Nino:

Salimos de salesianos organizados en  cinco coches, sobre las 6,05 horas a.m., ya en mesón nuevo percibimos que va hacer un buen dia. Al llegar  a  la pardina orlato  nos encontramos una vaca en medio de la carretera, yo  la esquivo como puedo y Victoriano "casi se la come", pega un frenazo y evita el choque, un buen susto.
Llegamos al Santuario y, sin perder apenas tiempo, descendemos  hacia Nocito, donde tomamos la senda  al collado de Cañatas, nos vamos estirando, pero antes de llegar al barranco abellada nos reagrupamos, seguimos subiendo segundo collado  también muy estirados, cada uno a su ritmo,  y volvemos a reagrupar  en cruce rutas Cañatas / Bentué.  Ante el retraso que percibimos, decidimos hacer dos grupos : uno con los que tenemos compromisos para ayudar en la procesión de San Urbez, junto a los chavales mayores, y otro dirigido por Carlos a otra velocidad.


Mientras  esperamos, observamos  a Toni, que iba de cierre junto a Nico ligeramente retrasado, subir corriendo preocupado para informarnos que  Nico ha tenido un pinchazo en la rodilla y no puede seguir.  Le facilito una media compresiva que llevo en mochila, y decidimos que tomen la ruta a Bentué y sigan después carretera hasta el Santuario acompañados de Josico, Encarna y Toni.
El primer grupo partimos a un buen paso y coronamos el collado casetas de cañatas, bajamos a un ritmo vertiginoso hacia La Pillera y nos reagrupamos en el cruce de los barrancos petriño y cañatas, aprovechamos para  comer y beber algo rápido, no almorzamos. Después de la ligera parada  bajamos por el cauce seco de cañatas a gran ritmo y no paramos hasta llegar a las surgencias y nacimiento de la pillera : Fuen guaril , contemplamos su belleza , reponemos agua y continuamos a buen ritmo, pasamos principio senda brazo de mar, no entramos y llegamos a la otra maravilla: la badina del estañonero, con las cascadas del barranco de abellada al fondo, nos hacemos fotos. Acordamos que en este punto  se queden los jovenes bañandose y divirtiéndose, Javi, Paloma, Goñi etc. , así esperan  también  al segundo grupo por si necesitaran algún tipo ayuda. Partimos con gran pesar por la maravilla del entorno el resto: Tomas, Maria Dolores, Victor, Marcos, Iván y Yo. Seguimos  a muy  buen paso cruzando varias veces el barranco, que baja con bastante agua crecido por la aportación de Pillera y Abellada,  aproximadamente unas quince veces ?. Destacar del grupo, la excelente  forma que ha cogido el amigo Tomás, que baja corriendo un buen rato hasta el cruce del Guatizalema y principio de la pista a Nocito.


La vuelta  al Santuario, punto de partida,  la hacemos a las  11,15h., buena hora  para poder colaborar en los actos de la jornada a San Úrbez, procesión y bandeo de bandera especialmente. El resto de la Jornada, ya festiva, espectacular, buen vermut, mejor paella, excelente  animación e inmejorable compañía.




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Ibón de Bucuesa 20 de junio de 2018

jueves, junio 21, 2018 1 Comentarios



IBÓN DE BUCUESA .

7,40h. Acumuer. Después de una breve parada en el Mesón de Larrés para tomar un café y una visita por el pequeño pueblo de Acumuer en coche, aparcamos junto a la barrera que nos impide el avance por la pista y comenzamos la marcha.
El valle de Aurín, desconocido para los dos, ya nos sorprende gratamente mientras hemos ido avanzando por la carretera, pero por la pista caminando vamos descubriendo las bellezas que este  casi recóndito paisaje encierra.
El río lleva bastante agua, alimentado no sólo por su nacimiento como luego comprobaremos, sino por la que le aportan las innumerables barranqueras  a derecha e izda de su recorrido.
A pocos metros del comienzo dejamos el desvío del GR-11 que se dirige al pueblo semiabandonado de Larrosa, nosotros continuamos por la pista, que casi en línea recta va ganando altura por la derecha del río. Enseguida nos encontramos con otra barrera que impide el paso a una manada de vacas que esperan "sin prisa" que les abran. Nos miran con asombro, tanto o más que el nuestro, seguramente porque esperan al pastor que no llega. Nos abrimos paso y seguimos.
El camino flanqueado por pinos, bojes, avellanos, robles, chopos, hayas, espinos floridos y cerezos, entre otros, junto con el verde de los pastos nos proporciona un recorrido muy agradable, interesante y sombrío a esta hora de la mañana.
El único atajo que encontramos  nos evita unas curvas de  pista bastante cerradas, está bien marcada por unos hitos tanto en la entrada como en la salida. Sorteamos también con el atajo un ternero que no nos mira con buena cara y que huye ante nuestra presencia.
Bordas y mallatas, restauradas con piedra vieja o totalmente nuevas, no faltan a ambos lados del camino distribuidas cada cientos de metros para delimitar pastos y prados.
Llegamos a la zona denominada el Grao, zona de buenos pastos, casi al final del camino, donde observamos la bifurcación que se dirige al fondo del valle para cruzar el río y acceder a los verdes prados de la otra orilla. Observamos al oeste Punta Espata (pico de La Ralla) y el Collado Marañan y Barranco de la canal, por donde hubiésemos bajado de poder realizar la circular como estaba previsto.
Al fondo, el desnivel existente crea con la cantidad de agua que baja por el río una ruidosa y bonita cascada.
Abandonamos la pista y los prados siguiendo las marcas y trazas que encontramos, se pierden en algún momento, pero no ofrece mayor dificultad el seguir la ruta. A la derecha de la cascada continúa la senda que nos aproximará en varias lazadas al comienzo de la misma. Unas fotos y continuamos la pronunciada pendiente que supera el fuerte desnivel de este punto por el llamado paso del Cura.
Una vez superado nos encontramos en unos floridos prados llamados de "las canales", que se sitúan junto al río y encerrados por los Somola a nuestra izda, Peña Retona, Punta Blanca y Las Torres a nuestra dcha. En frente, tanto a dcha como a izda., se sitúan las canales que se han hecho hueco en el molar del Güerrio, por donde se abre paso también la cabecera del río Aurin con las primeras aguas que provienen de la balsa de su mismo nombre.
Cruzamos la pradera a nuestro aire, la senda está cubierta por la superficie herbosa, pero intuimos que tenemos que superar la mole de roca por la izda.; al cruzar el río unos mojones nos certifican la acertada elección.
Hay que superar una pedrera para adentrarnos en la chimenea (la Canalada) que discurre paralela a la cercana lengüeta de nieve que tenemos  a nuestra derecha. Una vez en la roca tenemos que usar un par de veces las manos para asegurarnos y superar sin apenas dificultad unas pequeñas fajas de piedra.
Una vez cruzamos la chimenea, superada esta tachuela (2060m), paramos unos minutos para recuperar fuerzas y echar un bocado, son las 10,40 h.
Bordeamos por la izda la peña Bucuesa sin perder altura, dejando el ibón a nuestra dcha. Le hacemos varias fotos, nos sorprende  su tamaño y más todavía que no sea demasiado conocido, deducimos que seguramente por su larga aproximación, ya que su ubicación, forma y entorno lo hacen único. Está rodeado en esta época en casi todo su diámetro por un cerco de nieve que todavía lo hace más bonito. Una gran manada de corzos pastan en sus alrededores, pero con nuestra presencia salen en estampida elevándose hacia la zona de "Corral alto".
Continuamos la ascensión hacia el mismo destino, casi vamos siguiendo sus huellas marcadas en la gran cantidad de nieve que encontramos en el pequeño páramo. Vemos como se elevan por las laderas empinadas del Somola Alto y como desaparecen por una estrecha y arriesgada faja.
Observamos desde la distancia la chimenea cubierta de nieve que debemos ascender para llegar al collado situado a la izda de Peña Nevera (2715 m) y Somola Alto (2685 m), paso único que comunica la sierra de Collarada y el ibón de Bucuesa.
Lo vemos complicado pasar sin crampones, pero desde nuestra posición vemos la posibilidad de ascender en primer lugar haciendo huella por las lenguas de nieve y aprovechar  las zonas secas en las pedrera.
Así lo hacemos y nos acercamos, abriendo huella   con relativa facilidad, en los tramos de nieve por los que ascendemos para buscar la zona libre de nieve en las pedreras. Marco el paso por disponer de mejor calzado que Andrés, me apoyo con las manos. Así llegamos a la zona de chimenea, avanzamos por la zanja que libera el calor de la piedra con la nieve, alguna trepada pero sin riesgo. Llegamos a un punto que desaparece la zanja continuando con un tramo de nieve helada, lo que nos obligaría para continuar ahoyar la nieve por el centro del nevero. Como un resbalón sería fatal, deslizándonos por la nieve hasta el fondo terminando  en una inevitable zona de piedra, decidimos retroceder. 12,45 h., estamos a 2593 m y nos quedamos a tan apenas 50 m del collado, pero la seguridad es lo primero. Volveremos al Somola en otra ocasión, ahí estará, seguramente desde Villanúa.
El descenso hasta la base lo hacemos por otro lado alternando también pedrera y nieve. En la parte casi llana bajamos corriendo y saltando hincando talón.
No llegamos  a la base del ibón (2124 m), pero nos acercamos más (2162 m.13,45h.). Esta vez son tres los buitres que estando secando sus alas extendidas en la orilla. Aún podemos hacerles unas fotos antes de que intuyan nuestra presencia e inicien el vuelo hacia el valle de Aurin.
Bordeamos Peña Bicuesa por el lado opuesto al de esta mañana, obligándonos a ganar un poco más de altura.
El resto del camino de vuelta será el mismo de la ascensión. Bajamos rápido, tan apenas nos entretenernos para beber agua del río y realizar fotos del paisaje que nos parece muy distinto por la verticalidad de los rayos del sol. Nos fijamos todavía más en el verdor y vegetación de los prados, humedecidos por la rosada de  la mañana y que presentan ahora todo su esplendor, todavía  nos sorprende  también el paisaje que vamos dejamos a nuestras espaldas.
Sin trotar, pero a paso rápido y constante vamos deshaciendo el camino hecho por la mañana.
16,30h. Fin de etapa. Llegamos al coche sin habernos cruzado y avistado persona alguna.

Estadística Ruta:
Distancia total 26.18 Km (Ida y vuelta)
Desn. de subida acumulado 1744.99 m  Desn. de bajada acumulado 1741.91 m Altura máxima 2571.1 m Altura mínima 1093.1 m
Ratio de subida 12.6 %  Ratio de bajada 15.39 %
Tiempo total 8:51:06 h Tiempo en movimiento 7:03:48 h Tiempo parado 1:47:18 h
Velocidad media total 2.96 Km/h Velocidad media en movimiento 3.71 Km/h

https://www.ibpindex.com/ibpindex/ibp_analisis_completo.php?REF=37387315483671&LAN=es&SMD=m

FOTOS de la jornada.

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Punta Espata. 13 de junio de 2018

jueves, junio 14, 2018 0 Comentarios

PUNTA ESPATA. Villanúa.



Andrés y Antonio.
Mañana soleada en Huesca y lluviosa en Villanúa. Tomamos un café esperando que deje de llover, pero visto que no para decidimos iniciar la marcha, no dan agua para mucho tiempo.
Aparcamos justo en el comienzo de la senda que indica Fuente Paco y refugio de La Espata, unos metros antes del puente que cruza el barranco de Villanúa.
El arco iris, situado encima de Villanúa, nos proporciona una curiosa imagen justo antes de partir.
9,50 h. La senda es una improvisada acequia que recoge   el agua de lluvia que está cayendo, tenemos que prestar atención para no capuzar. La senda comienza empinada, con una buena pendiente que se eleva por el barranco. Las lazadas ayudan, aunque no mucho, a suavizar la subida, pero vamos ganando altura deprisa.
En la Fuente de Paco, donde realizamos una ligera parada, hemos superado los primeros 250 m. Aquí ya ha parado de llover.


La senda se convierte en pista y se suaviza  por momentos hasta el puente que cruza de nuevo el barranco y por donde continúa. Nosotros seguimos de frente, seguimos elevándonos por la derecha del barranco, por los Pinares de Piecerbera. La senda  cruza, unos pocos metros más adelante el barranco del mismo nombre, que se alimenta de las correntías del canal de onso y la sierra de la rinconada. Baja con bastante agua, así que tenemos que buscar un paso adecuado y utilizar los apoyos de las piedras para no mojarnos.
Una vez superada esta dificultad, que en otros años menos lluviosos no generaría ningún problema, la pendiente se eleva todavía más,  algún pequeño zigzag pero predomina la verticalidad.
El chubasquero hace que vayamos  calados por dentro, sobretodo yo, la temperatura no es baja y tampoco el tiempo, con ligeros andalocios, invita a quitárselo.
Un pequeño y verdoso  prado, repletos de flores  y viejos espinos en flor, nos sirven como excusa para tomar aire y varias fotos.


El descansillo viene bien porque nada más abandonarlo nuevamente la senda se empina, unas hayas marcan la subida de una senda sombría resguardada al abrigo de altos pinos.
Ni rastro de setas, sólo un poco antes de un nuevo cruce de barrancos, observamos unos incipientes boletos que apuntan un buen inicio de temporada para esta variedad. Del resto, ni rastro.
La senda se bifurca poco antes de cruzar, los marcas de estacas señalan el camino a nuestra derecha, pero una señal indica la senda al refugio y nos obliga a pasar el barranco por un pequeño puente de madera para después elevarnos por una dura  pendiente que evita las revueltas de la pista que encontramos a nuestra izda.
Superada ésta, nos encontramos de nuevo con la pista y pocos metros más adelante con el refugio del Cubilar de la Espata. Una señal indica la dirección al collado de Ip. Estamos a 1700m junto a un abrevadero que alimenta el barranco de Bozuelo.


11,19h. Abrimos la puerta del refugio, correctamente atrancada, y aprovechamos para comer algo. Su interior dispone de chimenea y una vieja litera. Está relativamente limpio.
Reiniciamos la marcha tan apenas 10 minutos después, por el abrevadero cruzamos a la derecha del barranco y seguimos subiendo hasta un pequeño prado justo debajo de nuestro objetivo. La superficie herbosa hace que se pierda la marca, pero en la ladera se refleja perfectamente la traza que nos acerca al collado del Bozuelo, estamos a 1850 m.
Un error de interpretación al seguir el track nos hace tomar otra traza que nos lleva en una suave ascensión en diagonal hacia el collado de Marañón. Al llegar a un falso llano con una mallata derruida caemos en el error y giramos 180°  para, sin perder altura, seguir hacia el collado. Seguimos subiendo por la superficie herbosa improvisando zigzag para suavizar el desnivel. Así llegamos al collado que da comienzo en la otra vertiente al barranco de la ralla y desde donde tenemos unas bonitas vistas del Valle de Aurín. En este punto estamos a 2040 M, solo nos quedan los últimos 159 m que acometemos en diagonal  por una zona más bien pedregosa directos a la cima. Son las 12,22 h.
Nos separamos de la cresta huyendo del fuerte aire que sopla, agita las nubes moviéndolas con rapidez. Seguimos en diagonal, por la cara del Aurín, utilizando las manos en algunos suaves trepadas.
12,42 h. Hacemos cima. Las nieblas agarradas en las cercanas cimas nos impiden ver con claridad Collarada y La sierra de la Partacua con Peña Telera al frente. Si tenemos buenas vistas al sur, con punta tableta y pico de la lera. Al norte si distinguimos claramente por su cercanía las cimas del Somola, y por supuesto los valles de Villanúa y Aurín, con sus respectivas poblaciones representativas al fondo, Villanúa y Acumuer.
Diez minutos después iniciamos el descenso. Al llegar al collado de Bozuelo decidimos volver por otro camino, buscamos  el barranco de La Espata, que cruzamos, y seguimos descendiendo por su izda hasta un prado que nos adentra en el pinar de Piecerbera. Descendemos entre pinos hasta coincidir con la senda de ascenso que continuaremos hasta la pista de la Fuente de Paco.
Decidimos, por no volver por el mismo sitio, cruzar el puente del barranco y continuar por la pista aún a sabiendas que vamos a realizar unos cuantos metros más. Son las 13,56 h.
Recorremos varios tramos al trote, hasta que notamos un poco cargadas las rodillas.
A las 14,38h estamos en el coche.

FOTOS de la Jornada

Distancia total 17.07 Km  Desn. de subida acumulado 1394.69 m
Altura máxima 2210.5 m Altura mínima 1019.7 m
Tiempo total 4:52:35 h Tiempo en movimiento 4:27:18 h Tiempo parado 0:25:17 h
Velocidad media total 3.5 Km/h Velocidad media en movimiento 3.83 Km/h
Velocidad máxima sostenida 11.72 Km/h

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2018.06.02 Encuentro Provincial de Clubes de Montaña - San Esteban de Litera

jueves, junio 14, 2018 0 Comentarios


FOTOS cortesía de Chema Tapia.

Enlace al Blog de Chema Tapia, con la crónica de la jornada.

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El Turbón 10 de junio 2018

lunes, junio 11, 2018 0 Comentarios


FOTOS de la jornada.

Vehículos:
*TOMÁS , Merche, Alex, Andrés e Iván
*NINO, Carlos, Nicolás y Pablo Oria
*NIKO, Encarna, Marcos, Rubén y Toni
*ANTONIO, Sandra y M.Carmen
*RAÚL, Lolo, Alex y Cruchaga

Distribuidos de la manera señalada en 5  vehículos, 21 javieres partimos a las 6 y un minuto dirección a las Vilas de Turbón, punto donde comenzaremos la ascensión.
Salimos con cielo cubierto en una mañana calurosa (16°), con una previsión inicial de mojarnos a lo largo de la jornada, pero confiando que la mayor cantidad de agua nos alcance al final de la marcha, sobre las 15 h.
A las 7,50h, después de dejar los coches aparcados junto al barranco de la torcida y el antiguo depósito de agua, comenzamos la ascensión, bien pertrechados, quizás en exceso porque la temperatura no es baja, 13°.

Tomamos la pista que unos metros   antes del depósito de agua dejamos para coger una senda a nuestra izda marcada con mojones, nos evita un largo zigzag.
De nuevo en la pista seguiremos por ella prácticamente hasta el final. No cojemos la senda que parte a la dcha y que discurre durante un largo tramo paralela a la pista, porque nuestra intención es subir por La Torcida y ascender a la  collada de Porroduño (1904 M). Abandonamos la pista, un poco antes de la verja que corta la entrada, por la senda señalada con hitos a nuestra dcha y comenzamos la verdadera ascensión. Una ligera parada para reagruparnos y aligerarse de  ropa el que todavía no lo ha hecho. Sandra, M. Carmen, Elena, Merche, Raúl y yo formamos un segundo grupo más rezagado que subimos a un ritmo más lento. La vertical subida obliga a tomar aire bastantes veces.
Sandra un poco más fatigada sube poco a poco, venciendo el desánimo inicial. En la collada todos nos esperan, abrigados, sopla una brisa fría que obliga, máxime con la parada, a recuperar la ropa que nos hemos ido quitando en la ascensión. Mientras unos nos observan, otros se entretienen con las senderuelas, muy prolíferas en el mini prado de la collada.
Recuperados, comenzamos el segundo tramo duro de la ascensión por la chimenea que nos llevará hasta lo alto de la collada, dejando a nuestra dcha el Frontal de las Brujas.

La subida tan pronunciada, con repechos de más del 40%, obliga en algún tramo a ayudarse con las manos y a parar, no sólo por el cansancio, también para disfrutar de las vistas que nos proporciona la altura. El tramo de piedra caliza blanca se alterna con tramos de hierba y chinebros enanos, cuyas raíces se aferran a las rocas como si quisieran  protegerse de nieve y viento.

El cercano barranco de Canals con su tonos de verde fuerte contrasta con el blanco y gris de las nubes del horizonte, que nos ocultan las cumbres nevadas del Pirineo. Si distinguimos las localidades de Veri y San Martín de Veri y parcialmente el Valle de Bardagí, al lado occidental del macizo.
Una vez salvado este segundo tramo, casi a 2300 m., es hora de almorzar, el madrugón ha sido importante y ya son las 10,05h.

Nos caen las primeras gotas y nos obligan a precipitar la marcha casi sin tiempo de saborear el café. Cubremochilas y chubasqueros  que desde aquí ya nos acompañarán hasta el final.
En el ascenso de la chimenea hemos podido ver los primeros neveros, pero a partir de aquí los veremos en varios tramos, especialmente al comienzo del barranco de la Torcida y en la Coma de San Adrián.
Los jóvenes, especialmente Lolo, Raúl y Alex disfrutan de este hecho y aprovechan para con un improvisado trineo (bolsa de plástico) deslizarse por la suave pendiente.

Antes de comenzar el último tramo serio, en el inicio del Barranco de Llert o de  San Adrián, nuestro guía Cru nos obliga a pisar un pequeño nevero como enseñanza para atravesarlos con cierta garantía cuando no se dispone de herramientas necesarias y la nieve está blanda, tacón y canto, izdo o dcho según el lado de pendiente.

Estamos a 2350 m, solo nos quedan 150 m. que comenzamos con nuevas gotas de lluvia y oyendo algún trueno, de momento lejano. El grupo se alarga, los jóvenes con Cru encabezan el grupo que harán cima los primeros. El resto vamos en pequeños grupos, cada uno a su ritmo, en cola cierra el grupo femenino que sube con pequeñas paradas, pero sin reblar. El agua arrecia, la temperatura gélida hace que en el tramo final se torne en granizo y acompañado de una fuerte ventisca que hacen inservibles los paraguas, las botas de goretex e incluso las capas y chubasqueros, calándonos hasta la médula. Además la niebla hace que no podamos disfrutar de las vistas.

En la cima no hay tiempo ni ganas de hacer fotos, solo Andrés saca el móvil con el riesgo de mojarse para un selfie y un par de fotos. Lo importante es que todos hemos llegado sin percance.
Tan apenas unos minutos y volvemos sobre nuestros pasos a buscar la coma de San Adrián, tenemos que ir juntos por la niebla cerrada que impide vernos a pocos metros.
A medida que vamos bajando la visión es mejor y la lluvia al llegar de nuevo a la nieve afortunadamente ha parado. Con la enseñanza de la subida somos capaces de atravesar los neveros formados en el comienzo del barranco de San Adrián, canto y tacón, tacón y canto..... y alguno las rodillas. Prueba superada.

Los mojones, abundantes en el recorrido, permiten que, pese a la niebla, sigamos correctamente la senda. Al llegar al punto del almuerzo, la niebla se va disipando, permitiéndonos de nuevo disfrutar de las vistas de valles y barrancos.

Tomamos otra ruta; aunque esté marcada con hitos, nosotros seguimos los pasos de Cru, ésta  nos hace usar las manos en los tramos de  más dificultad de la pronunciada chimenea. Nos salimos de la senda para evitar un todavía consistente  nevero y enseguida estamos en las laderas de "pasaturbiello", a nuestra izda, en este caso, queda el Frontal de las Brujas.

Un pronunciado y embarrado  descenso nos acerca hasta la fuente de Canals, donde nos reagrupamos para realizar la última parte del descenso todos juntos. Hasta aquí la vegetación ha sido escasa, bojes, enebros y matorral, pero una vez en el barranco la senda, un poco encharcado, discurre por un espeso bosque de pino viejo que termina en pequeños prados. Los atravesamos buscando entre espinos y bojes rastro de setas, sólo unas pocas más senderuelas y un rebollón tardío que encuentra Andrés.

La senda sigue descendiendo paralela a la pista por la que hemos subido esta mañana. Se cruza con ella un poco antes del atajo que nos deja  en el nuevo depósito de agua, ya en pista y  a pocos metros de los coches.
Son las 14,39 h cuando llegamos los últimos a los coches, justo cuando empiezan a caer unas primeras gotas que, aún así, nos permiten cambiarnos de ropa antes de iniciarse un fuerte aguacero con truenos incluidos. Como no podemos comer por el poco espacio en la fuente que hay junto donde hemos aparcado, decidimos buscar un lugar cubierto en ruta, no para de llover.

El porche del Ayto de Campo es el elegido. Mientras damos cuenta de los merecidos nutrientes que cada uno se ha preparado deja de llover.
Hemos tenido, pese a  la granizada en la cima, suerte con la climatología. El día apuntaba regular y el momento fuerte y más largo de lluvia se ha producido al terminar la marcha.
Enhorabuena a todos, especialmente a los jóvenes y a las señoras.

NOTAS de la ascensión :
Distancia total: 11.93 Km Desn. de subida acumulado: 1164 m
Altura máxima : 2485.1 m Altura en inicio: 1416.1 m
Tiempo total : 6:49:55 h Tiempo en movimiento: 4:50:12 h Tiempo parado : 1:59:43 h
Velocidad media total: 1.75 Km/h Velocidad media en movimiento: 2.47 Km/h

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DOMINGUERA - MALLOS DE RIGLOS . 27-5-2018

lunes, junio 04, 2018 0 Comentarios



La dominguera empieza desde el refugio de Riglos, a donde nos hemos desplazado con vehículos particulares. Son las 10:40 cuando iniciamos la marcha, 17 personas de ellos 8 niños.
La excursión comienza ascendiendo por la senda que va hacia el collado de Santo Román. En 5 minutos tan apenas hemos abandonado el pueblo y comenzamos la ascensión hacia el collado y mirador de los mallos de riglos. El ritmo con los niños es tranquilo, a las dos horas de iniciada la marcha, las 12:45 h, llegamos al collado. Abandonamos la senda principal y nos dirigimos hasta el pico de los Mallos de Riglos donde comenzamos, como teníamos previsto si el tiempo lo permitía, técnicas de rappel. Todo el mundo se anima a rapelar, especialmente los niños, la mayoría lo hacía por primera vez. Todo el mundo ha disfrutado de esta experiencia, sobretodo los niños, que han superado con nota de esta mini aventura.

Comemos en un sitio privilegiado, con unas vistas extraordinarias del río, valle y de los mallos. Sobre las 15:45 comenzamos el descenso. Lo hacemos relativamente deprisa, en el horizonte se atisba tormenta, así a las 16:30 h. llegamos de nuevo al refugio de Riglos donde merendamos y compramos algún helado para los pequeños. Hemos sido afortunados en esta jornada, disfrutando de un muy buen día de sol y sin excesivo calor, librándonos por los pelos de la gran tormenta que empieza justo en el momento de nuestra llegada al refugio.

Gran día en conjunto con excepcionales vistas y disfrutando del RAPPEL.

FOTOS de la Jornada.


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